Alza de las patologías mentales en Biobío
Editorial Alza de las patologías mentales en Biobío Casi 80 mil usuarios de la Región del Biobío reciben en laactualidad atención por alguna patología mental en el sistema público de salud, según revelaron las cifras publicadas en la edición de ayer de Diario El Sur.
El indicador da cuenta de una tendencia al alza de estas afecciones, lo que a nivel regional serefleja enel hecho que mientras en 2016, untotal de71.113 usuarios de loscuatro servicios desalud dela Región (Concepción, Talcahuano, Biobío y Arauco) se controlaban por alguna patología mental, en el de 2018 la cifraseincrementó un 9%, sumando un total de 77.426 usuarios que reciben atenciones de este tipo.
El análisis de la estadística de egresos hospitalarios poresta causa en el quinquenio 2011-2015 da cuenta que éstosse dieron principalmente en relación a trastornos mentales y del comportamiento debido al uso del alcohol, trastornos específicos dela personalidad, episodios depresivos, reacción al estrés depresivo y trastornos de adaptación y esquizofrenia. “Estasson lascinco quenosotrosconsideramos las más altas en relación de los egresos hospitalarios”, precisó la encargada Salud Mental de la Seremi Biobío, psicóloga Andrea Salgado. No hay que perder de vista que si bien este tema tiene una fuerte representación local, se trata de un asunto de preocupación global.
De hecho, las enfermedades de salud mental son junto con las enfermedades no transmisibles(ENT) consideradas como los principales desafíos de salud del siglo XXI, en el marco de la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible de la Organización de Naciones Según la visión dela Organización Mundial dela Salud(OMS), lamayoría de los problemas de salud mental viene asociado “alos cambios sociales rápidos, a las condiciones de trabajo estresantes, a la discriminación de género, a la exclusión social, a los modos de vida poco saludables, alos riesgos de violencia y mala salud física y a las violaciones delos derechos humanos”, y mismo las acciones de prevención han deseren múltiples niveles, ya quela “mala salud mental” está presente en todos los rangos de edad. Asi, por ejemplo, un reciente estudio en el que participaron 24 países, muestra que Chile lidera los problemas de salud mental entre los niños de esta edad en el planeta.
“La prevalencia de trastornos como ansiedad, depresión y conductas agresivas en muchos casos duplica a la quese nivel global y puede llegar hasta al 20% 025%”, explicó recientemente Felipe Lecannier, psicólogo experto en infancia e investigador de la U. De Santiago. El profesional participó en el estudio que incluyó a países europeos, asiáticos, americanos y de Oceanía, y que está considerado como el más grande en salud mental en niños hasta seis años.
En la investigación con datosde más de 19 mil niños preescolares, entre ellos400 chilenos-, se observó que mientras la prevalencia de problemas externalizantes -como déficit atencional, hiperactividad o agresividada nivel general llega a cerca del 15%, en el país afecta hasta el 25% de los niños.
Según datos del Il Informe Nacional dela Discapacidad delaño2015, elaborado por Senadis, del total de la población de niños y adolescentesentre dosa 17 años del país, se estima que el 5,8% de ella se encuentraensituación de discapacidad. Deestetotal, la mayor parteseencuentra asociada a problemas de carácter cognitivo y de salud mental. Enel caso del delos adultos mayores la realidad es también muy preocupante. Alrededor de un 15 a un 20 por ciento delosadultos de 60 años o mayores sufren o han sufrido algún trastorno mental, lo cual deteriora ostensiblemente su calidad de vida. La demencia y la depresión son los trastornos neuropsiquiátricos máscomunesentre los adultos mayores, los cuales van dela mano con el abuso de sustancias psicotrópicas. Es fundamental que tanto a nivel regional como nacional se considerenlasrecomendaciones dela OMS para mejorarlasintervenciones preventivas de este tipo de patologías, desde la infancia hasta las poblaciones de adultos mayores. Es fundamental que tanto a nivel regional como nacional se consideren las recomendaciones de la OMS para mejorar las intervenciones preventivas de este tipo de patologías, desde la infancia hasta las poblaciones de adultos mayores.