Igualdad de género: el único camino posible
Igualdad de género: el único camino posible El camino hacia la equidad de género en Chile hasido largo y sinuoso. Desde la lucha porel derecho al voto, hasta la incorporación al mercado laboral yla adopción de leyes de igualdad salarial, cada avance harequerido años de movilización y resistencia. Este nuevo 8M nos plantea desafíos que demandan un cambio cultural profundo. Labrechasalarial sigue siendo una de las heridas más visibles en términos de desigualdad de género. Las chilenas continúan percibiendo aproximadamente un 20% menos quesus colegas hombres por trabajos equivalentes Esta disparidad nosolorefleJadiscriminación directa, sino también la subvaloración sistemática desectoreslaboralestradicionalmentefeminizados, comoel delaeducación primaria, salud y cuidados a terceros y trabajo doméstico.
El techo de cristal, laberinto de cristal, suelo pegajoso, o comolo quieran caracterizar permanece como una barrera invisible pero contundente, Una muestra:enlos directorios delas grandesempresas chilenas, la presencia femenina apenas supera el 10%, muy por debajo del promedio de la OCDE, que evidencia un 33% de participación femenina en Europa y un 32% en Estados Unidos y Canadá. Esta brecha muestra que las mujeres siguen enfrentando obstáculos para accedera espacios detoma de decisiones, debido principalmente a que el trabajodoméstico yde cuidadosrecae mayoritariamente en hombros femeninos. Las chilenas dedican, en promedio, 5.9 horas diarias a laboresno remuneradas, casiee triple que loshombres Esa "doble jornada" limita sus oportunidades profesionalesy perpetúa ciclos de dependencia económica. Dicha falta de equidad tiene consecuencias de'mográficas y económicas alarmantes. Chile presenta una de las tasas de natalidad más bajas de América Latina, fenómeno directamente vinculado a la incompatibilidad entre maternidad y desarrollo profesional. Las mujeres están poster gandoo descartando la maternidad antelaimpoSibilidad de conciliar cuidados y trabajo en un "mercado laboral inflexible.
Según datos del INE, paraquese produzca untecambio poblacional se requiere alcanzar una tasa de fecundidad de 2,1 hijos por madre, hoy solos de 1,17 y en una dé cada, los nacimientos han disminuido de 14 nacimientos por cada 1.000 habitantes en 2014a 9 nacimientos por cada 1.000 habitantes en 2024. Porotra arte ladesigualdadimpulsala prolifea cióndelmercado informal, dondecerca de 3,2 millonesdetrabajadorasse desempeña sin protecciónsocialniderechoslaborales Este círculo vicioso perpetúala precariedad yaquela informalidad reducelos ingresos vitalicosy las futuras pensiones profundizandola feminización dela pobreza en la vejez. Este 2025 nosexige transitar desde la igualdad formal hacia lasustantiva.
Necesitamosqueel Es tado desarrolle políticas públicas quereconozcan la diversidad deexperiencias femeninas sistemas de cuidado corresponsables, educación no sexis. ta desde la primera infancia, y mecanismos efectivos para garantizar el cumplimiento de las leyes ya existentes, porque la equidad de género no es "untema de mujeres" sino un imperativo democrático y de desarrollo. crático y de desarrollo. DRA. CLAUDIA REYES BETANZO Académica Facultad de Comunicaciones Universidad del Desarrollo.