Matthei reinstala el poder de la oratoria: cómo habla, gesticula e ironiza
Matthei reinstala el poder de la oratoria: cómo habla, gesticula e ironiza René González R. alvo excepciones, ayer los cerca de 1.000 asistentes al encuentro programático de Evelyn Matthei, en el Teatro Oriente de Providencia, llegaron antes o puntuales. Cerca de 300 cupos eran para los mismos profesionales que trabajan en un documento final, así es que el público no podía ser más fácil. La gran mayoría rondaba entre los 40 a 65 años, con una ligera predominancia de hombres, gran parte de jeans y camisa o ambo, pero también hubo mucha polera. Ellas, en general, más producidas que ellos, con más pantalones y blusas que vestidos, algunas rubias con cabello entrecano, igual que ellos.
Una de las primeras en llegar fue la exsubsecretaria de Salud Paula Daza --la misma a quien el exministro Enrique Paris desviaba preguntas de la prensa durante la pandemia--, muy sonriente, tratando como viejos conocidos a quien le dirigiera una mirada amable, aunque no lo conociera. También llegó Paris, después, pero ahora ella es la jefa.
O no la jefa, pero sí Radiografía a lanzamiento de anoche Matthei reinstala el poder de la oratoria: cómo habla, gesticula e ironiza En el Teatro Oriente estrenó sus ejes programáticos, en una actividad que tuvo mucho de encuentro motivacional. Ignacio Briones ríe, y, a la derecha, Cecilia Cifuentes Observa. tiene más rango en lo que al programa se refiere y fue ella quien se pararía un poco después en el escenario a hablar.
Está feliz de encargarse de un montón de subgrupos programáticos; en la antesala comentaba "es lo que me gusta", pero sobre ocupar un eventual puesto de gobierno... "es que desgasta tanto... se sacrifica a la familia". Cerca, Juan Luis Ossa, el "mero mero" del programa de Matthei, destacaba por altura y por hablar por teléfono, colgar, chatear, responder una llamada, colgar, abrazar a alguien, volver a llamar. "No haabrazar a alguien, volver a llamar. "No haabrazar a alguien, volver a llamar. "No habrá hitos como este por ahora, toca desplegarse en regiones y convocar a más gente", decía todavía en la calle.
Y así, antes de 19:00 horas podían verse personas como Raúl Figueroa, Francisco Chahuán, Diego Schalpern, Enrique Paris, Ignacio Briones, Gloria Hutt, Gonzalo Miller, Rodrigo Ubilla, Luis Castillo, Karla Rubilar, Alejandro Weber... y un largo etcétera de exautoridades del gobierno de Piñera y de parlamentarios y exparlamentarios. Hasta Pablo Zalaquett reapareció y sin las ojeras que lucía como alcalFOTOS: CLAUDIO CORTÉS A Oscar Urra perdió un ojo y contó su historia. María José Hoffmann y Pablo Zalaquett. de de Santiago. Todo el encuentro fue matemático. La gente cupo justo, con unos pocos parados en los costados. Los discursos de los intervinientes duraron 10 minutos, excepto el de Matthei, que habló un poco más de15. Entre medio no había bostezos, sí celulares, que comenzaron a prenderse de a poco, mientras sus usuarios chateaban. En la penumbra del teatro, eran fácilmen. Matthei reinstala el poder de la oratoria: cómo habla, gesticula e ironiza para entrar. para entrar. Gonzalo Múller y Ma. José Hoffmann. Paula Daza, a la derecha, saludó y abrazó a medio mundo. medio mundo. te distinguibles. Cuando fue el turno de Matthei, en vez de chatear, sirvieron para filmarla o sacarle fotos. El timing, perfecto: la gente se sentó a las 19:00 --hora de la convocatoriay un locutor tomó la palabra; Matthei no se hizo esperar y a las 19:10 entró. La gente aplaudió en las partes adecuadas, unos 10 segundos cada vez, excepto cuando la candidata nombró a Piñera, en que la aclamación duró medio minuto. No hubo batucadas --como las de Lavín--, ni salsa, cumbias o similares. La partida fue con un himno nacional cantado y aplaudido; luego vino un video tipo campaña, donde Matthei enfatizó cuatro temas: seguridad, salud, economía e inmigración. Al finalizar la cinta, el animador remarcó tres cualidades que le atribuyó a su candidata: liderazgo, coraje y resultados. Tomó la palabra Ossa y remarcó otros tres conceptos: "libertad mérito y equidad". En torno a todas esas palabras, giró todo lo demás.
Intervinieron los jefes de subgrupos hablando de sus planes --clausurar la frontera, acabar con las listas de espera en los hospitales... y, de manera alternada, fueron "amenizados" por tres personas que entregaron dramáticos testimonios de salud, seguridad y permisología. O sea, hablaba un encargado programático, luego un testimonio, luego otro encargado y así sucesivamente. Cada uno de 10 minutos.
El primer testimonio llegó en el cuerpo de un anciano, Óscar Urra, con un parche negro en el lente del ojo izquierdo y a quien se le fue en collera subir y luego bajar la escalera del escenario; dijo que esperaba cirugía desde 2010.
El segundo fue del emprendedor Jorge Welch, quien se refirió a casos de permisología, como el de un dueño de gimnasio que quiso poner cachas de padle y le pidieron un Estudio de Impacto Ambiental (ahí hubo risas y murmullos de desaprobación) y finalizó Gladys Cáceres, quien contó cómo le robaron la casa y otro día la asaltaron cerca de La Tía Rica. Los gestos de Matthei En la coreografía de precisión que se vivió ayer, se incluyó el podio. Lo ubicaron cargados a la izquierda y lo corrieron al centro cuando llegó Matthei, con blusa azul brillante, pantalones negros, zapatos blancos de taco alto y punta fina, aros y gargantilla. Sobre el podio, mostró que ha refinado su estilo comunicacional. Hizo reír a las personas, protestar, murmurar y, sin gestos evidentes para pedir aplausos, los logró cuando quiso.
Lo hizo cambiando los énfasis y para ello partió las palabras en grupos de sílabas ("inmi-gración ilegal"); les dio velocidades distintas, acelerándolas o ralentizándolas para destacarlas dentro de una oración; les subió el volumen a algunas y pronunció bajito otras; las alargó ("tomamos la decisión poolítica); les cambió el acento ("si un niño no aprende a leer en 40 básico significa una désventaja) y mezcló algunas de esas técnicas ("nos dejó una situación án-gustinante"). Todo acompañado de miradas significativas, guiños y movimientos de manos. Aunque a su manera femenina, su forma de hablar y gesticular recordaba seguido a la del expresidente Ricardo Lagos, como en algunos movimientos de manos indicando frivolidad. Los usó para referirse al correligionario de Carolina Tohá, Francisco Vidal, sin nombrarlo: dijo que mientras hay listas de espera incluso para gente con cáncer, el timonel de TVN pide $50 mil millones.
Enfatizó el $50 mil millones con un irónico gesto de manos y cara, como diciendo "una bicoca". Al final terminó con aplausos, bajó y el animador pidió a los camarógrafos subiral escenario para retratarla de espaldas al público, mientras ella sonreía, para luego salir por detrás, dejando a Paula Daza a cargo del punto de prensa, mientras personajes como Patricio Melero y Felipe Salaberry pasaban por el lado. laberry pasaban por el lado. laberry pasaban por el lado. laberry pasaban por el lado..