La UE busca contener el dominio tecnológico de EE.UU. con su postura de "Europa Primero"
La UE busca contener el dominio tecnológico de EE.UU. con su postura de "Europa Primero" R ezagada en la carrera tecnológica frente a otras potencias, y preocupada por el desafío que le presentan ahora los CEO de grandes empresas estadounidenses del sector muy afines al Presidente Donald Trump y su tono crítico contra el bloque, la Unión Europea (UE) está volcada en la búsqueda de una soberanía tecnológica que es vista como un elemento clave para su seguridad, con una postura que apunta a privilegiar su propia innovación y desarrollo para evitar convertirse en una "colonia digital". Si ya tras el triunfo electoral de Trump el año pasado líderes de tecnológicas europeas como Proton VPN y Vinted llamaron a la UE a tomar una postura de "Europa Primero" para evitar una dependencia aún mayor de EE.UU., en diciembre fue el comisario europeo de Industria y segundo vicepresidente de la Comisión Europea (CE), Stéphane Séjourné, el que propuso una estrategia de "Europa Primero" para proteger sectores clave como el de la tecnología, en respuesta al retorno de Trump.
El mismo mes la presidenta de la CE, Ursula von der Leyen, reforzó la estrategia al nombrar a la finlandesa Henna Virkkunen como la primera vicepresidenta ejecutiva en la historia de la comisión a cargo de la soberanía tecnológica.
A fines de 2024, Virkkunen anunció una inversión de 750 millones de euros en siete supercomputadoras para impulsar la capacidad de la IA en la industria europea, sumado a más de 900 millones de euros anunciados previamente para la expansión durante los próximos tres años de empresas europeas que trabajan en tecnologías clave como los microchips y la computación cuántica, con el fin de evitar que recurran a fondos de países como EE.UU.
Es que hoy Europa depende entre un 75% y 90% de empresas chinas para su suministro de microchips, y en lo que respecta a innovación de IA, Europa solo posee siete de los considerados modelos de vanguardia (o IA de Frontera), mientras que China posee 22 y EE.UU. 109, sumado al hecho de que las siete principales empresas tecnológicas de Europa son 20 veces más pequeñas que sus contrapartes estadounidenses en base a su valor en la bolsa, según el think tank Consejo Europeo de Relaciones Exteriores. "Las cifras hablan por sí solas", afirma a "El Mercurio" Francesca Bria, profesora de innovación del Instituto de Innovación y Propósito Público de la University College de Londres y asesora de políticas de la Comisión Europea, quien agrega otros datos como que Europa posee solo el 7% del mercado global de software, depende en un 70% de empresas de EE.UU. para su infraestructura de nube, y produce solo un 10% de los chips a nivel mundial. "Una cláusula de `Europa Primero' en las contrataciones públicas podría ser transformadora, creando una fuerte demanda interna de soluciones tecnológicas europeas al tiempo que garantiza la competitividad y la soberanía tecnológica", afirma.
Una brecha difícil de cerrar Aún cuando hoy el tema de la soberanía tecnológica está al centro de la agenda en Bruselas, la brecha que pesa sobre Europa podría verse aún más complicada desde el otro lado del Atlántico gracias a un Trump que apuesta con fuerza por el sector tecnológico en su segundo gobierno, con Elon Musk como su mano derecha y nuevos apoyos de otros grandes líderes tecnológicos como Mark Zuckerberg y Jeff Bezos, que se muestran favorables a las políticas proteccionistas del republicano.
Algunos de estos nombres, como Zuckerberg y Musk, se han mostrado además muy críticos con las estrictas regulaciones europeas sobre sus empresas, muchas de las cuales se ven enfrentadas a la justicia de la UE por violaciones a sus leyes antimonopolio y de regulación de contenidos. "Desde las elecciones estadounidenses, la conciencia sobre una necesidad de autonomía tecnológica se ha intensificado, especialmente en lo que respecta a la influencia de las redes sociales privadas estadounidenses en la esfera pública europea", explica Raphaël Pouyé, profesor del Sciences Po de París y experto en políticas de innovación democrática y gobernanza digital. "Ahora hay un fuerte movimiento para recuperar la propiedad del espacio público y la infraestructura europeas". Pero más allá de la influencia en el ámbito público de empresas como Meta o X, el nuevo gobierno estadounidense dio un golpe a la mesa al anunciar Trump una inversión privada de US$ 500 millones en el megaproyecto Stargate para la construcción de infraestructura de IA en EE.UU.
Iniciativas nuevas y el debate sobre la regulación Frente a este escenario, en Europa crece entre especialistas, políticos y líderes tecnológicos el debate sobre temas como la fuerte regulación que la UE impulsa sobre las nuevas tecnologías y su potencial impacto sobre las capacidades europeas de innovación.
Y aunque por un lado autorid a d e s c o m o V i r k k u n n e n y miembros del Parlamento Europeo aseguran que no relajarán las regulaciones frente a la arremetida de tecnológicas estadounidenses, por otro hay cada vez más "llamados a apoyar a los líderes (tecnológicos) nacionales o europeos modificando las reglas de competencia, como las regulaciones antimonopolio, y reformando las reglas financieras europeas para desbloquear la financiación de la UE para los campeones tecnológicos europeos", explica Pouyé.
En tanto, en septiembre fue presentada en el Europarlamento una iniciativa multipartidaria conocida como EuroStack, una infraestructura pública digital que ayude a avanzar en la soberanía tecnológica de Europa y potenciar las empresas locales, entre otras cosas, y que según Pouyé es una iniciativa que "está ganando impulso" dentro de la UE. Esta iniciativa ofrece "un marco tecnológico independiente `Made in Europe' basado en chips avanzados, infraestructura de nube sostenible e inteligencia artificial soberana adaptada a las necesidades de nuestra industria.
No se trata de aislacionismo, sino de poner en marcha una política industrial digital proactiva para Europa", señala Bria, quien resalta que para el continente se trata de un momento crucial para tomar medidas "audaces", frente al "riesgo de convertirse en una colonia digital en un mundo dominado por otros". Sobre el continente pesa una gran brecha en esta área en comparación a otras potencias: La UE busca contener el dominio tecnológico de EE.UU. con su postura de "Europa Primero" JOSÉ TOMÁS TENORIO LABRA Corresponsal en España Bruselas apuesta con fuerza por lograr una soberanía tecnológica del bloque, en un contexto marcado por el retorno de Donald Trump a la Casa Blanca y la arremetida de los principales líderes de las grandes empresas del sector. DEPENDENCIA La Unión Europea depende hoy entre un 75% y 90% de empresas chinas para su suministro de microchips. LA UNIÓN EUROPEA busca potenciar el sector tecnológico para, entre otras cosas, reducir la dependencia de potencias extranjeras. FRANCE PRESSE.