Columnas de Opinión: Autonomía y eficiencia estatal
Columnas de Opinión: Autonomía y eficiencia estatal DIEGO BENAVENTE M. INGENIERO CIVIL REGIONALISTA E n un contexto de creciente desconfianza hacia las instituciones y de alta volatilidad politica, resulta crucial repensar la arquitectura institucional del Estado chileno. Uno de los principales desafios es como garantizar que ciertas funciones esenciales del aparato estatal puedan operar de manera técnica, profesional y coherente, al margen de los vaivenes propios de cada gobierno. Para ello, es indispensable avanzar hacia un nuevo modelo de gobernanza que otorgue autonomia e independencia a determinados órganos del Estado, emulando el modelo del Banco Central. El Banco Central ha demostrado ser un ejemplo exitoso de institucionalidad técnica y autónoma.
Su gobernanza, basada en un Consejo Directivo cuyos miembros son designados por periodos largos, no coincidentes y con representación politica balanceada, ha permitido que su gestion esté orientada por criterios técnicos mas que politicos, brindando estabilidad y previsibilidad en una de las areas mas sensibles de la administración pública.
Esta formula, bien adaptada, puede ser replicada en otros organismos clave del Estado Instituciones como el Servicio de Impuestos Internos (Sii), el Instituto Nacional de Estadísticas (Ine) y, en parte, el Ministerio de Educación (Mineduc), especialmente en su dimensión técnicopedagógica, debieran avanzar hacia un modelo institucional que les permita operar con autonomia. Estas entidades cumplen funciones fundamentales que requieren continuidad, especialización y una toma de decisiones basada en evidencia, no en cálculos electorales. El Sii, por ejemplo, es el principal garante del cumplimiento tributario y, por ende, del financiamiento del propio Estado. Su labor requiere maxima credibilidad, transparencia y profesionalismo. Un Sil autonomo podria resguardar mejor la equidad tributaria y evitar que sus criterios de fiscalización o sus decisiones administrativas se vean contaminadas por presiones politicas de corto plazo. El caso del Ine es igualmente claro. Las estadísticas oficiales son un insumo esencial para la toma de decisiones publicas y privadas. Contar con datos confiables, elaborados con criterios técnicos y bajo estándares internacionales, es indispensable para la transparencia, la planificacion y la rendición de cuentas. La intervención politica en sus procesos o la manipulación de sus cifras puede socavar gravemente la confianza pública. En el ambito educativo, el componente técnico-pedagógico del Mineduc -como el diseño curricular, la formación docente y la evaluación de aprendizajestambien debiera ser resguardado por una institucionalidad estable y profesional. La educación no puede reinventarse cada cuatro años según el signo politico del gobierno de turno. Requiere visión de largo plazo, consenso técnico y continuidad de políticas, elementos que sólo una gobernanza autónoma puede garantizar. Avanzar en esta dirección significa, establecer mecanismos de gobernanza mixta, donde exista participación politica balanceada, representación de diversas miradas y, al mismo tiempo, una clara supremacia de criterios técnicos en la toma de decisiones. Consejos directivos con periodos largos, elección escalonada de sus miembros y procesos transparentes de designación pueden generar este equilibrio. Chile enfrenta desafios estructurales que requieren respuestas modernas y donde una autonomia institucional bien diseñada no es una amenaza para la democracia, sino una condición necesaria para que esta funcione mejor..