Autor: Cristián Valenzuela Abogado
Make Chile great again
ESPACIO ABIERTO Make Chile great again ESPACIO ABIERTOa victoria de Trump fue aplastante.
No solo porque ganó una mayoría en el Colegio Electoral y porque logró imponerseen el voto popular, sino además, porqueel Partido Republicano logró recuperar el liderazgo del Senado y podría mantenerse al mando de la Cámara de Representantes.
La mayoría delos analistas seilusionaban con un triunfo de Harris. ¿Cómo es posible que un candidato condenado por la justicia le ganara a una mujer afroamericana con una trayectoria tan supuestamente impecable como la de Harris? ¿ Cómo este hombre blanco, grosero e ignorante, quees un potencial peligro para la democracia, podía llegar a ganar? Una columnista afir-mó, sin fundamento, que los americanos, jóvenes, hispanos, afroamericanos y mujeres, habían comenzado a darse cuenta de la política “populista, errática, estrafalaria y odiosa” de Trump y transitaban felices hacia la moderación, la unidad y las virtudes que ofrecía Kamala Harris. Nada más alejado de la realidad. Esta elección no fue una definición sobre las personalidades de los liderazgos en disputa, sino sobre los dolores, deudas y demandas de la población. Trump encarna el triunfo del senla aspiración de los norteameritido común y canos de elegir a alguien que se comprometa a enfrentar las urgencias de la mayoría.
Una economía quese recuperaba lentamente, pero que había afectado gravemente la calidad y el costo de vida de los más vulnerables; una inmigración ilegal devenida en una verdadera invasión; una política exterior ralentizada, amenazada por las grandes potencias y por el desgaste de conflictos a los que EE.UU. se veía arrastrado. La apuesta de Donald Trump fue simple y directa: sintonizar con la mayoría de los norteamericanos, relevando las urgencias como prioridades de su plataforma y comprometiéndose, con medidas concretas, a resolverlos en su gobierno. Por cierto, son muchos los desafíos y dudas sobre cómo podrá resolver estos problemas, pero las campañas se ganan con votosy Trump logró conquistarlos. En Chile, con las diferencias que existen, el desafío no es muy distinto al de EE.UU. Hoy pagamos las consecuencias de haber permitido que la última elección presidencial fuera una definición sobre el supuesto carácter de los candidatos, y no sobre las urgencias de los chilenos.
Por eso, el progresismo radical y el buenismo de algunos, permitió que ganara una persona sin experiencia, sin herramientas ni interés para resolver el conflicto profundo del país y que nos tiene enfrentando una crisis de seguridad sin precedentes; una invasión deinmigrantes ilegales descontrolada; una economía estancada y donde el costo de la vida ha aumentado exponencialmente en los últimos años.
Espero que el próximo año, triunfe la plataforma presidencial que se comprometa a enfrentar con decisión las urgencias que tiene Chile en materia de seguridad; que nos permita reconstruir el orden; y, sobre todo, que vuelva a recuperar el progreso económico.
Alguien que permita que Chile vuelva a ser grande otra vez y que rompa el ciclo nefasto de componendas de izquierda y de derecha, que ha impedido el salto definitivo de Chile al desarrollo y permitido el deterioro institucional y político de un país que antes lideraba y que hoy está sumido en la completa irrelevancia..