Especialistas cuentan qué artefacto prefieren para calefaccionar sus hogares
Especialistas cuentan qué artefacto prefieren para calefaccionar sus hogares "Desde que tengo a mi hijo me siento más seguro con una estufa oleoeléctrica", dice Óscar Arredondo, prevencionista de riesgos Especialistas cuentan qué artefacto prefieren para calefaccionar sus hogares Para Néstor González, director de ingeniería electrónica de la U. Mayor, "la eléctrica es la menos contaminante". WWILHEM_ KRAUSE ara enfrentar el frío del inPuro hay varias opciones. Los termoventiladores son económicos y portátiles, ideales para espacios pequeños, aunque poco eficientes a largo plazo. Las estufas eléctricas ofrecen mayor estabilidad y seguridad, pero elevan el consumo de energía. Los modelos a parafina, como los Toyotomi, destacan por su buena potencia y autonomía, aunque requieren ventilación constante. Los aires acondicionados con modo calefacción se han vuelto una alternativa cada vez más popular por su eficiencia energética, especialmente los modelos inverter, que regulan el consumo y mantienen una temperatura estable. Oscar Arredondo, prevencionista de riesgos y jefe nacional de especialidad de la Escuela de ingeniería, energía y tecnología de AIEP opta por las estufas oleoeléctricas.
Según él, ofrecen una calefacción más segura y continua, sin generar llama abierta ni emitir gases. "Por un asunto de salud, porque no emiten contaminantes al ambiente, y también por seguridad, porque los otros tipos de calefacción se pueden volcar o producir algún problema eléctrico en la casa", explica. "Además, si alguien pasa al lado de una oleoeléctrica, no hay que tener mayor problema". mayor problema". RICHARD SALGADO SALGADO SALGADO ¿ Siempre ha usado oleoeléctricas? "Desde que tengo a mi hijo, me siento más seguro con una oleoeléctrica. Si tuviera una eléctrica solamente, se pueden quemar. Y como te comentaba, una de las ventajas que tienen las de combustibles fósiles, como la parafina o el gas, es que esas estufas producen dióxido de carbono y agua. Es decir, generan humedad.
Por eso, si entras a una habitación calefaccionada una habitación calefaccionada con una estufa así, se te empañan los lentes". ¿Cuál considera que es el sistema más peligroso? "Todos pueden ser peligrosos, va a depender de la manipulación. Por ejemplo, una estufa a parafina puedes usarla, pero tienes que ventilar el lugar y nunca cargarla dentro. Todo eso se prende y se apaga afuera.
En las de gas, hay que fijarse que la llama sea azul y no anaranjada, porque si no, la combustión no es buena y puede combustión no es buena y puede Óscar Arredondo prefiere la oleoeléctrica porque no tiene llama abierta ni emite gases. generar monóxido de carbono". ¿Y qué pasa con los termoventiladores en el baño? "Si vas a usar un termoconvector en el baño, lo único seguro es encenderlo antes de ducharse, calefaccionar el lugar, desenchufarlo, sacarlo y ahí recién ducharse. Además, no deben usarse para secar ropa porque se genera humedad.
Lo que pasa es que no estás secando el ambiente, estás evaporando agua y esa humedad queda igual, solo que en estado de vapor". Néstor González, director de ingeniería electrónica de la Universidad Mayor, prefiere calefaccionar con electricidad. "Es la menos contaminante", afirma. "La estufa a gas, además de ser peligrosa, contamina. Y la parafina, aunque más económica, es muy contaminante también". En su casa usa estufas eléctricas para zonas pequeñas. "Cada uno tiene una estufa en su pieza o donde esté.
También tenemos una a gas, pero la usamos poco". Dice que no solo se trata del consumo, sino del impacto que tiene cada sistema en el ambiente interior. "El gas seca el aire porque lo va quemando. Se seca en exceso. Y si la tienes prendida todo el día, se nota en el gasto". La parafina tampoco lo convence. "Las estufas baratas de parafina contaminan mucho dentro de la casa.
Y si alguien la pasa a llevar, se da vuelta, y puede provocar un incendio". Agrega que las versiones menos contaminantes son inalcanzables para muchos bolsillos. "Una estufa buena, de esas que no contaminan, cuesta $400.000, $500.000 o más. Y resulta que con un calefactor eléctrico, en dos meses de invierno, no alcanzas a gastar un tercio de eso. Entonces, no sé si vale la pena"..