"Toldos azules" en barrio Meiggs han crecido al menos medio kilómetro en los últimos años
"Toldos azules" en barrio Meiggs han crecido al menos medio kilómetro en los últimos años El comercio ambulante en el sector, con más de 12 mil trabajadores informales, genera congestión, inseguridad para los vecinos y pérdidas económicas para los locales establecidos, indican expertos.
Piden una labor colaborativa entre instituciones para abordar el problema. `` A través de los años se ha producido un uso abusivo del espacio público por comerciantes ilegales, bandas que arriendan un espacio que es de todos, que no pagan impuestos y se venden productos de dudosa calidad".. ................................................................ ARTURO URRUTIA DIRECTOR DE PREVENCIÓN Y SEGURIDAD COMUNITARIA DE SANTIAGO `` Los toldos hoy llegan a Blanco Encalada, cuatro cuadras más allá de donde estaban.
Este fenómeno afecta a los residentes y comerciantes formales".. ................................................................ CRISTIÁN PIZARRO ASOCIACIÓN PARA EL DESARROLLO DEL BARRIO MEIGGS El comercio ilegal en el barrio Meiggs, que se estima suma cerca de 12 mil trabajadores informales, se ha convertido en un problema crítico que afecta tanto al espacio público como a los locatarios establecidos.
En este emblemático sector de las comunas de Santiago y Estación Central, los toldos azules, símbolo de la ocupación irregular, se han expandido de manera incontrolable en los últimos años, especialmente desde la pandemia, de la mano del crimen organizado.
Culminado el período alcaldicio de Irací Hassler (PC), su expansión ha llegado a límites preocupantes, describe Cristián Pizarro, director ejecutivo de la Asociación para el Desarrollo del Barrio Meiggs. "Los toldos hoy llegan a Blanco Encalada, cuatro cuadras más allá de donde estaban antes (Grajales, en 2018). Este fenómeno afecta a los residentes y comerciantes formales: recibimos cerca de 300 mil personas al día este 20 de diciembre, pero nuestras ventas han bajado 45% respecto del año pasado". Ese crecimiento se traduce en un avance de, al menos, 500 metros de ocupación solo en esa zona.
Pizarro agrega que la basura generada por los ambulantes, que cada día dejan atrás luego de desarmar sus toldos, termina frente a los locales formales, quienes, irónicamente, reciben las infracciones municipales por la mugre y desorden.
Asimismo, describe una "mafia de la basura", que cada noche escudriña las calles del sector en busca de cartones, arrebatándoselos a los recolectores de basura municipales. "Bandas que arriendan espacios" Según Arturo Urrutia, director de Prevención y Seguridad Comunitaria de la Municipalidad de Santiago, el comercio ambulante no solo representa una competencia desleal para los locatarios establecidos, sino que también pone en jaque la seguridad del barrio: "A través de los años se ha producido un uso abusivo del espacio público por comerciantes ilegales, bandas que arriendan un espacio que es de todos, que no pagan impuestos y que venden productos de dudosa calidad". En la misma línea, indica que "esta es una situación que fue creciendo paulatinamente por distintas razones.
Nosotros llevamos tres semanas haciendo frente a una situación arraigada en el barrio Meiggs y en otros puntos de la comuna". No obstante, Urrutia también reconoce lo complejo de la misión: "No es un trabajo de un día para otro, sino un proceso que es permanente, y en el que esperamos contar con el apoyo de las distintas policías, el Servicio de Impuestos Internos, Aduanas, la Seremi de Salud, el Gore y la Delegación Presidencial. Estamos en un trabajo de coordinación interinstitucional diario". "Privatización del espacio público" El impacto del avance del comercio ilegal sobre los vecinos también es evidente. El urbanista Iván Poduje, socio de Atisba, comenta que el comercio informal limita el desplazamiento, provocando "cuellos de botella" que facilitan asaltos y complican la circulación tanto de peatones como de vehículos. Además, las bandas que controlan este comercio informal expanden su influencia, afectando la seguridad y calidad de vida en barrios colindantes, como San Alfonso.
Para Alberto Texido, arquitecto y académico de la U. de Chile, el problema refleja una crisis más profunda del espacio público y de los acuerdos de convivencia. "El comercio informal privatiza lo público para intereses particulares, generando evasión tributaria y afectando el funcionamiento de la ciudad", señala. Texido también sugiere que se necesitan soluciones multidimensionales que incluyan tanto la regulación como la creación de espacios específicos para reorganizar el comercio informal, evitando que la represión sea la única respuesta. Por su parte, Óscar Figueroa, académico de la U.
Católica, coincide en que el uso gratuito del espacio público por parte de los ambulantes genera un incentivo perverso. "El gran problema es que el espacio que ocupan debería ser para la circulación de las personas, pero se transfiere ese derecho a los comerciantes informales. Si no hay una regulación adecuada, esta situación se expande terriblemente", advierte.
Previo a la pandemia, se les podía ver en la calle Grajales, y ahora ya están en Blanco Encalada, a cuatro cuadras: "Toldos azules" en barrio Meiggs han crecido al menos medio kilómetro en los últimos años MACARENA CERDA M. Delitos. La expansión del comercio ilegal en el sector también ha venido acompañada del incremento de la delincuencia. FELIPE BÁEZ Avance. En el barrio Meiggs los toldos azules se han transformado en un símbolo de la ocupación irregular. FELIPE BÁEZ.