Nuestra democracia
Nuestra democracia e Como profesor de Derecho Constitucional, dedicado al estudio y enseñanza de temas como el Estado de Derecho, del valor inalienable de la democracia y de los derechos esenciales queemanan dela naturaleza humana como límite al poder estatal, siento la obligación de manifestar mi profunda preocupación al ver candidatos a cargos públicos que han defendido el régimen de Nicolás Maduro.
Venezuela se encuentra inmersa hace mucho en una crisis humanitaria y dimensiones alarmantes, ampliamente documentada por organizaciones como Human Rights Watch y Armnistía Internacional, así como por la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos a través de informes que detallan torturas, ejecuciones extrajudiciales y persecuciones a opositores políticos, evidenciando el panorama desolador cuando los valores democráticos se deterioran y la voz del pueblo essilenciada.
La democracia no es meramente un sistema de gobierno, es el pilar que sostiene la dignidad y la libertad delas personas, permitiendo la participación, la alternancia en el poder y el respeto por los derechos fundamentales. La erosión de la democracia abre las puertasa la tiranía, la corrupción y la injusticia.
Chile, con su propia historia de luchas y logros democráticos, debeser un defensor incansable de estos valores y no podemos permanecer indiferentes ante quienes defiendena Maduro, pues ello equivale aavalar un régimen que ha violado sistemáticamente las libertades fundamentales de su pueblo. La democracia es un valor que debeser protegido y promovido sin concesiones, por lo que instoa la ciudadaníaa reflexionar sobre la importancia de elegir líderes comprometidos con estos principios. No podemos permitir que quienes avalan regímenes autoritarios ocupen cargos de poder en nuestro Jorge Gacitúa Muñoz, académico U. San Sebastián