Editorial: Un proyecto para recuperar el rumbo
Editorial: Un proyecto para recuperar el rumbo E n el horizonte se ven pocas oportunida des de que Valparaíso pueda recuperar su vocación patrimonial, comercial y turistica, tan golpeada en los últimos años por el abandono, la improvisación y la inseguridad.
Pero entre esas pocas destaca la idea propuesta por Chile de que la ciudad sea la sede ejecutiva del Acuerdo sobre la Diversidad Biológica Marina de las Zonas Fuera de la Jurisdicción Nacional (BBNJ o Tratado de Altamar), cuya materialización dio pasos trascendentales en los últimos dias, cuando al apoyo ratificado por varios países se sumó Francia, un respaldo que alienta el optimismo entre las autoridades chilenas que siguen el proceso.
En este largo camino de tramitación -aún restan varios meses para que el tratado sea refrendado en la ONU y una decisión sobre las aspiraciones de Valparaíso no llegará antes de año y medio-, la ciudad no puede quedarse de brazos cruzados, confiando en que las gestiones de Cancillería bastan para alcanzar la designación, sino que debe considerar su postulación como un proyecto común de futuro, capaz de reunir voluntades en tomo al objetivo compartido: recuperar la capital regional de su actual estado calamitoso para reubicarla en el sitial que sus habitantes más antiguos añoran.
Tal como advierte el senador Ricardo Lagos Weber, quien estuvo en Francia durante la Tercera Cumbre de los Océanos, donde pudo seguir de cerca las gestiones de Cancillería, es imperioso asegurar que todos los recursos para contar con la sede de la secretaría del BBNJ avancen lo más rápido posible. "Tenemos que aprovechar esto para reforzar aún más la necesidad de retomar el rumbo en Valparaíso", dice el senador.
Esto no solamente significa rectificar la trayectorial actual e inyectar un espíritu colectivo que movilice las voluntades de toda la comunidad, sino que también aterrizar esta idea a mecanismos específicos, que se adelanten a las necesidades de una sede internacional -infraestruc tura, servicios, institucionalidad y capacidad profesional instalada-, y puedan mostrar al resto de los países que Valparaíso es capaz de portar con dignidad la designación como primera ciudad del hemisferio sur en albergar una secretaría internacional tan relevante y, al mismo tiempo, elevarse como ejemplo de que es posible recuperar el rumbo perdido. 2626726. La apuesta por Valparaíso como sede del Tratado de Altamar dio en los últimos días pasos decisivos, que no pueden abandonarse. E Editorial