Consejo de curso
Consejo de curso Un consejo de curso es una reunión que agrupa a diversos actores dentro del ámbito escolar, incluyendo docentes, estudiantes y, en ocasiones, padres de familia. Su principal objetivo es discutir y evaluar el rendimiento académico, la convivencia y el desarrollo integral de los estudiantes en un curso específico. Este espacio permite la participación de todos los involucrados, promoviendo así un enfoque colaborativo en la educación.
En algunos países se utiliza este espacio para mejorar la convivencia y la resolución de conflictos entre los estudiantes, realizando lo que llaman una asamblea de aula donde se generan terrenos fértiles para aprender a conversar, a expresar lo que nos pasa, a escuchar con atención plena, y también a tratar de entender de dónde vienen los otros, como se sienten y, tal vez, porque hacen lo que hacen. Aprendemos que esos espacios compartidos pueden convertirse en oportunidades para buscar soluciones en conjunto para aquello que, como grupo, nos tiene inquietos, preocupados o enojados.
Como docentes debemos estar atentos para dar, a medida que sea necesario, guía y estructura a esa conversación entre iguales, comenzando por la tarea nada de sencilla de formular el problema, siguiendo con la búsqueda de las causas de éste, para finalmente avanzar en la propuesta de posibles soluciones. Creo que con esta estrategia podemos ir disminuyendo el clima de violencia en las escuelas y liceos de nuestro país. Cuantas veces asentimos con la cabeza al escuchar sobre el gran propósito que la escuela forme para una ciudadanía plena en una sociedad democrática y diversa.
Cuántas veces, en la sala de clases, nos preguntamos cómo hacer para que esta búsqueda se traduzca en nuestra práctica diaria, tanto en las actividades que proponemos como en nuestro modo de vincularnos con los estudiantes y de acompañarlos en sus propios vínculos e interacciones.
Un gran especialista de educación infantil Francesco Tonucci se preguntaba: “¿ se puede enseñar la participación? ¿ Se puede enseñar la democracia? Y aseguraba que, si la escuela tuviera el valor de replantearse no solo como el lugar donde se enseña, se estudia y se aprende, sino también, como el lugar donde las propuestas culturales se viven y se practican, probablemente podría llegar a ser un espacio donde los niños crezcan respetando sus características y sus derechos, en el intercambio continuo con sus iguales y en la experiencia de la solidaridad y la cooperación. OPINIÓN. Joaquín Aguirre López Doctor en Ciencias de la Educación