Columnas de Opinión: Hacia una Gestión Hídrica Integrada en Atacama
Columnas de Opinión: Hacia una Gestión Hídrica Integrada en Atacama La Región de Atacama ha dado pasos relevantes en materia de seguridad hídrica. En pocos años, ha pasado de depender exclusivamente de aguas continentales a contar hoy con cinco plantas desalinizadoras en operación, cuya capacidad total alcanza los 1.740 litros por segundo. Esta transformación no es menor: permite abastecer tanto a la industria minera como al consumo humano, y al mismo tiempo reduce la presión sobre ríos, napas y ecosistemas frágiles de la región. Uno de los hitos más destacados es la Planta Desalinizadora de Atacama, que desde diciembre de 2022 ha entregado agua potable a más de 210.000 habitantes de Chañaral, Caldera, Copiapó y Tierra Amarilla. Con una producción actual de 450 litros por segundo y una proyección de expansión a 1.200, esta planta representa un avance sustantivo en el acceso a un recurso básico. Sin embargo, estos avances presentan una debilidad estructural: las plantas operan como soluciones individuales, no como parte de un sistema interconectado.
Lo que resuelve una urgencia puntual el agua potable para el Valle de Copiapó, por ejemplo no soluciona la situación de comunidades, empresas agrícolas o proyectos de energías renovables que, pese a tener potencial de desarrollo, no pueden materializarse por falta de acceso a agua. Por ello, el verdadero desafío para Atacama no está solo en seguir construyendo nuevas plantas, sino en coordinar un sistema de gestión hídrica a escala regional, que conecte oferta y demanda de manera estratégica.
Se trata de diseñar y ejecutar una red de infraestructura de transporte de agua desalada que permita abastecer a múltiples usuarios urbanos, mineros, industriales y energéticos según su ubicación, nivel de necesidad y potencial de desarrollo. Este enfoque requiere visión de largo plazo y una estructura de gobernanza moderna. El modelo de concesiones públicas surge como una alternativa viable: el Estado define los trazados, garantiza el interés público, y la inversión privada participa en el desarrollo y operación, compartiendo riesgos y beneficios. Este tipo de solución ya ha sido planteado en estudios técnicos que ven en la interconexión hídrica una herramienta clave para el desarrollo territorial. Además, un sistema integrado habilitaría nuevas oportunidades de desarrollo sostenible. Con agua disponible, podríamos imaginar una agricultura resiliente en zonas desérticas, o una industria de hidrógeno verde que aproveche nuestra radiación solar sin competir por el agua. La diversificación productiva depende, en buena medida, de que resolvamos nuestras brechas hídricas de forma inteligente y colaborativa.
Este es precisamente el espíritu del conversatorio “Desafíos para una Gestión Integrada y Eficiente del Recurso Hídrico en Atacama”, organizado por Kinross Chile y Diario Chañarcillo, que se realizará el jueves 29 de mayo de 2025, a las 09:30 horas, en el Hotel Chagall, Copiapó. Contaremos con la presencia del abogado y consultor en gobernanza hídrica Carlos Estévez Valencia, quien ha liderado importantes procesos en esta materia desde el Ministerio de Obras Públicas.
La invitación es clara: pensemos Atacama no solo como un territorio que enfrenta escasez hídrica, sino como una región que puede liderar una transformación en la forma de gestionar el agua, innovación, colaboración integrando público-privada y visión de futuro.. POR MANUEL MADRID DEL REAL, GERENTE GENERAL DEL DIARIO CHAÑARCILLO