Autor: Ernesto Heitzer Velásquez
El legado del Padre de la Patria
El legado del Padre de la Patria Presidente Instituto O'Higginiano en Coyhaique Bernardo O'Higgins Riquelme es considerado el Padre de la Patria y por ello en todas las regiones del país su presencia es indiscutible. En Coyhaique tenemos una Población Bernardo O'Higgins, mientras Chile Chico, Cochrane, Cerro Castillo y Puerto Aysen cuentan con calles y avenidas dedicadas a nuestro mayor prócer nacional.
También contamos con la comuna de O'Higgins, además del majestuoso Lago que lleva su nombre en la zona más austral de nuestra región, al igual que un Parque Nacional en Tortel, y escuelas en su homenaje en Puerto Guadal y Chile Chico.
En nuestra capital regional, un busto en la plaza pentagonal honra permanentemente la figura de nuestro "Padre de la Patria", el cual relevamos de manera solemne cada 20 de agosto por su legado imperecedero, que sigue inspirando con los ideales de la libertad, valentia y sacrificio por Chile y las futuras generaciones.
Y es que O'Higgins, como militar y gobernante, fue crucial en todo el proceso de emancipación chilena del dominio español, ya fuera luchando en las batallas de la Independencia o ejerciendo como primer Director Supremo de la nueva Nación. Hijo natural de quien fuera Gobernador de Chile y Virrey del Perú, Ambrosio O'Higgins, nació el 20 de agosto de 1778, en Chillán Viejo. Realizó sus estudios en Lima y luego en Inglaterra, donde conoció a Francisco Miranda, quien lo inicio en las ideas independentistas. Muerto su padre en 1801, regresó a Chile a tomar posesión de la hacienda de Las Canteras, cercana a la ciudad de Los Angeles. En 1810, fue elegido diputado de la recien formada Junta de Gobierno y nombrado coronel de Ejército en 1811. En 1813, se enfrentó por primera vez a los realistas en la batalla de EI Roble. Su rivalidad con José Miguel Carrera, otro lider de la Independencia, les llevó a enfrentarse en 1814, en el combate de Tres Acequias. No obstante, su espíritu patriota primo y O'Higgins se unió a Carrera para enfrentar la invasión de las fuerzas realistas dirigidas por Mariano Osorio. Durante el período de la Reconquista, organizó en Mendoza, junto a José de San Martín, el Ejército Libertador de Los Andes y dirigió la ofensiva chilena. Derrotadas las fuerzas realistas, asumió como Director Supremo y firmo, el 12 de febrero de 1818, la Proclamación de la Independencia de Chile. Aunque de posición antimonárquica, impulso relaciones comerciales con las principales monarquias europeas en favor de la economia nacional, demostrando su carácter eminentemente pragmático. En obras, su gobierno tuvo especial relevancia en la construcción de escuelas primarias, la reapertura del Instituto Nacional y la Biblioteca Nacional, además de la creación de la Escuela Militar. Como Director Supremo abolio los mayorazgos y los títulos de nobleza, suprimio los escudos de armas y creo la Legión al Mérito, lo cual le significó la antipatia de la aristocracia criolla. En estas disposiciones puede observarse la influencia de la logia masónica Lautarina -a la que O'Higgins pertenecía-, que se caracterizaba por su rechazo al orden nobiliario.
En definitiva, el glorioso legado de O'Higgins llegó a su epilogo, paradójicamente, con su abdicación al cargo de Director Supremo de Chile, el 28 de enero de 1823, uno de los episodios más tristes de su vida, representando la máxima expresión de su adhesión a la causa del pais, al despojarse voluntariamente del poder para evitar una guerra civil, con un emocionado testimonio de despedida. Falleció en Lima el 24 de octubre del año 1842. Opinión.