Autor: Ignacio Merino
Columnas de Opinión: Latinoamérica: Un socio clave para el desarrollo productivo sostenible en el segundo cuarto del siglo XXI
Columnas de Opinión: Latinoamérica: Un socio clave para el desarrollo productivo sostenible en el segundo cuarto del siglo XXI OpiniónDirector ejecutivo HUBTECEstamos cerrando el primer cuarto del siglo XXI y entrando en una nueva etapa marcada por una aceleración tecnológica sin precedentes. La disrupción tecnológica que experimentamos hoy permite desarrollar soluciones que hace apenas unos años eran inimaginables. Esta transformación abre un escenario de posibilidades en el que muchos de los problemas que enfrentamos actualmente podrían dejar de ser relevantes en el futuro. Tecnologías como la inteligencia artificial, la biotecnología, las energías renovables y la computación cuántica nos permiten imaginar un futuro donde problemas actuales sean resueltos a través de la innovación. Asimismo, modelos como la bioeconomía ofrecen enfoques sostenibles para generar productos con valor agregado a partirDesde Latinoamérica, y particularmente desde Chile, observamos fenómeno con una perspectiva que ofrece este tanto desafíos como oportunidades.
Aunque nuestros ecosistemas de innovacióny transferencia tecnológica pueden ser considerados inmaduros encomparación con otras regiones más desarrolladas, esta característica nos otorga una ventaja significativa: la capacidad de ser más ágiles, flexibles y abiertos a nuevas formas de hacer las cosas. Esta aperturaa la innovación nos posiciona como un actor relevante para aportarsoluciones disruptivas que respondan a los grandes retos globales. La ciencia y la tecnología son pilares fundamentales para lograr estepropósito. El avance del conocimiento científico, junto con su traducción en soluciones que incorporan tecnologías aplicadas, es clave para enfrentar los desafíos del desarrollo productivo sostenible. En este contexto, los gestores tecnológicos y las instituciones que articulan la transferenciade conocimiento juegan un rol crucial. Estas entidades funcionan comopuentes entre la investigación científica y el mercado, acelerando la innovación y asegurando que las soluciones lleguen a quienes más lasnecesitan. Impulsar el desarrollo y la implementación de estas soluciones es vital para transformar nuestra forma de producir y vivir. El sueño que compartimos muchos en esta región es el de implementar un sistema de innovación que impulse soluciones necesarias para lograr un desarrollo productivo sostenible. La humanidad enfrenta desafíos urgentes, como la crisis climática, la necesidad de diversificar las fuentes energéticas y garantizar la seguridad alimentaria.
Desde Latinoamérica, creemos que podemos ser parte de la solución, no sólocomo proveedores de materias primas, sino como protagonistas en lacreación de nuevos modelos de desarrollo productivo que cambien la forma en que producimos y vivimos. Nuestra región es rica en recursos naturales y talento humano. Esimperativo que orientemos nuestros esfuerzos hacia la agregación devalor en torno a esos recursos.
En lugar de limitarse a la exportación dematerias primas, los países latinoamericanos deben trabajar en la creación de soluciones tecnológicas que maximicen el valor de sus recursos naturales, al tiempo que se alinean con los objetivos de sostenibilidad global. Desde tecnologías para la gestión del agua, pasando por energías renovables y hasta desarrollos en biotecnología, Latinoamérica tiene el potencial para liderar un cambio hacia un futuro más sostenible. Sin embargo, somos conscientes de que los desafíos son enormes. La fragmentación de los ecosistemas de innovación en la región, la faltade financiamiento para proyectos de alto riesgo y la brecha tecnológica en comparación con otras regiones más avanzadas son obstáculos que debemos enfrentar. Para superar estos desafíos, la colaboracióninternacional es clave. Los ecosistemas de innovación de todo el mundodeben unirse para apoyarse mutuamente y encontrar oportunidades quepermitan multiplicar el valor de sus soluciones. Desde este rincón del mundo, vemos la colaboración internacionalno sólo como una oportunidad, sino como una necesidad. La creaciónde puentes entre los ecosistemas de innovación de Latinoamérica y aquellos de regiones más maduras nos permitirá abrir mercados para nuestras soluciones y modelos de desarrollo productivo sostenible. Estassoluciones, inicialmente implementadas en nuestra región, pueden luegoser escaladas a nivel global, beneficiando a comunidades de todo elmundo. En este nuevo escenario, Latinoamérica no debe ser vista como un simple receptor de tecnologías extranjeras. Al contrario, debemosposicionarnos como creadores de soluciones propias, capaces degenerar impacto global. Nuestra diversidad cultural, nuestras riquezasnaturales y nuestra capacidad de resiliencia ante las adversidades sonactivos que debemos poner en valor en este camino hacia un desarrollo más justo y sostenible. El llamado es claro: estamos en un momento histórico para reimaginar y reinventar el cómo vivimos, producimos y colaboramos. En este contexto, Latinoamérica tiene un rol que jugar como un socio estratégico para el resto del mundo. Si logramos unir esfuerzos, fomentar la colaboración y apostar por modelos de innovación abiertos, podremos construir un futuro donde las soluciones que hoy parecen lejanas se conviertan en realidad. Este es el aporte que queremos hacer, uno que nace de nuestra realidad, pero que tiene el potencial de transformar comunidades a nivel global. Desde Chile y Latinoamérica, estamos listos para asumir el desafío y contribuir al desarrollo de un mundo más sostenible y equitativo. El futuro que imaginamos depende de la capacidad que tengamos para trabajarjuntos, innovar y transformar los desafíos en oportunidades para todos..