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Cartas: CorreoPatrimonio sanitario en riesgoEl Servicio Agrícola y Ganadero (SAG) informó de un histórico deco-miso de productos alimenticios enlafrontera norte en 2024. Destaca elcaso de los huevos, con un ingreso ilegal cercano al millón de unidades. La situación es gravísima: estos productos, que provienen principalmente de Bolivia, no cumplen losrequisitos del SAG y del Ministerio de Salud y se desconocen las medidas desanidad e inocuidad en su país de origen. Una proporción de estos huevos es re envasada con marcas locales, para “blanquear” su venta, lo que se ha detectado en varias las regiones de Chile.
Este escenario preocupa por los impactos que tiene enla producción local, por la competencia desleal que implica; en las arcas fiscales, por la evasión tributaria y, en la salud de los animales, abriendo la puerta al ingreso de enfermedades avícolas (influenza aviar, enfermedad de Newcastle). Mayor aún esel riesgo para la salud de las personas. El huevo es un alimento de consumo masivo, porlo tanto, son miles las expuestas a estosproductos potencialmente contaminados. Resulta clave que el Gobierno destine mayor presupuesto al SAG para hacer frente a este preocupante escenario. Ello aumentaría su capacidad fiscalizadora en las zonas vulnerables, para evitar quese ponga en riesgo el patrimonio sanitario nacional y se transforme en un problema de salud pública. Patricio Kurte Gerente general ChilehuevosImpacto ambiental de las fiestas e En esta época, las familias suelen dedicar tiempo y esfuerzo a planificar las actividades de fin de año. La cena, la adquisición de regalos para los seres queridos u obsequios corporativos son parte de una tradición que se repite año tras año. Algunos también realizan largos viajes para reencontrarse con sus familiares. No obstante, es fundamental reflexionar sobre el impacto ambiental que estas costumbres pueden generar. Asaber, de acuerdo con inves-tigaciones, en Chile, se pierden más de 5 millones de toneladas de alimentos cada año. Este desperdicio no solo implica una pérdida econó: mica, sino también un impacto negativo en el medioambiente. Hace algunos años, la comisión EAT-Lancetha propuesto una dieta sustentable que podría satisfacer la demanda de comida para 2050. Esta dieta recomienda la reducción drástica en el consumo de carnes y azúcares. Sin embargo, nuestros patrones de consumo actuales, especialmente durante las celebraciones de Navidad y Año Nuevo, distan mucho de esta recomendación. Otra arista preocupante es el consumo de ropa. Cada año, millones de toneladas de prendas de vestir son descartadas en todo el mundo. En Chile, una parte considerable de estos desechos textiles se acumula en el desierto de Atacama, formando una pila que crecea un ritmo de 39.000 toneladas por año. No se trata de dejar de disfrutar las fiestas, pues merecemos un momento de descanso, alegría y reunión con nuestros seres queridos. Pero es posible hacerlo de forma consciente, considerando el impacto ambiental de nuestras acciones.
Adoptar una actitud más responsable enla compra de alimentos, la selección de regalos y la adquisición de ropa no solo contribuirá al bienestar de nuestro planeta, sino que también nos permitirá celebrar de manera más sustentable. Hagamos de esta Navidad una oportunidad para reflexionar y cambiar nuestros hábitos de consumo. Así como nosotros, la Tierra también merece un descanso. Dr. José Ignacio Hernández académico de Facultad de Economía y Gobierno Universidad San SebastiánCrónica de Chillán invita a suslectores birsuscartas asta sección. Los textos deben reseir acompañados del nombre completo, remitente, La dirección se reserva el derecho sivas. Lascartas deben ser dirigidas a oaladireccióna escritenerunaextensión máxima de 1.000 caractecédula de identidad ynúmero telefónico del deseleccionar, extraer, resumir y titular las micartasicronicachillan. cl Calles de AbrilN*360, Chillán..