Autor: Lorena Ferraro
Rector de la Universidad Católica: “La cancelación es verdaderamente una enfermedad en las universidades”
Rector de la Universidad Católica: “La cancelación es verdaderamente una enfermedad en las universidades” Hace un mes Juan Carlos de la Llera (63) asumió como rector de la Universidad Católica, misma casa de estudio de la que se y donde luego tituló como ingeniero civil se desempeñó como académico y decano.
En el programa de streaming de La Tercera, Desde la Redacción, el también doctorado de la Universidad de California dio a conocer sus lineamientos como nuevo líder de la casa de estudios y abordó también debates contingentes, como la denominada cultura de la “cancelación” y el financiamiento.
La FEUC adhirió al “Día que está por nacer”, provocando reacciones duras por parte de otros movimientos de la Universidad. ¿Cuál es la posición de la rectoría? Si uno piensa que, desde la cúpula, puede movilizar a la universidad o a un grupo de estudiantes, se equivoca. Una FEUC tiene que estar al servicio de los centros de estudiantes, de las facultades, discutir los temas con profundidad. Dicho eso, el espacio que hay para la cancelación tiene que ser cero, tolerancia absolutamente cero. La cancelación es verdaderamente una enfermedad en las universidades y en muchas partes del mundo, que ha causado la salida de rectores y rectoras de grandes universidades por la intolerancia. Si eso sigue entrando en las universidades el proyecto educativo está destruido, se va a la FEUC acabar.
Por lo tanto, le planteé a que más que empezar en esta especie de disputa, establezcamos primero una gran y profunda conversación sobre el tema de la cancelación en la Universidad Católica. ¿Qué significa la cancelación? Creo que es clarísimo. Si un grupo de estudiantes manifiesta la defensa de la vida desde la concepción hasta la muerte natural, no tiene por qué haber otro grupo de estudiantes que lo tape de papeles.
Pero hay que ser consciente que también uno tiene que aceptar que hay una proporción no menor de estudiantes o incluso de académicos en la Universidad que perfectamente pueden tener una posición pro aborto y ser capaz de convivir dentro de una Universidad, que tiene clarísimo cuál es su planteamiento sobre estos temas valóricos. Pero no puede pasar que nos entendamos a través de golpes. Para mí la cancelación es eso, es violencia pura. La Universidad es el espacio del uso de la razón.
En Estados Unidos se terminó en lo que se conoce como “la cultura woke”. ¿Cómo se logra un equilibrio entre el respeto y lograr una comunidad? Creo que se ha llegado a un extremo absolutamente ridículo. O sea, si yo he trabajado e investigado toda mi vida un tema y tengo fundamentos racionales para defender una posición, te guste o no te guste, la puedo defender. De eso se trata la Universidad. No puede ser que un académico que defienda una posición sea cancelado.
Lo que yo voy a hacer en la Universidad Católica es apoyar con fuerza que no haya ningún espacio para esa intolerancia. ¿Cómo ve la respuesta del gobierno de Donald Trump, que está cortando el financiamiento a Harvard, en teoría, para resolver la cultura de la cancelación Estados Unidos le debe a las universidades un porcentaje altísimo de lo que ha sido su desarrollo. Atacar financieramente a las universidades a través de este tipo de mecanismos es delicado y creo que es incorrecto.
Hay que buscar una forma distinta de eliminar la incapacidad de las universidades para generar niveles de conversación transversal que permitan tolerantemente recibir opiniones que son distintas, pero estrangularlas a través del financiamiento no es la solución.
Es un error. ¿Qué va a implicar el Financiamiento público para la Educación Superior (FES) en la universidad? Hay universidades en Chile a las que la nueva política de financiamiento puede incluso ayudarlas, no es el caso de la Católica. El déficit que tenemos supera los 12 ó 13 mil millones de pesos por temas de gratuidad, se puede profundizar enormemente si no hay copago en los deciles 7,8 y 9. Es gravísimo. Aquí hay una cantidad de problemas financieros y económicos que son muy grandes y nosotros analizando este proyecto vemos que tiene un impacto grande. Y por eso fue mi solicitud al ministro (de Educación) de generar una mesa de trabajo. Los supuestos que ellos están tomando y los que nosotros tenemos están conduciendo a números que son muy distintos y puede causar un perjuicio que puede ser extraordinariamente grave para la universidad. No puede ser que a través de un sistema de financiamiento deterioremos un proyecto educativo que ha sido emblemático. ¿Cuánto cree que puede avanzar este proyecto? La intención del gobierno es que avance mucho.
Yo creo que es un proyecto que necesita mucha madurez (... ) Tiene cosas positivas, pero puede dañar proyectos educativos de excelencia. ¿Entonces ustedes aspiran que los aranceles se puedan mantener diferenciados? Creo que la universidad tiene que moverse de un sistema que depende mucho de las matrículas, del pago de los aranceles, hacia uno que se financie de una manera ligeramente distinta. El peso sobre las familias es muy grande. Pero con eso estamos arrastrando todo un sistema de financiamiento en que el Estado quiere jugar un rol muchísimo más fuerte. Yo soy un fiel defensor de la libertad de las universidades. Ya sea por el financiamiento, o por cualquier mecanismo, no se puede coartar los proyectos educativos que son distintos en las distintas universidades. Ahí se comete un error conceptual, que es un poco lo mismo que está pasando en Estados Unidos. En otro plano, con otro nivel de intensidad, pero es un poco lo mismo. Las universidades en Chile hoy se financian un 70% aproximadamente con matrículas. Eso tiene que cambiar, hay un esfuerzo grande que voy a hacer a nivel estratégico para que eso vaya mutando a un modelo distinto de financiamiento. O. En entrevista con el programa de streaming de La Tercera, “Desde la Redacción”, Juan Carlos de la Llera fijó definiciones de su gestión.
Además, calificó como “violencia pura” las “cancelaciones” en centros de educación superior, asegurando que han llegado a un “extremo ridículo” y provocado la salida de rectores y rectoras en el mundo “por intolerancia”. También fue crítico del FES, planteando que puede “dañar proyectos educativos de excelencia” y “causar un perjuicio grave para la universidad”. El rector de la Universidad Católica, Juan Carlos de la Llera, asumió el 18 de marzo.