Milei eufórico prepara visita a Trump y en Chile critican al embajador Valdés
Mientras el Presidente argentino busca convertirse en el socio de América Latina del magnate, llueven las críticas al embajador chileno por su presencia en convención donde se proclamó a Kamala Harris.
A] Espero como humanidad podamos juzgarlo" Boric, 2020 salga de las garras de Kamala Harri Jéssica Henríquez D ran las 6.51 am de ayer cuando el presidente de Argentina, Javier Mile, felicitaba por redes sociales al electo mandatario de Estados Unidos, Donald Trump. "Ahora, haga a América grande otra vez. Usted sabe que puede contar con Argentina para llevar adelante su tarea”, escribió en su cuenta de X.
Nueve horas después, a las 15.58 el Presidente chileno Gabriel Boric hacía lo propio en sus redes sociales, aunque de manera menos entusiasta: "Chile reafirma su compromiso de fortalecer la relación con Estados Unidos en favor de un desarrollo inclusivo, el respeto a los derechos humanos y el cuidado a la democracia en nuestra región", escribió. Las diferencias de aproximación de ambos gobiernos con Trump son evidentes, partiendo por la cercanía ideológica de Milei y la distancia de Boric.
Mientras el primero siempre exhibió sintonía con Trump (en 2022, antes de ser presidente, rogaba “porque Estados Unidos salga de las garras de tipos como los demócratas Biden y Kamala Harris (... ) esperamos que pueda volver a resurgir de la mano de Donald Trump", el segundo tuiteaba en 2020 que "Trump es un criminal mundial.
Espero como humanidad podamos juzgarlo". Tras el triunfo del magnate republicano, Milei activó su modo-fan: envió varios mensajes de felicitación por redes sociales con fotos generadas por inteligencia artificial, chateó y se telefoneó con Elon Musk (multimillonario que apoyó a Trump) y envió al vocero Manuel Adorni al comprometer públicamente “un apoyo incondicional de nuestro país para defenderla vida, la libertad y la propiedad. Tanto Argentina como Estados Unidos son un faro de libertad en un mundo que perdió a manos eideas erróneas.
Juntos trabajaremos para recuperarlo”. Todo, mientras planea dos viajes para estar con Trump (con quien hoy habría hablado telefónicamente y a quien vio cara a cara por primera vez en febrero, en la Conferencia de Acción Republicana). Según La Nación de Argentina, un viaje sería antes de la asunción del mando a Mar-a-lago, la lujosa mansión de descanso que el republicano tiene en Palm Beach, Florida. El otro, el 20 de enero, cuando Trump asuma la Presidencia en Washington. Su apuesta es convertirse en el socio estratégico de Trump en América Latina y diseñar una agenda común que impacte en la negociación con el EMI.
En Chile, la victoria del magnate revolvió las aguas dado que el embajador chileno en Estados Unidos, Juan Gabriel Valdés, el 20 de agosto fue ala Convención Nacional del Partido Demócrata en Chicago (donde se proclamó a Kamala Harris) y no a la convención republicana. Antes de ser embajador (fue designado en abril 2022) fue crítico de Trump: "Es un auténtico fascista” puso en sus redes sociales en 2015.
A fines de 2020 ahondó que "Trump es una encarnación de los peor de la historia de EE.UU. " Por ello, llovieron críticas y desde la oposición pidieron al Presidente Boric su renuncia, lo que fue descartado por la Cancillería y por el propio Valdés, quien dijo que a ex Ante que asistió junto a otros 65 embajadores a la convención demócrata.
Agregó que no fue a la convención republicana porque el canciller visitaría Washington esa misma semana, y sobre los tuits recordó que "fui ciudadano de a pie en los cuatro años del Presidente Piñera (... ) En Estados Unidos no importa lo que la persona pensó en algún momento, si no lo que hace como representante de su país". Para el analista Marco Moreno (U. Central) "hay un potencial riesgo en las relaciones con Estados Unidos porque las posiciones del gobierno de Chile deben estar supeditadas a una politica de Estado, no de gobierno. Las relaciones internacionales, especialmente con socios claves como EE.UU.
Deben tener cierta impronta y prudencia, sin las disonancia que vemos". Señala que a Valdés, "se le asocia a la candidatura de Kamala Harris, lo que deja muy expuesto al gobierno chileno al tomar postura en una contienda electoral”. El problema, agrega, "no es del embajador, si no de la política exterior chilena, que suma un episodio más en errores no forzados, y el jefe de esa política exterior es el Presidente, tal como lo ha dejado claro él mismo en posturas sobre Israel y Venezuela".