CARTAS: Mujer, oportunidades y crecimiento
CARTAS: Mujer, oportunidades y crecimiento Marzo es un mes propicio para reflexionar sobre los desafíos que tenemos como país para fortalecer la participación de la mujer en el mundo del trabajo. En Chile solo la mitad de las mujeres tienen un trabajo remunerado. Nuestra tasa de ocupación es del 47,9%, número que esconde una diferencia muy grande según los ingresos.
Mientras que el 52,9% de las mujeres que trabajan no están en situación de pobreza, en las mujeres en situación de pobreza esta cifra baja al 36,9%. Menos de la mitad de las mujeres más vulnerables, y que más lo necesitan, logran tener un trabajo remunerado. ¿Por qué esta situación debe importarnos a todos? En primer lugar, porque como seres humanos, el trabajo nos otorga una identidad, nos conecta con el mundo, le da sentido a nuestras vidas. Segundo, porque sabemos que la autonomía económica protege a las mujeres de la violencia de género y, lo más importante, fortalece su dignidad. Pero el trabajo no solo mejora la vida de las mujeres. También hay efectos macroeconómicos virtuosos. Con solo un 52,9% de participación laboral, tenemos por delante una tremenda oportunidad.
Como sostuvo el año pasado el director del Departamento para el Hemisferio Occidental del FMI, Rodrigo Valdés, en un encuentro de Icare, si la tasa de participación laboral femenina aumentara diez puntos porcentuales, existiría un incremento de cuatro puntos del PIB por una vez. ¿Qué hacer para que más mujeres puedan acceder a un empleo formal? Varias cosas. Lo primero es avanzar en la adaptación pactada del trabajo, fortalecer el acceso al cuidado infantil, promover la participación de mujeres en áreas tradicionalmente masculinas y derribar barreras invisibles en la cultura organizacional. En este ámbito, es fundamental concretar a la brevedad el proyecto de Sala Cuna Universal, porque sabemos que la principal causa de la baja participación laboral de las mujeres tiene que ver con el cuidado. Llevamos 29 años discutiendo diversos proyectos de Sala Cuna Universal, que no han logrado ser aprobados. Avanzar es un deber ético que tenemos como sociedad. Y esto requiere más pragmatismo y menos ideología. El sentido de urgencia está dado también porque una importante cantidad de hogares en Chile está a cargo de mujeres. El liderazgo femenino en las empresas es otro aspecto donde hay un largo trecho por recorrer. Si bien hemos visto avances en la incorporación de mujeres en espacios de toma de decisiones, aún falta fortalecer su presencia en los directorios y en roles estratégicos. Esto es también una oportunidad para potenciar la diversidad y la innovación en las organizaciones. Desde Icare estamos impulsando la campaña "Chile crece con ellas", con la convicción de que medidas concretas pueden generar cambios reales y estructurales en beneficio de toda la sociedad.
El crecimiento económico es la mejor política pública para generar empleo, mejorar los salarios y ampliar las opciones, y tenemos una oportunidad valiosa de hacerlo a través de la incorporación de más mujeres al mundo laboral. La integración plena de hombres y mujeres requiere un compromiso conjunto de los sectores público y privado.
Solo un esfuerzo colaborativo permitirá que hombres y mujeres cuenten con las mismas opciones en el mundo del trabajo y, de paso, aportará a que Chile recupere por fin una tasa de crecimiento ambicioso y sostenible. KAREN THAL; MÓNICA ÁLVAREZ; SUSANA CLARO; MACARENA PÉREZ; PATRICIA NÚÑEZ; AGATHE PORTE Directoras de Icare Mujer, oportunidades y crecimiento.