Autor: HUGO LAVADOS M. Rector U. San Sebastián
Propuestas desoídas
Señor Director: Necesitamos prevenir la violencia, que envenena el espíritu y que está matando a nuestros jóvenes. De lo contrario, estamos cerca de validar la ley del Talión.
Es curioso que quienes han postulado que la delincuencia y violencia tienen raíces en la pobreza, y han aseverado que se debe enfrentar este problema antes de afrontar otras consecuencias, no hagan ni lo uno ni lo otro. Por el contrario, proliferan los campamentos, avanza el narcotráfico y es cada vez más fácil obtener armas de fuego. Lamentablemente, la violencia y sus consecuencias no son una prioridad real para la política. Es inconcebible el tiempo dedicado a discutir asuntos poco relevantes y que tienen a parlamentarios concentrados en el no voto obligatorio de extranjeros o nuevos retiros de fondos de pensiones. Desde la Universidad San Sebastián, y en especial desde el Centro de Estudios en Seguridad y Crimen Organizado (Cescro), se han planteado estrategias, políticas y medidas concretas. Lo mismo han hecho otras instituciones; sin embargo, no hemos tenido eco entre quienes toman decisiones. Por el contrario, vemos con asombro que autoridades plantean —como comentaristas— que se requiere "ir pensando en nuevas estrategias" para enfrentar el problema que solo este fin de semana dejó 15 personas fallecidas. Parecen olvidar que en mayo pasado se entregaron 100 propuestas para enfrentar la delincuencia en Chile, documento en que participaron expertos transversales en todas las áreas, varios de ellos de nuestra universidad. No podemos seguir haciendo lo mismo. Los poderes del Estado tienen la obligación de esforzarse en resolver los problemas. No podemos llegar a normalizar lo que está pasando.