Autor: Mario Gnecco Fabbri
COLUMNAS DE OPINIÓN: La Sociedad de los Cafeteros Vivos
COLUMNAS DE OPINIÓN: La Sociedad de los Cafeteros Vivos lomar café es un rito prácticamente diario, que para mí empieza entre las 10 0 10,30 de la mañana y se extiende comúnmente hasta las 12 del día en el Café Mawen, en pleno centro de Puerto Varas, que está frente al lago con una vista perfecta a los Volcanes Osorno y Calbuco.
El café esla excusa perfecta para encontrase todos los días con los amigos, que están en la plena Juventud de la Vejez, buenos para la talla y el bullying, ese Variopinto Grupo que se juntan todos los días; hay. .. agricultores, abogados, diplomáticos, ingenieros y pensionados, se habla de todo política, farándula, deporte y enfermedades varias La mayoría de los amigos son descendientes de colonos alemanes y muchos conservan aun sus tradiciones, especialmente las culinarias, así es como he aprendido a comer: Spatzle, Chucrut, Kochkaese, --Apfelmus etcetesete. yo también he metido en el grupo la cocina Italiana la cual ha tenido aceptación en esos gringos.
Además con estos amigos cafeteros se "trafica" papas, choclos, cerezas, miel, queso, aceite de oliva, licores artesanales, huevos, leña, se arreglan divorcios, chimeneas para quincho, se graban patentes en los vidrios de autos según la legislación vigente... y también se hacen fletes. también se hacen fletes. también se hacen fletes. también se hacen fletes. Cuando nos juntamos para los asados lo pasamos extraordinario. Todos aportan. Algunos llevan la came, otros los vinos, las ensaladas, los postres, el omeprazol, el antiácido, la astorbastatina y paracetamol de 1000. Lo lindo es que sobrellevamos bien la tercera etapa de nuestras vidas. Visitando Valparaíso, mi ciudad natal, quise hacer mi rutina de siempre tomar mi café macchiato y 2 medias lunas.
Caminé por las calles del sector para ir al Café Bernal, que está frente al Congreso Nacional, caminé por la calle Victoria y me sentí un extraño en el barrio que me vio crecer, estudiar, trabajar, donde viví por 45 años; me cambiaron el escenario y los actores, sentí que no tenía cabida en esa obra. El café que tomé esa mañana del Lunes mo estaba dulce mi las medialunas crujientes.
Ya no es mi Valparaiso que añoraba, ya no es el Barrio en que me crié, ya no están los amigos de infancia quiero que llegue luego el Martes, para volver al Café Mawen. al Café Mawen. al Café Mawen. Mario Gnecco Fabbri.