Ingresos en la región: salarios se ubican bajo el promedio y brecha de género supera el 24%
Ingresos en la región: salarios se ubican bajo el promedio y brecha de género supera el 24% En el Biobío, la mitad de los trabajadores gana $600.000 o menos, monto insuficiente para enfrentar el alto costo de la vida y que se ubica muy La La Encuesta Suplementaria Suplementaria de Ingresos (ESI) 202, elaborada por el Instituto Nacional de Estadísticas (INE), revela que el ingreso laboral promedio promedio en Chile es de $897.000 netos, mientras que en la región del Biobío dicho monto alcanza los 800.000, lo que evidencia un rezago de $97.000. El costo creciente de la canasta canasta básica y los servicios esenciales esenciales contrasta con el ingreso mediano regional de $600.000. Esta situación hace que para muchas familias ahorrar o enfrentar imprevistos sea casi imposible sin recurrir a ingresos complementarios o al endeudamiento. endeudamiento.
Daniela Catalán, académica de la Facultad de Economía, Negocios y Gobierno de la Universidad Universidad San Sebastián, explicó que “aunque el ingreso medio creció en términos reales respecto respecto de 2023, el poder adquisitivo adquisitivo sigue presionado y los niveles actuales no pueden con sidera rse altos para estándares urbanos ni para los requerimientos de bienestar mínimo”. La especialista agregó que estos indicadores evidencian una alta concentración en los tramos bajos, que no poseen holgura holgura financiera. “Esto perpetúa la vulnerabilidad económica y limita la capacidad de ahorro de ios hogares”, prccisó.
Esos $600.000, que representan representan el ingreso de la mitad de la fuerza laboral regional, alcanzan alcanzan “apenas para solventar alimentación, alimentación, transporte, vivienda y servicios esenciales, dejando escaso margen para ahorro o gasto en salud, educación o recreación”. Esta situación, de acuerdo con Catalán, ubica al Biobío “lejos de las regiones líderes como Metropolitana. Metropolitana.
Magallanes y Antofagasta, Antofagasta, donde los ingresos medios superan el millón de pesos, y lo acerca más a zonas con estructuras estructuras productivas menos diversificadas diversificadas y con predominio de sectores sectores de menor valor agregado”. La académica concluyó que “la región exhibe un nivel salarial salarial intermedio-bajo dentro del contexto nacional, lo que limita su competitividad yla capacidad de mejorar el bienestar de sus habitantes”. BRECHA SALARIAL DE GÉNERO La brecha de género en el ingreso medio regional alcanza 2&2% en desmedro de las mujeres, mujeres, fenómeno que Catalán atribuye atribuye a una combinación de factores factores estructurales y culturales. “La segregación ocupacional mantiene a muchas trabajadoras trabajadoras concentradas en sectores de menor remuneración y con una escasa presencia en industrias de alto salario. A esto se suma la mayor participación femenina en empleos a tiempo parcial o conjornadas reducidas”, detalló.
La especialista añadió que confluyen las barreras de acceso a cargos directivos, las interrupciones de carrera por maternidad o cuidado familiar y la persistencia de diferencias salariales no explicadas, asociadas asociadas a discriminación y menores márgenes de negociación. “Todo esto perpetúa una desigualdad que trasciende el ámbito laboral y repercute en la autonomía económica de las mujeres”, enfatizó.
Manuel Chong, economista y académico de la carrera de Ingeniería Comercial de la Universidad Universidad Andrés Bello (UNAB) de Concepción, identifica como causas principales la concentración concentración femenina en ocupaciones y sectores de menor remuneración; remuneración; el menor acceso a horas extras u otros pagos variables; las interrupciones de carrera que afectan la experiencia acumulada; acumulada; y, en algunos casos, la discriminación salarial directa para trabajos de igual valor. “También influye la sobrerrcpresentación sobrerrcpresentación femenina en empleos con menor poder de negociación salarial, como comercio minorista o servicios personales. Labrecha salarial de género es un patrón recurrente en la mayoría de los mercados laborales, aunque su magnitud varía según país, sector y políticas políticas de igualdad implementadas”, explicó. Chong destacó que en el caso chileno, las brechas tanto por hora como por ingreso mensual llevan más de una década sin cerrarse completamente.
Para reducir esta diferencia, Chong planteó la necesidad de “garantizar igualdad salarial, ampliar el acceso femenino a empleos mejor remunerados, fomentar la corresponsabilidad corresponsabilidad en las tareas domésticas y de cuidado, y eliminar sesgos y prácticas discriminatorias en las organizaciones”. “Los datos muestran que la paridad real aún está lejos, la brecha de ingresos persiste y en ciertos períodos incluso se ha estancado o aumentado” Manuel Chong, economista y académico de la Universidad Andrés Bello por debajo de las regiones nortinas, con mayores ingresos.
Ingresos en la región: salarios se ubican bajo el promedio y brecha de género supera el 24% María José illagrán prcnsa@latribuna.cl “La región exhibe un nivel salarial intermedio-bajo dentro del contexto nacional, lo que limita su competitividad y la capacidad de mejorar el bienestar de sus habitantes PROPUESTAS DESDE LA ACADEMIA Para Catalán, es necesario profundizar en medidas que ataquen las causas estructurales de la desigualdad. “Es clave garantizar igualdad salarial por trabajo de igual valor mediante mecanismos de transparencia remuneracional y fiscalización fiscalización efectiva. También aumentar la participación femenina en sectores de alto valor agregado como tecnología, ciencia e industrias estratégicas mediante capacitación especializada e incentivos de contratación, propuso.
La académica consideró fundamental “fortalecer la corresponsabilidad corresponsabilidad en los cuidados expandiendo la oferta de salas cuna, jardines infantiles y cuidados de personas dependientes para que las mujeres no vean limitada su trayectoria laboral”. Por su parte, Chong enfatizó que en materia laboral es indispensable indispensable asegurar la igualdad salarial efectiva y promover una mayor presencia femenina en cargos de responsabilidad, además de facilitar la conciliación trabajo-familia mediante mejor acceso al cuidado infantil y permisos parentales equitativos”. En el ámbito cultural, el economista consideró “crucial combatir estereotipos de género desde la educación y fomentar una distribución distribución más equitativa de las tareas domésticas”. Daniela Catalan, académica de la Universidad San Sebastián 1.