Autor: Marcelo Sánchez Ahumada, gerente general de Fundación San Carlos de Maipo
Columnas de Opinión: Prevenir hoy para tener un futuro mañana
Columnas de Opinión: Prevenir hoy para tener un futuro mañana Chile está en una encrucijada. No podemos resignarnos a vivir con miedo ni aceptar que nuestras calles se han convertido enel territorio delas bandas y delas armas. La inseguridad no es simplemente una sensación, es una realidad pavimentada por el crimen orafianzándose en Chile. El 'ganizado que está Instituto de Políticas Públicas dela Universi-percepción de inseguridad. Los disparos, que solían serepisodios excepcionales, se han transformadoen un hecho cotidiano. Solamente el 45,9% de los encuestados aseguró no habersido testigo de balacera en su barrio, enrelación conel 79,9% que afirmó no haberlas presenciado en su etapa de adolescentes. Las estadísticas también dan cuenta deun alarmante crecimiento de la exposiciónal tráfico de drogas y delitos violentos. Estosedibuja con claridad en determinados grupos como las mujeres y los niños quienes son los más perjudicados con las acciones delictivas enlosterritorios.
Sin embargo, no son los únicos segmentos que se ven obligados a estaratentos para caminar a solas enla noche ojugar en la cancha, hoy convertida en campo detiro, sino que también la transformación delos entornos de protección y socialización han derivado en un luga! abriendo brechas que ocupa el narcotráfico y el crimen organizado. Percepción y realidad de inseguridad queerosiona la calidad de vida y que, además, se vasumando a otras modalidades de discriminación que viven los grupos más vulnerables. Chile ha registrado un salto cualitativo en su delincuencia. La llegada del crimen organizado hasido pródiga en nuevos delitos (que eran) poco frecuentes, como el secuestro, la extorsión y el sicariato. Lamentablemente, COLUMNAestamosviendo ” Y un nivel de violencia delictual que transforma los códigos de convivencia y que, a la vez, destroza las relacionesinterpersonales en el barrio. Hoy en que la acción del crimen organizado estáacotada territorialmente, aún estamos atiempo. Cambiar esta realidad supone instalar con fuerza una agenda temprana de prevención social, que aborde las causas y únosololas consecuencias.
Necesitamos fortalecer la prevención social, crear factores protectores en la familia, en la escuela, enla comunidad, asícomo dar una lucha frontal contra a exclusión social, recuperar os espacios degradados, de tal manera de cerrar la lave del involucramiento delictivo deniños y jóvenes para avanzar en torno al desarrollo positivo de la Infancia, Tenemos que atacarcon fuerza hoy para tener un futuro mañana. No podemos esperar más. Dejemos dellegartarde. Yu Andrés Bello (UNAB),.