Un edificio irrepetible para el nuevo Museo Regional de Atacama
Un edificio irrepetible para el nuevo Museo Regional de Atacama E l recorrido comienza en el subsuelo geológico y finaliza bajo el gran cielo del desierto. Entre ambos puntos, que son en realidad la primera y la última sala de exhibiciones, existen otras cinco salas de grandes dimensiones. Allí habrá más de dos mil objetos pertenecientes a diversas colecciones que el nuevo Museo Regional de Atacama custodiará, investigará y pondrá a disposición del público a partir de septiembre de 2025. Luego de tres años y medio, el edificio proyectado por la oficina del arquitecto Max Núñez finalizó este mes su construcción en Copiapó. Tuvo una inversión de $11.000 millones. "Esta es una infraestructura inédita para el norte de Chile. El diseño quiso representar el desierto, pensando en la vida que surge en las quebradas, donde están los oasis. La temperatura allí baja, se produce sombra y se protege del sol. El edificio presenta esas mismas fisuras y grietas que se producen en la geografía del desierto", explica Núñez, quien desde 2013 desarrolló el diseño junto al arquitecto italiano Stefano Rolla. Se trata de un cuerpo poliédrico de 6.522 m 2 totales. Tiene 38 metros de fachada continua en la avenida Manuel Antonio Matta, un eje central en Copiapó, y una altura de más de 12 metros. Allí se distribuyen tres plantas, dos subterráneos y aquellas siete salas, todas de distinta dimensión y forma, además de una biblioteca, auditorio y laboratorios de conservación e investigación.
EXPERIENCIA EDUCATIVA El edificio reemplazará al actual museo regional, un espacio sencillo ubicado a unos 250 metros, en una casa de comienzos del siglo XX que opera como museo desde 1973 y que exhibe al público 280 piezas. "La museografía y su guion, que se están desarrollando desde hace tres años, están en sintonía con la calidad del edificio.
Son 800 m 2 de exposición en salas dedicadas a la geología y la geografía, la arqueología y la paleontología, la historia de los siglos XIX al XXI y las biodiversidades", refiere Alan Trampe, subdirector nacional de museos. Aquella oficina del Servicio del Patrimonio gestiona la presencia y funciones de los museos estatales que narran la historia de cada región.
El proyecto plantea una exhibición más allá de la vitrina con objetos, a partir de una experiencia educativa con tecnologías, como la pantalla esférica led o las proyecciones del cielo atacameño, donde cada visitante podrá proponer "su propia constelación", elaborada con objetos escogidos de la muestra.
Entre ellos figura la cápsula Fénix, que en 2010 permitió el rescate de los 33 mineros atrapados bajo tierra. "La consolidación del Museo Regional de Atacama robustece la inversión en infraestructuras patrimoniales de alta calidad arquitectónica, técnica y científica", dice la ministra de las Culturas, Carolina Arredondo. El edificio fue construido en hormigón pigmentado con óxido de cobre para hacer referencia a los colores del desierto.
Sus dos plantas superiores están revestidas por bloques de celosía de arcilla. "Eso permite que exista una luz tamizada y que el aire corra por los espacios, donde nunca hay una temperatura mayor a los 21 grados. Y el ocre del hormigón y el terracota de la celosía generan un rojizo en el interior, dando la sensación de estar siempre en un atardecer", cierra el arquitecto Max Núñez. Un edificio irrepetible para el nuevo Museo Regional de Atacama IÑIGO DÍAZ Por distintos frentes, la plaza interior conecta con el hall del museo, el auditorio, la sala multiuso y la cafetería. A ella se ingresa desde la calle por espacios estrechos, a modo de fisuras geográficas. ROLAND HALBE La cápsula Fénix, que rescató a los 33 mineros, un hito en la historia reciente de Atacama. Estatuilla hallada en una excavación del volcán Copiapó. SERVICIO DEL PATRIMONIO Un valioso brazalete conmemorativo que entregaba la Sociedad de Militares, Civiles y Veteranos del 79, sobrevivientes de la Guerra del Pacífico. SERVICIO DEL PATRIMONIO Más de 2.000 piezas de arqueología, paleontología, historia local y biodiversidad tendrá la exhibición permanente, que abrirá sus puertas dentro de un año. La obra arquitectónica representa la geografía, la cromática y el espíritu del desierto. SERVICIO DEL PATRIMONIO.