EDITORIAL: Más allá del tren de olas
EDITORIAL: Más allá del tren de olas Hay que mejorar en algunos aspectos y reforzar en otros, pero, lo positivo es que, finalmente, el impacto fue menor y no lamentamos situaciones complejas.
Más allá del tren de olas EDITORIAL na nueva página de aprendizaje vivió el país y la Región a propósito de la Alerta Roja por tsunami, tras el terremoto de 8.8 grado Richter que aconteció en Rusia la noche del martes.
Hay varios hechos a relevar, como, por ejemplo, la rápida reacción de las autoridades, quienes se reunieron inmediatamente sabida la posible llegada de un maremoto a Chile y determinaron medidas para afrontar las diversas fases de la emergencia. Primero, con una alerta amarilla, que significó monitoreo y preparación, y, luego, una alerta roja, que se tradujo en órdenes de evacuación, con horarios acordes a la eventual llegada de los denominados trenes de olas.
A lo anterior, se suma la impecable reacción de la ciudadanía, cuya acción demuestra que existe un saber que es parte de la memoria y la cultura de las familias de nuestro país y de la Región.
Se ha avanzado en tecnología, lo cual ayuda a generar la red de protección y que, en ocasiones como esta, evidencia su utilidad. "Me parece que es pertinente cerrar puertos, playas, estar tomando las precauciones que se están tomando. Quizás alguno puede decir es exagerado porque no se ve mucha amplitud. Pero ojo; son amplitudes de tsunami, por lo tanto, pueden arrastrar cosas", dijo a Noticias UdeC, la académica del Departamento de Geofísica de la Facultad de Ciencias Físicas, Dra. María Ignacia Calisto Burgos. U Con un matiz más crítico el también académico y geólogo de la UdeC, Dr.
Andrés Tassara, aseguró que "había información suficiente como para poder haber hecho una alerta, una precaución, mucho más moderada, como así lo ameritaba el conocimiento de cómo se está desarrollando el tsunami en la cuenca del Pacífico. Estamos bien al debe, como siento que hay un pequeño retroceso en ese sentido en el sistema de alerta tsunami, sobre todo para tsunamis lejanos". Sin embargo, también quedan otras tareas por avanzar.
Pese a que está anunciado como un proyecto con pronta adjudicación para concretarlo, la red de alertas de tsunamis en zonas costeras, que implica la instalación de sirenas para anunciar un posible peligro, aun no se materializa. También, hay que tener presente lo que ocurrió con el transporte público en el Gran Concepción.
Personas que trabajan en Concepción y viven en comunas como Lota, Coronel o Tomé, entre otras, y que llegaron en la mañana a realizar labores, por la tarde, tuvieron escaza presencia de micros para devolverse a sus hogares. Un punto negro. En todo caso, queda un sabor más dulce en el balance. Hay que mejorar en algunos aspectos y reforzar en otros, pero, lo positivo es que, finalmente, el impacto fue menor y no lamentamos situaciones complejas..