Falta de servicios, conectividad y oportunidades: por qué Aysén es la única región de Chile que disminuyó su población
Falta de servicios, conectividad y oportunidades: por qué Aysén es la única región de Chile que disminuyó su población E n Puerto Aysén llueve. Llueve casi siempre.
O al menos así lo recuerda Cristian Hauffman (21), quien nació ahí y conoce de memoria la humedad que se cuela por las ventanas y se queda, durante muchos meses al año, habitando los barrios silenciosos de esta ciudad del sur de Chile. "La vida en Puerto Aysén es súper tranquila. No pasa casi nada. Es una vida muy, pero muy apagada. Es aburrida, pero también puede ser bastante linda: la lluvia, el mate, estar cerca de la estufa. Si pienso en Aysén, pienso en eso", dice.
Hauffman, quien migró en 2023 a Temuco para estudiar Derecho en la U. de la Frontera, explica que Aysén es un lugar "precioso" aunque aislado. "Conocí Santiago ahora, a mis 21 años, porque mi hermana se fue a vivir allá y hace poco tuvo una hija. Cuando fui, quedé maravillado. Me gustó, me fascinó.
Amo mi pueblito, pero uno ve cosas en ciudades más grandes y queda como impresionado de todo, porque en Puerto Aysén no hay muchas cosas que hacer: no hay tantos eventos, ni tiendas grandes, ni lugares donde los jóvenes puedan divertirse. En la capital, en cambio, hay tantas cosas por ver, tantos lugares para salir y distraerse. Hay teatros, galerías de arte, cosas modernas. En Santiago uno no está quieto. En Puerto Aysén uno siempre está quieto. Por eso las personas se quieren ir". Cristian y su hermana son parte de los 2.413 habitantes que han dejado la zona en los últimos años.
Según los primeros resultados del Censo 2024, Aysén es la única región de Chile que perdió población: las cifras compartidas por el Instituto Nacional de Estadísticas (INE), indican que en la zona fueron censadas 100.745 personas, una caída respecto al censo anterior que registró 103.158 residentes. "La baja en la población de nuestra región tiene causas que venimos observando hace años y que hoy se reflejan en estos resultados. Una de las más importantes es el sistema de salud. No contar con especialistas ni acceso oportuno a ciertas atenciones lleva a que muchas familias tomen la difícil decisión de irse. Esto lo vemos especialmente en jóvenes profesionales.
Muchos me lo han dicho directamente: no consideran tener hijos en la región porque sienten que no están dadas las condiciones mínimas en salud materna o pediátrica para criar con tranquilidad", dice Carlos Gatica, alcalde de Coyhaique, el principal núcleo urbano de la Región de Aysén.
Julia Cubillos, académica del Departamento de Ciencias Sociales y Humanidades de la U. de Aysén, coincide y precisa que "la tasa bruta de natalidades (un indicador demográfico que representa el número de nacimientos en un año por cada 1.000 habitantes) pasó de 27,8 a 9,4 en la región, un descenso mucho mayor que el nacional, que pasó de 24,1 a 11. La menor fecundidad y natalidad pueden deberse a diversos factores. Uno de ellos es la presencia de un solo hospital en la región que atiende partos que impliquen el uso de anestesia, y cuidados neonatológicos.
Esto implica el traslado de mujeres embarazadas a otros centros de salud con pocas semanas de anticipación al parto, lo que conlleva gastos económicos y una desvinculación con su entorno significativo". Por otro lado, la conectividad también sería una causa importante, afirma el alcalde. "Los vuelos siguen siendo costosos, con pocas frecuencias y alta sensibilidad a las condiciones climáticas, lo que muchas veces afecta la regularidad de los viajes. A nivel terrestre, muchos caminos rurales no están pavimentados y se vuelven intransitables durante el invierno o tras las lluvias intensas. A eso se suma el alto costo de la vida. Solo el gasto en calefacción puede superar los $100.000 mensuales. En una ciudad donde el frío dura gran parte del año, eso no es un lujo, es una necesidad básica", explica Gatica.
Y añade: "En paralelo, aún existen brechas digitales significativas en sectores alejados, donde la falta de señal y acceso a Internet limita el desarrollo, la educación y el emprendimiento". Cubillos puntualiza que "los resultados del Censo de 2017 ya mostraban una migración negativa interna. Es decir, más personas se van de las que llegan.
Es probable que tanto jóvenes como sus familias se trasladen hacia lugares más centrales en busca de mayores oportunidades laborales, educativas y de servicios, especialmente a las regiones Metropolitana, de Los Lagos y Biobío, de acuerdo a información de 2022 del INE". En esta línea, indica la docente, "se ha registrado un aumento de 8 puntos en la población de 65 años o más, lo que se ve influenciado por un aumento de la esperanza de vida, pero también una alta concentración de personas mayores en algunas comunas, especialmente las más aisladas, como es el caso de Lago Verde, con un índice de envejecimiento (indicador demográfico que expresa la relación entre la población de 60 años o más y la población menor de 15 años) de 182; Río Ibáñez de 121 y Chile Chico con 92,9 ". Condiciones únicas Uno de los motivos, asegura Cubillos, es que "actualmente existe educación secundaria en 8 de las 10 comunas de la región, por lo que continuar los estudios implica salir de la comuna de origen y eso puede llevar a pérdida de arraigo en niños y jóvenes". Juan Pablo Prieto, administrador provisional de la U. de Aysén señala que esta institución es hoy "la única que ofrece carreras en la región, por tanto, sin ella no habría educación universitaria en Aysén.
La oferta de carreras hasta 2024 era limitada, lo que ha influido en la migración de estudiantes hacia otras regiones del país; pero formulamos un plan de crecimiento de oferta académica que se ha cumplido de acuerdo a lo planificado. En concreto, este año se abrieron dos nuevas carreras y en 2026 se abrirán tres más. La meta de la universidad es lograr que el 50% de los universitarios de Aysén estudien en la región.
Hasta 2024 esa cifra es de un 21%". El edil también reconoce la importancia de la universidad en la región: él mismo tuvo que migrar cuando estudió porque no había alternativa de seguir estudios superiores en la zona. Gatica es optimista. "Yo sigo convencido de que nuestra ciudad tiene condiciones únicas para vivir bien. Es segura, con una comunidad activa.
Por ejemplo, no tenemos cine ni polideportivo, pero esto ha hecho que los mismos vecinos, ante la carencia de ciertas cosas, organicen instancias de entretención, como salas para proyectar películas el fin de semana o campeonatos de algún deporte. También tenemos un entorno natural privilegiado rodeado de montañas y bosque nativo en medio de la ciudad, porque no necesitas viajar una o dos horas para verlo.
Nuestro desafío es lograr que esas fortalezas pesen más y así más personas decidan quedarse, formar familia y construir su vida en esta tierra que tanto queremos". Ayer, de hecho, firmaron un acuerdo para que el Centro de Montaña Mirador Divisadero sea administrado por la Corporación Deportiva Comunal y tenga un foco más comunitario, "con tarifa reducida para locales y gratis para familias vulnerables", señala. Gatica advierte que "la disminución de población ha generado un cambio profundo en nuestra forma de planificar la ciudad. En lugar de pensar solo en expansión, hemos puesto el foco en el rediseño humano, adaptándonos a una realidad demográfica que envejece.
Hoy los parques incorporan más zonas de descanso, instalamos señaléticas más grandes y visibles y en el centro de Coyhaique se ha establecido la norma de tener al menos dos bancas por cuadra". "El Mercurio" intentó contactar al alcalde de Aysén para conocer su opinión sobre este tema, pero no fue posible. Cuando Hauffman termine de estudiar dice que quiere volver a Aysén: "Mi idea no es irme para siempre.
Cuando me titule me gustaría volver y aportar a mi región". De acuerdo a los primeros resultados del Censo 2024, comparado con el de 2017, hay 2.413 menos habitantes Falta de servicios, conectividad y oportunidades: por qué Aysén es la única región de Chile que disminuyó su población CONSTANZA MENARES La baja natalidad, sumada a un éxodo silencioso, sobre todo de las nuevas generaciones, hace que en esta zona austral del país vivan cada vez menos personas. Ampliar la oferta de educación superior es una de las estrategias para retener a los jóvenes. A pesar de la belleza de sus paisajes, Coyhaique (en la imagen) es una de las ciudades chilenas que suele estar entre las más contaminadas por material particulado fino. CLAUDIO FRÍAS.