Cuando la luz se apaga, la confianza también
Cuando la luz se apaga, la confianza también eColumnaexige rapidez y precisión. Durante el apagón, las versiones delos distintos actores fueron contradictorias. Mientras la SEC aseguraba una reposición rápida, el CEN analizaba las causas del evento y algunas empresas advertían que el problema podría extenderse. Estas inconsistencias erosio-1apagón masivo dejó a electricidad. En una sociedad hiperconectada, la falta de energía significó más quesolo una interrupción: expuso las debilidades de la comunicación estratégica de las instituciones encargadas cuando ocurren emergencias comoel “terremoto eléctrico” del25 defebrero. La gestión de crisis no se tratasolo de resolver el problematécnico, sino que también de manejar adecuadamente la incertidumbre. En ese contex1o, los organismos responsables-Gobierno, la Superintendencia de Electricidad y Combustibles (SEC), el Coordina-naron la confianza pública y generaron incertidumbre. A pesar de estos problemas, hubo aciertos. Carabineros y Senapred utilizaron radios comunitarias y redes sociales con internet móvil para entregar recomendacionesbásicas. Esto ayudó a muchos ciudadanos a actuar con calma. También algunos medios“El apagón del 25F debe ser un llamado de atención para fortalecer la comunicación en emergencias.
Es clave que las autoridades diseñen protocolos más ágiles, con una vocería única y coordinada”. dor Eléctrico Nacional (CEN) y las empresas encargadas de la generación, transmisión y distribucióndebían proporcionarinformación clara y rápida que disminuyera la ansiedad de unapoblación literalmente a oscuras. Sin embargo, la reacción inicial evidenció fallas de coordinación y demoras en la entrega de mensajes clave, alimentando la confusión ciudadana. Uno delos problemas más evidentes fue la falta de una vocería centralizada en los primeros minutos. Mientras algunos ministerios emitían comunicados y las empresas eléctricasintentaban controlarla narrativa en redes sociales, las especulaciones se multiplicaban. Sin un mensaje oficial contundente, la ciudadanía buscó respuestas en fuentes no verificadas, aumentando la desinformación. Surgió así, por ejemplo, la versión falsade un atentado. La comunicación de crisisregionales jugaron un rol clave al mantener informada ala población. El apagón del 25F debeser un llamado de atención para fortalecer la comunicación en emergencias. Es clave que las autoridades diseñen protocolosmás ágiles, con una vocería única y coordinada. Además, resulta urgente mejorar los canales alternativos para que la ciudadanía reciba información oportuna incluso sin internet. Chile está acostumbrado a enfrentar catástrofes, pero aún queda mucho por mejorar enla forma en que se comunica con la ciudadanía en momentos críticos. Transparencia, rapidez y coherencia en la información no solo reducen la incertidumbre, sino que fortalecen la confianza en las instituciones. La pregunta es: ¿ más allá de la indignación del presidente, aprendimos la lección del25F o repetiremos losmismos errores?*Centro de Estudios de la Comunicación (ECU) U. de los Andes. Juan Pablo Barros