Alarmante actividad delincuencial
Alarmante actividad delincuencial El asalto a un cuartel de la Armada por sujetos que irrumpieron con armas de fuego y redujeron a su guardia, junto con el asesinato con arma blanca del presidente de la Unión de Franceses de Chile por un grupo de cinco individuos, cuatro de ellos menores de edad, cuando perpetraban un robo en su residencia, produjeron gran alarma en la población.
Ambos hechos revelan el grado de desparpajo con que los delincuentes están actuando, la diversidad de delitos gravísimos en los que están dispuestos a incurrir y las enormes dificultades que enfrenta la institucionalidad para dar con una estrategia que corrija la trayectoria del país en los últimos años en esas materias.
Por de pronto, ingresar a un recinto militar premunido de armas de fuego, sorprender a la guardia, inmovilizarla, para luego sustraer su armamento, muestra una osadía casi inédita de parte de los perpetradores (además de una cierta laxitud en la disci-plina militar de la guardia, que no deja de resultar preocupante). También, el que menores de edad tengan la sangre fría para asesinar al dueño de la casa a la que habían ingresado para sustraer especies, por más que este haya intentado una defensa, es otra gravísima muestra de que la delincuencia está alcanzando niveles cada vez más altos de peligrosidad.
Asimismo, las distintas motivaciones que se pueden advertir tras ambos eventos por una parte, sustraer armas para cometer otros delitos, y por otra, el robo en residencia particular constituyen un mudo testimonio del amplio espectro de la actividad delictual que se desarrolla en el país.
Con todo, la policía pudo detener a los menores de edad durante la misma madrugada en que ocurrieron los hechos, porque el vehículo sustraído por estos tenía instalado un sistema GPS que registraba su ubicación, lo que permitió la detención de algunos, y los rastros que dejaron al utilizar su celular permitió dar con los otros.
Esa eficientelabor policial debe ser valorada, no solo porque evidencia que está recurriendo a medios técnicos más sofisticados, sino porque además lo está haciendo con prontitud, todo lo cual entrega una buena señal a la población, y mala a los delincuentes, que concluirán que les resultará progresivamente más difícil salirse con la suya, en la medida en que las policías perseveren en el uso de tecnologías de información modernas para perseguir al delito. El camino de tecnificación de las policías es, sin duda, fundamental.
La existencia de cámaras de video en distintos lugares de la ciudad que posibilitan reconstruir la trayectoria de vehículos o personas, dependiendo de la densidad con que ellas se hayan instalado; el uso de inteligencia artificial para extraer patrones de los datos que se van recopilando; la utilización de manera intensiva del reconocimiento facial para identificar a delincuentes que están siendo buscados, además demantener bases de datos activas de procesos judiciales o antecedentes penales de las personas, son todos elementos modernos que sirven para combatir la delincuencia de manera más efectiva.
Adicionalmente, las RUF (Reglas para el Uso de la Fuerza) juegan un importante papel en la capacidad de disuasión de las policías (o de la guardia de un cuartel de la Armada), porque la debilidad o inhibición para usar la fuerza tiene como contrapartida un aumento de la osadía de los delincuentes.
A ello se suma la actuación de las fiscalías y del Poder Judicial que, dentro de los márgenes de acción que les permite la normativa vigente, deben aumentar el rigor con que juzgan la acción delictiva violenta, especialmente ahora que la población considera que se trata del mayor problema que enfrentan en sus vidas diarias. La delincuencia es un problema cuya solución toma tiempo, pero sin perseverancia y rigor técnico, investigativo y judicial, es muy difícil ser exitoso. Sin perseverancia y rigor técnico, investigativo y judicial, es muy difícil ser exitoso en la lucha contra la delincuencia..