Autor: gerente Raúl Perry dela Fundación San Carlos de Maipo
Columnas de Opinión: Un fin de año responsable
Columnas de Opinión: Un fin de año responsable Pesealavanceen leyes y controles, somos nosotros los que realmente podemos hacer uncambio. Como padres y cuidadores debemos involucramos en lo que hacen nuestros hijos, tender puentes. Y para hacerlo teemos oferta que permite apoyarlacrianza, por ejemplo, “Familias Unidas”, dela Universidad de Miami e implementado en Chile por Fundación San Carlos de Maipo. Los padres, madres y cuidadores que participaron de este programa como familia logran que sus adolescentes tengan veces menos probabilidad de consumo problemático de alcohol, compaado con adolescentes de padres que no han participado. Se hace fundamental impulsar una agenda temprana de prevención social que actúeantes, para que los factores deriesgo no se materialicen en conductas dañinas para el desarrollo dela niñez. Llega fin de año y empiezan las celebraciones. De hecho, para muchas personas, diciembre es uno delos mejores meses del año. Sin eme bargo, lamentablemente el pasar unrato entretenido con los seres queridos, en muchas oportunidades, está asociado a consumo desregulado de alcohol.
Uninforme de la Organización Mundial dela Salud (OMS) destacó que los adolescentes son el grupo de mayor consumo en el país: el 57,8% de los chilenos de entre 15y 19 años se considera así mismo como bebedor recurren tey, de ellos, al menos 1 de4 personas (28%) ha experimentado algún evento de alta ingesta dealcohol. Esto dista mucho delas distintas realidades de otros países dela región. Las citas de bebedores recurrentes en Chile doblanalas de Colombia y Venezuela, igualan las de Argentina y Canadá, y solo son superadas por Estados Unidos.
Según el Servicio Na-cional de Prevención y Tratamiento del consumo de Alcohol y Drogas (Senda), el 80% de los mayores de 12 años reconoce haber consumidoalcohol alguna vez durante su vida, y losjóvenes de entre 15y 24 años beben en promedios tragos cada día de consumo. Sin embargo, el problema que se observa en el comportamiento de nuestros adolescentes, noes culpa de ellos. Como padres, madres o adultos, la responsabilidad es nuestra. La perdebe estar primero posiciocepción de riesgo nadaen los adultos, dado que los adolescentes carecen del desarrollo cerebral para ponderarlos riesgos a los quese exponen con este consumo.
De hecho, un estudio de Aprocor junto a Cadem, que midió el consumo debebidas alcohólicas en septiembre, evidenció que para los niños es fácil acceder al alcohol gracias, en mayor parte, aun adulto quese los consigue. Esto no puedeserCOLUMNA. COLUMNA N