COLUMNAS DE OPINIÓN: La Fundación Salvador Allende y el patrimonio
COLUMNAS DE OPINIÓN: La Fundación Salvador Allende y el patrimonio Eduardo Báez Presidente Fundación Salvador Allende L a Fundación Salvador Allende (FSA) fue creada en 1990 con el objetivo de preservar y difundir el legado político, social y cultural de Salvador Allende, promoviendo la democracia, la justicia social, la solidaridad y la libertad. Entre sus primeras acciones estuvo la creación del Museo de la Solidaridad, que alberga una colección compuesta por donaciones de artistas de renombre mundial en homenaje al Presidente. En 2005 la FSA donó todas las obras al Estado de Chile, sin mediar ninguna retribución. Un año antes, la fundación adquirió el Palacio Heiremans (República 475), al Serviu Metropolitano, con el propósito de resguardar las obras y dotar de sede institucional a la FSA y a su archivo. La propiedad fue tasada en UF 27.493, y el pago se pactó en 10 cuotas anuales.
La crisis financiera de 2008 dificultó reunir los recursos para continuar con los pagos y, en acuerdo con el Serviu, en 2016 se realizó una dación en pago, que es un mecanismo legal promulgado en 1976, que permitió pagar la deuda desde 2012 con la entrega de 92 obras de reconocidos artistas brasileños, que nunca ha sido parte del museo. Su tasación fue realizada por el Museo de Bellas Artes y, paralelamente, por la FSA. Ambas tasaciones fueron similares, con un valor aproximado de 826.000 dólares y superaban levemente el monto adeudado. Cumpliendo con todos los procedimientos legales, se firmó la escritura de dación en pago, que estableció que las obras podían ser albergadas por el Serviu en la Casa de la Cultura Anáhuac del Parque Metropolitano. Desde ese momento, la deuda con el Serviu fue considerada saldada. Las obras quedaron inmediatamente a disposición del Serviu para su retiro y resguardo.
En 2017 el Serviu reconoció que no contaba con condiciones para su custodia, delegándola transitoriamente a la FSA, la cual asumió la responsabilidad con el compromiso de proteger y conservar cada pieza, sin exhibirlas ni utilizarlas. A lo largo de los años, la FSA ha mantenido su compromiso. Las obras han estado siempre disponibles para el Serviu, listas para ser retiradas cuando así lo requiera. En 2017, algunos dirigentes de RN presentaron un requerimiento a la Contraloría para denunciar supuestas irregularidades en la compra. En relación con la FSA, la respuesta de la Contraloría fue contundente: "La recepción y custodia de las obras está formalizada mediante acta de entrega". La Fundación Salvador Allende y el patrimonio.