Autor: Paloma Del Villar Directora Observatorio Niñez de Fundación Colunga
Es momento de medir la pobreza infantil
Recibimos con agrado el trabajo de la Comisión Asesora Presidencial para actualizarlas metodologías de medición de la pobreza. Integrada por expertos, la comisión ha abierto espacios de participación para que diversas organizaciones presenten sus propuestas. Como Observatorio crucial que la comisión incorpore metodologías específicas para medirla pobreza infantil, incluyendo indicadores que reflejen las experiencias y voces de niños. Actualmente, la forma de medir la pobreza no capta adecuadamente la situación de niñas y niños. Según los últimos datos, aunque ha disminuidoel porcentaje de niñas y hogares con pobreza poringresos y multidimensional, ha aumentado la proporción de niños en hogares con inseguridad alimentaria. También ha bajado la asistencia ala educación preescolary ha subidola inasistencia crónica a la escuela. Además, se observa un deterioro en la salud física y mental, con mayores niveles de obesidad y síntomas depresivos en niñas y niños. Estos indicadores de carencias deben reflejarse en mediciones de pobreza infantil. Para garantizar una buena medición, se requiere considerar múltiples perspectivas. El enfoque basado en ingresos es importante, pero también se deben enfatizar los enfoques basados en necesidades, capacidades, exclusión y derechos.
La medición debe hacerse a nivel individual y no solo a nivel de hogar, dado que los recursos se distribuyen de manera desigual dentro de las familias y las necesidades de niñas y niños varían según su etapa de vida. Medirla pobreza infantil es esencial ya que sus causas y consecuencias son distintas de las de la pobreza en adultos. Esta tiene impactos profundos y a largo plazo en el desarrollo, afectando la salud, rendimiento escolar y bienestar general de niños y niñas. Además, impide a los niños disfrutar de sus derechos y alcanzar su pleno potencial. La medición específica de la pobreza infantil es crucial para diseñar políticas públicas efectivas que respondan a sus necesidades únicas, promoviendo su desarrollo integral y asegurando tanto su bienestar presente como sus oportunidades futuras.