Autor: Trump y Jared Kushner.
El complejo laberinto diplomático en el que está atrapado Juan Gabriel Valdés
El complejo laberinto diplomático en el que está atrapado Juan Gabriel Valdés ¿ Cuáles son los límites, en sus opiniones políticas, que debe tener un embajador? Es el debate que se está dando hoy en torno al embajador de Chile en Estados Unidos, Juan Gabriel Valdés.
La razón es que la clara victoria de Donald Trump en las elecciones presidenciales de Estados Unidos puso en el tapete el hecho de que el representante de nuestro país en Washington tiene poca, o ninguna, simpatía, por las ideas del empresario neoyorquino. Algo que, y ahí radica el problema, ha manifestado en varios actos y declaraciones. Una muy poco recomendada en diplomacia. Se trata, además, de algo sorprendente, viniendo de quien ha sido canciller, embajador ante la ONU, en Argen-tina y en un período anterior en Washington. Embajador político no estudió en la Academia Diplomática sino que Essex, Inglaterra (Master en Estudios Latinoamericanos) y Princeton, Estados Unidos (Doctorado en Ciencias Políticas) ha estado siempre ligado al socialismo democrático y al PS. Por eso, muchos vieron con sorpresa como fue uno de los primeros de su sector en alinearse, muy claramente, con el gobierno del Presidente Boric. “Estoy cómodo en esta coalición. Siempre he creído que en Chile, para poder gobernar, debe haber una mayoría donde estén el centro y la izquierda”, dijo a “El Mercurio” en septiembre. Quizás por eso es que, pese a los pedidos de renuncia desde la oposición, el ha descartado dar un paso al costado. Pues según cuentan sus cercanos, esta sería su última misión. LA CONVENCIÓN DE LA DISCORDIA“Honrado de haber sido invitado a la Convención Democráta en Chicago.
Es un acto revitalizador de la democracia de los Estados Unidos”. Fue lo que escribió Valdés en su cuenta de X en agosto dePublicación en X que hizo Juan Gabriel Valdés cuando fue a la ConX2024, en medio de la proclamación de Kamala Harris.
Estas declaraciones, y el hecho de que no asistiera a la Convención Republicana debido a, según explicó, una reunión de alto nivel en la que también participó la subsecretaria de Relaciones Económicas Internacionales, Claudia Sanhueza provocaron varias críticas. En concreto porque el embajador habría estado “abanderizándose” con un lado. Una semana después, en conversación con Reportajes, diría que “naturalmente que tengo puntos de vista. Los embajadores representamos los intereses del Estado, pero también representamos al Presidente de la República. En ese sentido, no somos neutrales”. Agregó que “no da lo mismo quien gobierna. Y hay temas importantes. Como el de los aranceles. Hay un cuadro de subida de aranceles como un factor que resuelve problemas.
El señor Trump ha dicho varias veces que en el caso de México se debiera aplicar un arancel como castigo al tráfico de drogas”. Fueron frases que causaron ruido entre los expertos, por cuánto, dejaban clara sus preferencias. Y aunque algunos lo defendieron, recordando que los embajadores son “cargos políticos”, fueron más los que advirtieron de un riesgo. ¿Cuál sería el riesgo entonces para la relación entre Chile y Estados Unidos. Según los expertos, lo más probable es que el contacto entre el embajador y las autoridades de Washington sea poco frecuente, dado el poco interés que el gobierno tendría en nuestro país. En esa línea, de llegar las declaraciones a los círculos de poder de la capital, esa relación podría ser casi nula. “Creo que el diálogo con las nuevas autoridades republicanas no será muy fluido. En esa línea hubiese sido prudente que no asistiera a la convención demócrata.
Ahora, el gobierno del Presidente Boric, quien en el pasado también ha tenido expresiones duras contra Trump irá de salida en 2025, por lo cual no vería tampoco mucho interés de Washington en estrechar vínculos”, explica Juan Pablo Toro, Director Ejecutivo de AthenaLab.
Siguiendo esa idea, el exembajador en Estados Unidos, Alfonso Silva expresa que “es posible que los contactos con las más altas autoridades políticas que suman, que son excepcionales y acotados, puedan sufrir un efecto tangencial”. Para el diplomático, excónsul en La Paz, Jorge Canelas, el caso se asemeja al de Sebastián Depolo en Brasil, que por sus declaraciones contra Jair Bolsonaro, estuvo un año esperando el beneplácito. “Lo favorece el hecho de que en Brasil, el embajador de Chile tiene un contacto frecuente con las autoridades. En Estados Unidos es muy inusual ser recibido a un alto nivel. Pero cuando pase, será un asunto incómodo”. “Estados Unidos mirará poco a Latinoamérica. Pero cuando lo haga para buscar socios, se acordará de las declaraciones del Presidente y el embajador”, concluye Klammer. El embajador Juan Gabriel Valdés en la celebración de FiestasPatrias en la embajada de Estados UnidosUn riesgo que hoy, con la elección de Trump, se torna cada vez más real. Para el exembajador Carlos Klammer, “el rol de los embajadores en el mundo es representar a su país. No al presidente, ni a sí mismo. Solo a su país”. Para algunos, más importante que su asistencia a la Convención Demócrata, y sus ideas políticas, es el tono de tuiteos del pasado, que han salido a flote estos días. “El de Obama en la Convención Demócrata fue probablemente el discurso más extraordinario que he escuchado. Sólo podía hacerlo quien está seriamente convencido que otro periodo presidencial de Trump es una amenaza existencial contra los EE.
UU”, dijo en 2020; luego expresó, en la misma red que, citando un artículo de New York Times que “Trump es una encarnación de lo peor de la historia de los EEUU”; y el mismo 2020 escribió que “Trump es un aprendiz de Maduro”. Incluso en 2015, en su primer períodocomo embajador en Washington, en el gobierno de Michelle Bachelet, llamó al empresario un “auténtico fascista”. Dos años después, Trump asumiría en su primer período. Valdés se ha defendido diciendo que “tengo 78 años y quien no sabe qué pienso yo es muy joven o no lee los diarios.
Me sorprende que haya tanto espanto con que piense de una determinada manera. (... ) Desafío que alguien me venga a decir a mí que yo no he representado el interés de Chile y el interés del Estado de Chile durante el periodo en que he estado acá”. Asimismo, sus cercanos han recordado que en el año en que coincidió con el primer gobierno trumpista entre 2017 y principios de 2018 su relación con la Casa Blanca no fue mala. De hecho tuvo reuniones con el entonces asesor de Seguridad Nacional del presidente, el general H. R. McMaster hoy peleado con el presidente electo y con la hija y yerno del magnate, Ivanka. L E R N I vención Demócratas