Autor: Dr. Carlos Matus Castillo Director Departamento de Ciencias del Deporte UCSC
Fortalecer el deporte local: una urgencia para Ñuble
Fortalecer el deporte local: una urgencia para Ñuble En 2015, un diagnóstico nacional ya advertía serias falencias en los Servicios Deportivos Municipales (SDM) de Chile. Casi una década después, poco ha cambiado. Las desigualdades persisten y los desafíos se mantienen.
En el actual proceso de actualización de la Política Nacional de Actividad Física y Deporte 2026-2037, se vuelve indispensable revisar esta realidad: sin municipios fortalecidos, no es posible implementar una política deportiva sostenible ni con sentido territorial. Un reciente estudio de la Universidad Católica de la Santísima Concepción (UCSC) analizó el funcionamiento de los 54 SDM de las regiones del Biobío y Ñuble. El objetivo fue caracterizar su estructura y gestión.
El diagnóstico es claro: los SDM continúan siendo actores precarizados dentro del sistema deportivo nacional y al interior de las propias estructuras municipales, a pesar de su cercanía con la ciudadanía y su rol clave en la promoción de estilos de vida activos y saludables. El estudio identificó tres funciones principales de estos servicios: ofrecer talleres, administrar recintos y apoyar a organizaciones deportivas comunales. Sin embargo, la capacidad de ejecución varía significativamente según el tamaño del municipio y los recursos disponibles. Más del 70% de los SDM opera con presupuestos inferiores a los 100 millones de pesos anuales, lo que limita de forma considerable su accionar. La infraestructura también presenta brechas importantes: predominan las multicanchas, mientras que espacios para deporte adaptado o piscinas techadas son escasos o inexistentes. A esto se suma una débil planificación. Solo la mitad de los municipios cuenta con un plan comunal de actividad física, y menos de un tercio realiza estudios o diagnósticos sobre hábitos deportivos. Así, muchas decisiones se toman más por la disponibilidad de recursos que por una comprensión real de las necesidades locales. Uno de los hallazgos más preocupantes del estudio es la baja incorporación del enfoque inclusivo. Solo un 5,6% de los cargos directivos de los SDM es ocupado por mujeres. Además, casi el 50% de los municipios no ofrece actividades de deporte adaptado y apenas un 7,4% contempla iniciativas dirigidas a pueblos originarios. A pesar de las limitaciones, los SDM son valorados por la comunidad y cumplen un rol fundamental en la promoción de la salud, la cohesión social y la participación ciudadana. Es por ello que la nueva política nacional debe avanzar con un enfoque territorial que considere las realidades locales. Establecer estándares mínimos de funcionamiento, mejorar los presupuestos, fortalecer las capacidades técnicas de los equipos comunales e institucionalizar procesos de evaluación son medidas urgentes. Junto a ello, el acceso equitativo a la oferta deportiva y la transversalización de la inclusión deben ser principios rectores.
Más que una deuda histórica, los SDM representan una oportunidad concreta para construir una política deportiva robusta desde lo local, con foco en la participación, la equidad y la calidad de vida, particularmente en regiones como Ñuble, donde el deporte puede ser un motor de desarrollo y bienestar comunitario.. Opinión