Misión de conservar
Misión de conservar E n enero, a la viverista chilena Mónica Musalem le llegó un mail en inglés que no leyó pensando que estaba equivocado de destinatario.
El remitente era la Royal Horticultural Society, una organización benéfica del Reino Unido, creada en 1804 para fomentar y mejorar la ciencia, el arte y la práctica de la horticultura; al revisarlo, días después, descubrió que le comunicaban que había sido elegida para recibir la Medalla Veitch Memorial, uno de los premios que entrega anualmente la institución a quienes hayan realizado una contribución destacada, en su caso, por su labor en la propagación de la flora nativa en su vivero Pumahuida.
Con esto, Mónica se convierte en la primera chilena y latinoamericana en obtener esta distinción, un premio que llega a sus casi 30 años de trayectoria como pionera en un rubro al que entró luego de estudiar Agronomía y de hacer un postítulo en Arquitectura del Paisaje. "Cuando formé el Pumahuida en 1996 no sabía nada de flora nativa.
Me encantaba la naturaleza, pero no distinguía un peumo de un quillay; y en una de las primeras clases del postítulo escuché que en Chile se usaba poca flora nativa, porque los paisajistas no la especificaban y porque los viveros no la tenían, era un círculo vicioso. Entonces decidí que yo lo haría", cuenta.
Sus inicios consistieron en salir a terreno a cosechar semillas y reconocer especies, ver su hábitat, condiciones de tierra, agua, humedad... "De a poco empezamos con 20, luego 45 y ahora producimos 239 especies nativas entre árboles, arbustos y herbáceas", gracias a la labor de 33 personas que trabajan con ella en el vivero ubicado en Huechuraba.
Partí en la época de la palmerización de Santiago, cuando parecía que estábamos en otro país, no había un diálogo entre el manejo del espacio verde y el entorno natural; las calles llenas de tuliperos y liquidámbar rojos pero levantabas la vista y la fisonomía de los cerros y del paisaje era otra recuerda. ¿Cuál ha sido el aporte del vivero durante estos años? Dar a conocer el valor ornamental que tienen estas especies; pero es imposible haber llegado hasta acá sin paisajistas que se atrevieron a usar la flora nativa y convencieron a sus clientes de ponerla en sus jardines.
Desde 2006 trabajo en manejo vegetal de Misión de conservar Para Mónica Musalem, la tarea de propagar flora nativa significa conservar especies que la conectan con el pasado, un patrimonio vegetativo en riesgo permanente que se debe cuidar y dar a conocer. Valorando su trabajo desde 1996 en el Vivero Pumahuida, la Royal Horticultural Society le entregó la Medalla Veitch Memorial por su destacada contribución a la horticultura. Texto, María Cecilia de Frutos D. Fotografías, Carla Pinilla G. Con el tiempo, sumaron especies introducidas de igual requerimiento y que se asocian muy bien a las nativas, como romeros, lavandas u olivos. Flora nativa de valor ornamental es la especialidad del Pumahuida. ENTREVISTA.
Misión de conservar “La flora nativa es un hilo fundamental con el pasado; a través suyo veo cómo la gente vivió, habité el territorio, se alimentó o sanó”. Cada especie tiene una clasificación creada por Mónica según sus condiciones condiciones agroecológicas. “Nuestra flora nativa es única en el mundo.
Casi el,. .. .. . 50% de ella es endemica, yeso. ....“.. . es muchísimo., ,:. ! “O,, varios proyectos de parques urbanos, y eso ha sido fantástico, porque incorporar flora nativa en el espacio público es abrir un sitio para su conservación, además de ser importante importante por su funcionalidad y aporte ecológico, ecológico, estamos permitiendo una nueva fuente de propagación. ¿Qué falta para llegar a más? Hay que partir por educar y capacitar.
En Chile falta una escuela de horticultura, enseñar enseñar para tener personas preparadas para cuando se tomen las decisiones y que sepan, por ejemplo, que la flora nativa no crece en suelos compactados ni en un bandejón entre doscallesysin materia orgánica. Los glaciares se derriten, los ecosistemas se destruyen, la flora nativa se pierde, por eso es tan importante importante que los que están en puestos de poder e influencia hagan algo. En temas de medio ambiente, ambiente, los tiempos políticos no sirven, porque las urgencias medioambientales deben resolverse rápidamente.
Lo dice a partir de su experiencia como fundadora de los Congresos de Flora Nativa: “Invitamos a representantes de ministerios y van a la inauguración, pero se retiran antes de escuchar las inquietudes, conclusiones y sugerencias”. sugerencias”. Son temas que ella traspasa a sus alumnos de los diplomados UC Diseño de Paisaje Paisaje y Manejo de Áreas Verdes Urbanas, “Pero lo que necesitamos es que este conocimiento llegue a las jefaturas”, agrega. ¿Estamos a tiempo? Sí, pero vamos a ir viendo una transformación transformación del paisaje, el bosque esclerófilo de la zona zona central está en estado de colapso, las plantitas tratan de brotar con su última energía, pero no lo logran.
Van a ir desapareciendo las comunidades que conocemos, como las de quillayes y litres con sus arbustos, y quedará la expresión más xerófita del bosque esclerófilo, como Baccharis o guayacanes, los arbustos más espinosos y resistentes a las sequías.
Orgullosa por el premio recibido, su anhelo es que cada vez más personas en Chile quieran quieran su flora nativa, que haya un respeto y reconocimiento reconocimiento oficial de ella en los colegios, por ejemplo, para que a nadie se le ocurra construir construir en quebradas donde crecen bosques de boldos o se hagan prospecciones mineras que afectan fuentes de agua: “Me gustaría que como como sociedad tomemos conciencia de la responsabilidad responsabilidad que tenemos de cuidar este maravilloso maravilloso patrimonio vegetativo”. VD.