Autor: Stella Schroeder Académica de Arquitectura Universidad San Sebastián
Preparándonos para el calor y la lluvia
Preparándonos para el calor y la lluvia Estemes, losMinisteriosdeVivienday Urbanismo y Medio Ambiente han firmado un convenio para iniciar la elaboración de una Estrategia Nacional de Infraestructura Verde, que se someterá a consulta pública en 2025. Esta "EstrategiaCiudadesVerdes"buscaexpandireintegrar la infraestructura verde y soluciones basadas en la naturaleza Alejarnos del concreto y el asfalto en favor de más áreas verdes es fundamental. Estoimplicacrearmásparques, zonas verdes y humedales que puedan funcionarcomoáreasdeinundaciónencasode necesidad. En las nuevas áreas de construcción, las ideas para una gestión del agua más compatible con el clima puedenconsiderarseeimplementarsedesde el principio, algo más fácil que remodelar los centros urbanos existentes. Sin embargo, esto también es posible mediantelaconversióndecallesyestacionamientos en áreas verdes, reorganizando el tráfico de manera diferente. MIRADA urbana Las ciudades concentran gran parte de la actividad y población mundial. Para 2050, se estima que el 70% de las personas vivirán en zonas urbanas, frente al 56% actual. Este rápido crecimiento plantea desafíos significativos, como la creciente demanda de vivienda, especialmente en áreas metropolitanas con alta migración interna. Además, el cambio climático y el calentamiento global generan impactos cada vez más notorios en los entornos urbanos. Los fenómenos meteorológicos extremos, como lluvias torrenciales y olas de calor más frecuentes, suponen un serio desafío para la infraestructura y la resiliencia de las ciudades. Sin embargo, las ciudades también ofrecen oportunidades para enfrentar estos retos. El reciente temporal en la zona costera del Biobío, con precipitaciones que superaron los 100 milímetros, ha evidenciado estos desafíos. La magnitud de este fenómeno ha demostrado los peligros que representan para las personas y la infraestructura, así como los enormes daños que puede causar. Esto es especialmente cierto para las ciudades con gran parte de su superficie impermeabilizada, donde el agua no puede drenarse rápidamente. Concepción, por ejemplo, es una ciudad con un alto porcentaje de área construida en relación con el espacio no construido. Preparándonos para el calor y la lluvia Stella Schroeder Académica de Arquitectura Universidad San Sebastián No siempre es necesario invertir grandessumasdedineroparacrearmásespaciosverdes. Existenoportunidadesenzonasresidencialesycomerciales, comoen terrenosbaldíosoáreasnoutilizadas. Las azoteas también representan un activo latente para la mejora medioambiental. Las ciudades pueden inspirarse en iniciativas exitosas de otros lugares para afrontar nuevos desafíos. Programas de forestación urbana en Chile generan sombraymitiganolasdecalor. Proyectos de infraestructura verde mejoran la calidaddelaireylabiodiversidad. Laagricultura urbana y los techos verdes también ayudan a reducir emisiones. Escrucialinvestigarlasconsecuencias del cambio climático e incorporar esos conocimientos en la planificación urbana. Cada ciudad necesita su propia estrategia, yaquenotodoslossuelostienenlas mismas características. Queda mucho por aprender, tanto a nivel local como global. Lasciudades, consusdesafíosyoportunidades, son el epicentro de la batalla contraelcambioclimático. Adaptarnosy mitigar sus efectos es una tarea urgente querequierecolaboración, innovacióny uncompromisoconelfuturo. Lainfraestructuraverdenoessólounaopciónestética, sino una necesidad. La pregunta ya noessidebemosactuar, sinocómoyqué tan rápido podemos hacerlo..