La vital labor de los salvavidas en las playas
La vital labor de los salvavidas en las playas Los héroes de la arena:dades como la Federación Chilena de Salvavidas o la Armada de Chile, garantizando que cada profesional esté listo para enfrentar cualquier situación. Además de la formación inicial, los salvavidas deben mantenerse en óptimas condiciones físicas mediante entrenamientos constantes que incluyen natación, ejercicios de resistencia y simulacros de rescate en distintas condiciones marítimas. También es fundamental la actualización en técnicas de reanimación y uso de equipos de salvamento como tablas de rescate y boyas especiales. MÁS QUE UN TRABAJO DE VERANO El trabajo de salvavidas no es un simple “verano en la playa”. “Ser salvavidas no es estar de vacaciones; siempre debemos estar atentos. Si bien estamos en la playa, es un tracualquier como bajo otro”, enfatiza Elguin. Joan Rojas añade que “nuestra misión está car-gada de responsabilidad y desafíos.
Debemos estar en constante vigía, atentos, y listos para acivar en cualquier momento”. Muchos bañistas desconocen que los salvavidas trabajan bajo presión, enfrentando condiciones adversas como corrientes peligrosas, fuertes vientos y grandes multitudes, especialmente en temporada alta. La concentración y la rapidez de reacción son cruciales para evitar incidentes que pueden poner en riesgo vidas. CAPACITACIÓN CONSTANTE La capacitación constante es clave en esta profesión. “Las condiciones del mar son dinámicas y cada temporada trae nuevos retos.
Nos actualizamos en protocolos de rescate, primeros auxilios y manejo de emergencias”, explica Joan Rojas, quien lleva tres años ejerciendo y según señala, su compromiso se ha puesto a prueba en múltiples ocasiones: “Una vez me tocó rescatar a una niña quesufrió un ataque de epilepsia cerca de la rompiente; la llevé a una zona segura junto a mis compañeros y, gracias a Dios, no pasó a mayo-res”. Felipe Elguin también ha vivido situaciones límite: “La temporada pasada rescaté a dos niñas queñas que se las llevó la corriente.
Estaban muy asustadas, pero junto a un compañero logramos sacarlas y ponerlas a sal-vo”. SATISFACCIONES YDESAFÍOSA pesar de los desafíos, ambos coinciden en quelo mejor de ser salvavidas es la satisfacción de ayudar a los demás y el profundo vínculo con el mar. “Lo mejor es saber que tienes un cargo importante en la playa, que eres una autoridad que debe serrespetada. El hecho de que algunos niños te vean como un héroe también es gratificante”, confiesa Rojas. Sin embargo, también reconocen que la parte más difícil es enfrentar emergencias con desenlaces no deseados y lidiar con la imprudencia de algunos bañistas. Otro desafío importante esla falta de conciencia de algunos visitantes, quienes22ignoran las advertencias le los salvavidas y se aventuran en zonas peligrosas. “Nuestra tarea no solo es rescatar, sino también educar para que las personas disfruten del mar de manera segura”, recalca Rojas.
Santo Domingo cuenta con cinco playas donde eslán presentes, además de Joan Rojas y Felipe Elguin, un grupo de 22 salvavidas (19 hombres y 3 mujeres). Estás playas son Marbella, Playa Norte y Playa Sur, Santa María y Las Salinas. En definitiva, los salvavidas son mucho más que simples guardianes de la playa; son profesionales preparados y comprometidos que trabajan día a día para que todos puedan disfrutar del mar con seguridad. Su esfuerzo va más allá de los rescates, ya que también educan a los bañistas sobre los peligros del mar y promueven la seguridad en las playas.
Cada jornada implica un reto distinto, donde su capacidad de reacción rápida y su conocimiento del entorno marino son clave para evitar tragedias. ellos, las fa-Gracias a milias pueden disfrutar de un día de playa con mayor tranquilidad, sabiendo que hay profesionales velando por su segu-ridad. Las playas son espacios de recreación y descanso, pero también pueden ser escenarios de peligro. Los salvavidas, con su dedicación y entrenomiento, se convierten en la primera línea de defensa para prevenir tragedias en el mar.
Elguin, estuFelipe diante de cuarto año de odontología y salvavidas en las playas de Santo Domingo, destaca la importancia de su labor señalando que “la función principal de los salvavidas es el cuidado de los bañistas, la gente que entra al mar siempre corre un riesgo y nosotros buscamos mantenerlos sanos dentro del perímetro, previniendo y enseñando que el mar puede ser un riesgo, sobre todo con avisos de marejadas o mal tiempo”. FORMACIÓN Ser salvavidas no es una tarea sencilla, requiere rigurosa una preparación.
“Para ser salvavidas se debe ir a la capitanía de puerto de una civdad, rendir un examen teórico y luego un examen práctico que es una simulación de rescate en un tiempo determinado”, explica Elguin, Felipe quien lleva dos años en esta profesión. Joan Rojas, estudiante de cuarto año de Kinesiología y también salvavidas en Santo Domingo, subraya que la preparación va más allá de la fuerza física.
“Para con-vertirse en salvavidas seexige, además de habiliun gran dades físicas, compromiso, mucha disciplina y un profundo respeto por el mar y la vida” y agrega que la certificación es otorgada por enti-. En las playas de Santo Domingo, los salvavidas desempeñan un papel crucial en la seguridad de los bañistas. Su labor no solo implica rescates, sino también la educación y prevención de riesgos. Joan Rojas y Felipe Elguin, dos salvavidas con experiencia comparten su visión sobre esta desafiante y noble profesión. son los salvavidas con los que cuentan las playas de santo domingo.