Paolo Bortolameolli: EL HOMBRE SOBRE EL CUAL LA GALA DE VIÑA NO SABÍA DEMASIADO
Paolo Bortolameolli: EL HOMBRE SOBRE EL CUAL LA GALA DE VIÑA NO SABÍA DEMASIADO El director musical de la Orquesta Sinfónica Nacional Juvenil de Chile y principal director invitado del Teatro Municipal, está empeñado en tender puentes entre la música clásica y la popular para acercar a nuevas audiencias. De ahí que aceptara ser jurado del Festival de Viña, experiencia de la que asegura haber aprendido mucho de otros géneros musicales, incluida la música urbana.
POR ESTELA CABEZASEl paso sobre la alfombra roja de la Gala deViña del Mar por parte de Paolo Bortolameolli, el recién asumido director de la Filarmónica y jurado en el certamen de la canción viñamarino, dejó mudos a los comentaristas de la farándula televisiva. Y no precisamente a causa de su andar seguro, por el diseño de su traje o por el corte de su barba. No. Se trató de un incómodo silencio debido a que los expertos en la geografía humana de dimes y diretes de la pantalla chica no supieron identificar quién era. Paolo Bortolameolli, de 42 años, es una de las figuras más relevantes de la música docta chilena. Con estudios de piano en la Universidad Católica, dirección de orquesta e interpretación de piano en la Universidad de Chile, y egresado de una maestría en Música de la prestigiosa Yale School of Music. Ha sido director asociado de la Filarmónica de Los Ángeles en Estados Unidos y actualmente es el director musical de la Orquesta Sinfónica Nacional Juvenil de Chile y Principal Director Invitado del Municipal de Santiago. De hecho, el jueves 6 y el viernes 7 de marzo estará dirigiendo dos conciertos en el marco de los 70 años de la Filarmónica.
La nueva apuesta del Teatro Municipal de Santiago para liderar la Filarmónica tiene una renovadora agenda para su nueva faceta que comienza en 2026 y que, simbólicamente, se parece a lo que hizo al caminar entre las cámaras del territorio pop del Festival de Viña.
Es decir, cruzar lo docto con lo popular, lo clásico con lo masivo y renovar un puente entre ambos mundos cuando se trata de que la música clásica llegue a más audiencias en Chile. ¿Qué pensó durante el silencio de los comentaristas cuando cruzó junto a su acompañante, la cantante lírica María Gracia Aguilera, la alfombra roja?La verdad es que en el momento no lo notamos, pues lo que se ve en pantalla es distinto de lo que se vive en el lugar.
Sin embargo, luego de ver lo sucedido, simplemente se reforzó mi idea de lo importante que es tender puentes entre el mundo popular y el mundo clásico, que a veces parecen muy distintos, pero en realidad tienen mucho en común y mucho por conocer el uno del otro.
En este sentido, no lo tomé como una ofensa personal, sino como el natural desconocimiento que puede existir en personas que se especializan en otros temas y que no necesariamente conocen la labor que realizo no solo yo, sino también los teatros en Chile, orquestas y otros actores del mundo más clásico.
Por lo mismo, ser parte del jurado (del Festival de Viña) fue una idea que me entusiasmó por la tremenda oportunidad que ofrece de acercar esta disciplina a nuevos públicos. ¿Qué le dijo su círculo cercano cuando les contó que sería jurado de Viña del Mar?O sea, mi mamá me preguntó cómo me sentía. Y al principio fue como “pensemos esto en frío”, un poco con la guata apretada porque la pregunta es qué hace un director de orquesta en Festival de Viña. Pero después empiezan a aparecer comentarios de gente que sabe al respecto de lo que está opinando. Yo también tengo un amigo melómano que ha sido súper certero en datos históricos.
Él me dijo: “oye, pero Paolo, en el 74, Ramón Binay fue director del jurado de Viña del Mar”. Ramón Binay es uno de los grandes tenores de la historia de la música clásica lírica del mundo. “Con Claudio Narea hemos conversado mucho de música de todos los estilos. Con Bacilos compartimos vivencias, con Kidd Voodoo hablamos tanto de música clásica como de urbana”. ONAURDIVADque quería hacer”, asegura. ponerlo en perspectiva.
Hay gente que puede preguntarse: “¿ y este qué está haciendo acá?”. Y la respuesta creo que sería “y, ¿por qué no?”. ¿Cómo ha sido la experiencia de jurado?Ha sido muy interesante conocer de cerca a personas que vienen de mundos musicales tan diversos, con los cuales hemos estrechado lazos y sostenido conversaciones súper enriquecedoras.
Con Claudio Narea, por ejemplo, hemos hablado mucho de música de todos los estilos, con Bacilos hemos compartido vivencias, con Kidd Voodoo hemos hablado tanto de música clásica como de urbana... En fin, ha sido bello el cruce de puntos de vista () Cualquier experiencia que sirva para visibilizar a los actores de la música clásica, acercar mundos y generar estos diálogos es algo que siempre me va a motivar y, de poder hacerlo, me sumaré con gusto. ¿Y sabe a qué lista de otros músicos clásicos se suma que han sido parte del Festival de Viña?Bueno, Luis Sigall, un músico de conservatorio, fue presidente del jurado y actualmente el nombre que tiene el certamen del concurso de música clásica más importante de Chile, que se hace en Viña, es de Luis Sigall. Después estuvo la soprano Victoria Vergara. Y arriba del escenario estuvieron músicos clásicos como Plácido Domingo, Verónica Villarroel, Tito Beltrán, Patricia Cifuentes, la Orquesta Sinfónica de Chile más de una vez. El maestro Francisco Retig, director de orquesta, conduciendo la sinfónica en una obertura del Festival de Viña.
No es que yo vine a hacer algo que nunca se ha hecho y eso me parece súper importantePaolo Bortolameolli se salta las etiquetas y prejuicios que lo sitúan solamente en la esfera de la música docta y sin problemas ahonda en sus propios gustos en la cultura pop, alabando por ejemplo a Soda Stereo o entendiendo que la música de un cantante urbano como Kidd Voodoo se debe medir por otros parámetros. Uno elige la métrica con que valora lo que está viendo, escuchando. O sea, obviamente no puedes esperar que en una película comercial de Marvel vas a encontrar un tiro de plano como el que hace Martin Scorsese. Sería absurdo esperar una cosa así. Y eso no es un juicio de valor, es simplemente una selección de cuál fue la métrica que elegiste para disfrutar lo que tienes delante. Por ejemplo, esta ha sido una oportunidad para mí de escuchar más música urbana, y honestamente estoy súper abierto a eso. Me gusta el rock clásico y por mi hijo he llegado a conocer mucho la Billie Eilish, por ejemplo. Pero me encantan los Beatles, me gusta el jazz, me gusta la Ella Fitzgerald. El génesis de su formación musical reside en el núcleo de su familia.
Un abuelo que también estudió en el conservatorio, pero que luego derivó en abogado, lo motivaba a estudiar piano; un padre melómano que lo llevaba desde pequeño a la ópera y una madre culta, cariñosa y además preocupada de su integridad emocional, fueron la red primaria para desarrollar una carrera en la música. De hecho, gracias a esas motivaciones puede decir con seguridad absoluta que desde muy chico sabía lo que quería ser y hacer en su vida: Siempre fue así: siempre quise ser director de orquesta. A los 7 años es lo que quería hacer. La primera vez que asistió al Teatro Municipal era un niño de 6 años y fue de la mano con su padre, Rodolfo Bortolameolli. Fui a ver “La flauta mágica”. Y lo que más me gustó no fue tanto la música, sino que el backstage. Mi papá siempre conoció a todo el mundo en el Municipal, no porque fuera músico, sino que él sí que tenía harta personalidad. Entonces me trajo al backstage del teatro. Y tengo grabada esa imagen. De hecho, hay una foto de eso. Me acuerdo perfecto que era una producción llena de columnas que crees que son redondas por todos lados. Pero no pues, son todas huecas. Están solamente las semicircunferencias y por detrás está todo. Y más que desilusionarme, me pareció maravilloso. Pensé: “esta es la magia”. ZEPÓLOSNOFLAOIGRESEn una charla TED que hizo queda claro que para acercar la gente a la música usa herramientas de la narrativa. Claro. Es que yo creo que uno en todo cuenta historias. Somos una especie que necesitamos que nos cuenten historias y nos gusta contarlas. Pero eso no es tan habitual en el mundo de la música ¿ o no?Yo lo veo súper claro. De hecho, la narrativa musical es mucho más nítida de lo que uno pudiese llegar a pensar desde un punto de vista que hay una construcción con personajes. Cuando uno habla de personajes, también habla de una melodía, de un tema que tiene una característica muy específica. Ta-ta-ta-tán tiene una característica: es reafirmante, es insistente. Bueno, eso lo identificas y dices “este es un personaje, claramente”. Y después viene otro tema que contraste con eso y también lo reconoces porque es muy distinto. Luego, estos dos personajes se empiezan a desarrollar porque hay un conflicto y un clímax y después, un desenlace y un epílogo.
Entonces cuando uno entiende eso así, escuchas la música y dices: “oye, en realidad... hay una historia”. ¿Tiene referentes que busquen acercar así el arte a las personas corrientes?Por ejemplo, Leonard Bernstein, que es un referente absoluto para mí en términos de comunicación del lenguaje musical, lo hacía también así, muy didácticamente. Y de alguna forma te simplificaba todo y te decía, oye, pero si ahí está. ¿Y la gente del conservatorio?Mira, es una buena pregunta. Yo creo que la gente del conservatorio también lo hace, lo que pasa es que a veces se cae en que el academicismo puede resultar a veces, no siempre, un lenguaje que distancia. El arte de la representación, de la narrativa como imán para atraer audiencias es algo que primero descubrió en el cine. Lo que más me gustaba de chico era el cine. Adoraba ver películas y luego disfrazarme y representar historias. Siempre fui medio teatral. Me acuerdo perfecto que cuando vi “Los Diez Mandamientos” en una Semana Santa, yo me creía Moisés y andaba con un poncho y un palo por la casa.
Y cuando vi Batman por primera vez también quería ser el Guasón, entonces¿ Quería ser el Guasón en vez de Batman?El Guasón porque era más entretenido. ¿Te acuerdas de los Rayfilter que uno se echaba? Bueno, había uno blanco y yo me pinté toda la cara de blanco para hacer del Guasón. Es que el cine siempre me gustó muchísimo. Tras la sorpresiva renuncia del director de orquesta italiano Roberto Rizzi Brignoli, Paolo Bortolameolli asumirá como nuevo líder de la Filarmónica en 2026.
Sobre el tema del liderazgo con la gente, ¿le ha tocado enfrentarse a un grupo humano en donde la comunicación no fluyera?Nunca me he enfrentado a una situación como catastrófica de encuentro, la verdad es que no. Sí situaciones donde tienes que convencer, donde tienes que de alguna formaAquí han pasado cosas terribles con los directores. Bueno, es que el director de orquesta puede ser un punto de choque o un punto conciliador. Personalmente lo veo como una figura que puede ser tremendamente inspiradora y no desde un punto de vista de que él es el jefe. No creo en que el director de orquesta ejerza poder desde una jerarquía, creo que lo que él hace es liderar desde el convencimiento, desde el escuchar mucho, lo cual es una buena analogía. Muchos se preguntan qué hace el director de orquesta. Puedes verlo desde un punto de vista muy superficial en el sentido que es el que mueve el palito, pero en realidad no es eso. El director de orquesta es el concertador de todo esto, y para hacer eso lo que tiene que hacer es escuchar. Si no escuchas es imposible que vayas con la música. Porque si tú solamente estás escuchando tu idea interna de lo que tú quieres, pero no lo que realmente está ocurriendo. Es una conversación. Todo el tiempo, es un baile. Si no estás escuchando, no se genera ese ir con lo que está ocurriendo.
Uno de los mejores consejos que he recibido en la vida es de Bernard Haydn, uno de los legendarios del siglo XX, a quien tuve la fortuna de conocer porque me aceptó como alumno en unas masterclass. Le llevé una pregunta sobre el preludio de “La Siesta del Fauno” de Debussy. ¿Por qué esa obra? Porque él era reconocido en el mundo como un referente de esa obra. Yo, muy mateo digamos, le llevé una pregunta muy como concreta, así como: “Ay, maestro, ¿usted qué opina de esto? ¿ Qué debería hacer?” Y le mostré la partitura.
Él tenía ochenta y tantos años, me agarró el brazo y con mucha serenidad y sabiduría me dice: “Paolo, yo no te puedo decir nada en este momento, porque lo que tú tienes que hacer primero es escuchar lo que la orquesta tiene para decirte. De ahí se parte. Después de eso, después de la propuesta musical de la orquesta, ahí recién tú empiezas a danzar con ellos”. ¿Cuándo fue que le dio ese consejo?En 2013, hace 12 años atrás. Y eso me sirvió para la vida.. “Siempre quise ser director de orquest