EDITORIAL: Código Azul
EDITORIAL: Código Azul Sin duda, los últimos días han sido los más fríos en lo que va del año.
Y esta semana tendremos un tren de sistemas frontales, que llegarán a la Región del Maule y otras regiones de manera potenY potenY es en este tiempo cuando muchas de las gestiones y acciones deben estar destinadas a quienes más lo necesitan, a personas en situación de calle que tienen que sortear las temperaturas bajo cero en la condiciones extremas.
Mientras la mayoría de la población se resguarda en sus hogares, miles de hombres, mujeres y niños deben enfrentar el clima sin abrigo suficiente, sin un techo digno, sin la protección mínima que garantice su vida y salud. Las cifras son elocuentes, pero detrás de ellas hay historias de abandono, desempleo, violencia, salud mental desatendida y adicciones no tratadas. Las bajas temperaturas no perdonan estas circunstancias y convierten la intemperie en un escenario de altísimo riesgo. No son pocas las personas que pierden la vida cada invierno por hipotermia, enfermedades respiratorias y otras complicaciones derivadas de la exposición prolongada al frío.
En este contexto, es valiosa la activación del Código Azul, una medida medida de emergencia que permite ampliar la red de albergues, reforzar reforzar operativos de rescate nocturno y brindar alimentación caliente, frazadas y atención básica en salud. Sin embargo, aunque esta política pública representa un alivio temporal, no puede convertirse en la única respuesta frente a un drama estructural.
El Código Azul salva vidas en lo inmediato, pero es fundamental recordar recordar que la solución de fondo pasa por políticas de vivienda digna, digna, programas de reinserción social, acceso real a la salud mental y prevención de adicciones.
También es indispensable el compromiso de la ciudadanía: avisar a las autoridades cuando se detecte a una persona en riesgo, donar ropa de abrigo, involucrarse con las organizaciones organizaciones que trabajan día a día con esta población olvidada. El frío no distingue, pero la desigualdad sí. Por eso, mientras el invierno avance, recordemos que la calle no debe ser el hogar de nadie. Y que ningún ser humano debería enfrentar solo la intemperie intemperie de la noche. Código Azul te..