¿Nos estamos quedando solos?
Ignacio Irarrázaval Centro de Políticas Públicas UC las calles, las plazas y las escuelas, E la presencia de niños y niñas disminuye cada año.
La Encuesta Bicentenario UC 2024 ha dejado al descubierto una realidad inquietante: la natalidad en Chile sigue cayendo a niveles históricos«Según el INE, entre 2010 y 2023 los nacimientos cayeron un 31,4 %, destacando la disminución entre mujeres menores de 24 años, que representa el 80% de esta caída. La tasa global de fecundidad también está por debajo del nivel necesario para el reemplazo generacional. Además, un 20% de los jóvenes entre 18 y 34 años declara no querer tener hijos, según la encuesta. Las razones de esta tendencia son diversas. Factores económicos, la falta de apoyo estructural y preocupaciones sobre el futuro de las relaciones de pareja ocupan un lugar destacado. Un dato reveladores que el 66% de las mujeres considera que tener hijos dificulta su desarrollo laboral, un aumento considerable desde el 53% en 2009. También influyen percepciones culturales, como la creencia de que es mejor tener pocos hijos para asegurarles una educación de calidad. Las consecuencias son profundas. Una población envejecida genera presión sobre los sistemas de salud y pensiones, y reduce el dinamismo económico.
Además, aparecen tensiones intergeneracionales, como las descritas en un reciente artículo del New York Times, donde padres lamentan no tener nietos, generando conchar el bono demográfico que surge del creciente proceso migratorio, para mantener el dinamismo social y económico del país. En particular, debemos hacernos cargo de las dificultades que enfrentan las mujeres al compatibilizar maternidad y desarrollo laboral.
Resulta evidente la urgencia de diseñar políticas públicas que las respalfamiliares y cultu- “Revertir la baja den, como garantizar el rales, natalidad exige acceso a servicios de Para revertir esta políti cuidado infantil de calitendencia necesitamos VOluntad política, — ¿ ad fomentar la corresun esfuerzo conjunto eni MnovVación enlas ponsabilidad en las tatre el Estado, el sector políticas públicas y reas de crianza, ofrecer privado y la sociedad ciyn compromiso horarios laborales flexivil.
A pesar de los esfuer- : bles y teletrabaj E de todos zos que diversos países La participación ladesarrollados han des10S boral femenina no debe plegado —como subsidios, beneficios fiscales y bonos por hijo— los resultados han sido reducidos. Sin embargo, esto no debe desalentarnos de explorar enfoques innovadores.
Lo cierto es que tendremos que adaptarnos a una realidad de menor natalidad y una población cada vez más envejecid: este contexto, las nuevas estrategias deben incorporar soluciones integrales, incluyendo cómo aproveser una barrera para la maternidad, sino una dimensión que puede enriquecerse mutuamente con el apoyo adecuado. Revertir la baja natalidad exige voluntad política, innovación en las pol! cas públicas y un compromiso genuino de todos los sectores. Solo así podremos construir un entorno donde las familias chilenas tengan las condiciones necesarias para desarrollarse plenamente.