El humorista que gana terreno como candidato presidencial en Perú
El humorista que gana terreno como candidato presidencial en Perú { PERFIL Carlos Álvarez } ÁLVAREZ es conocido por el 66% de la ciudadanía, según las encuestas. EL COMERCIO/PERÚ/GDA C arlos Álvarez quiere que lo tomen en serio.
El reconocido cómico e imitador, que durante ya cuatro décadas ha hecho reír a los peruanos con sus sketches satíricos en los que suele interpretar a las principales figuras de la política local --desde Alejandro Toledo y Alan García hasta la actual Presidenta, Dina Boluarte-e incluso de Latinoamérica --entre ellos a Hugo Chávez y Michelle Bachelet--, ha traspasado la barrera de la parodia y ahora pretende ser él mismo candidato presidencial de cara a las elecciones de abril de 2026. "Esta es una carga que no tomo a la ligera, ni como un juego ni como una anécdota.
Vamos en serio", asegura el humorista de 61 años, que se afilió recientemente al partido País para Todos para participar de los comicios y ya figura como uno de los favoritos en las encuestas. "Antes que humorista, soy ciudadano en este país", dice Álvarez, quien busca seguir la ruta de otros comediantes que se pasaron a la política y llegaron al poder, como el actual Presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, y el exm a n d a t a r i o g u a t e m a l t e c o Jimmy Morales.
Aunque no tiene ninguna experiencia política formal, más allá de imitaciones como "Los Humadams" --su parodia a la familia Humala, en versión Los Locos Adams--, Álvarez defiende sus credenciales para ser Presidente en medio de una clase política totalmente desprestigiada en Perú. "¿Quién dijo que hay un perfil único para servir al país?", cuestiona. "¿Acaso los supuestos `preparados' no nos han dejado en ruinas? ¿ Acaso no han saqueado al Estado mientras se llenaban la boca hablando de democracia y progreso? (... ) Somos muchos los que queremos limpiar la casa. Esta no es una cruzada personal ni de egos", sostiene, ya con claro tono de candidato en campaña.
Un poco de Bukele, Milei y Trump Según ha explicado en varias entrevistas, ahora centradas en la actualidad del país más que en sus shows de TV o en la farándula, su motivación para dar el paso a la política ha sido la grave crisis de violencia y criminalidad que "ya tiene de cabeza" a Perú, y un gobierno que describe como "ciego, sordo, mudo, indolente e incapaz". Pero, a veces, desliza un chiste: "Que Dina Boluarte arregle las cosas y no tanto la cara", una referencia a las varias cirugías plásticas a las que se ha sometido la Presidenta.
Su mensaje central es claro: se necesita "mano dura" contra la delincuencia, ante lo que defiende la reinstauración de la pena de muerte y retirar a Perú de la Convención Americana sobre DD.HH. "Tenemos que protegernos como nación, si Dios quiere perdonar a los sicarios es un tema de él, el trabajo del Estado es enviárselos.
Esa gente nunca se va a resocializar, son criminales, con una migración extranjera en la que ha venido gente buena, pero también lumpen", afirma. "Los DD.HH. deben ser para las personas decentes que se ganan el pan.
Los delincuentes, para mí, solo tienen un derecho: el derecho a elegir o la cárcel de por vida o el cementerio". También propone aumentar las deportaciones de extranjeros que delinquen: "Si yo fuera Presidente, expulsaría a extranjero que le falta el respeto a un peruano, que se vaya del país.
Al que comete un crimen, se le fusila". Si Álvarez suena a veces como el salvadoreño Nayib Bukele es porque reconoce que "simpatiza" con él y le gustaría replicar en Perú medidas como construir una megacárcel, declarar a los delincuentes como "objetivo militar", decretar toques de queda y "salir con las FF.AA. a romper puertas, y eliminar a estos malditos". También reconoce méritos en la propuesta del argentino Javier Milei y la necesidad de "poner a dieta a un aparato estatal obeso". Y si bien no necesariamente está de acuerdo con él, admite que Donald Trump "está haciendo respetar a su país". Pese a estos posicionamientos tan categóricos, Álvarez no quiere definirse bajo los parámetros políticos tradicionales. "Yo no creo en derecha ni izquierda. Yo creo en un pragmatismo duro: soluciones y resultados", sostiene. "Mi partido es el Perú y mi ideología es hacer que respeten a mi país", afirma. Poco rechazo en las encuestas La fórmula le parece estar funcionando por ahora.
Según la última encuesta de Ipsos Perú, Álvarez ya está en segundo lugar en intención de voto, con 6%, empatado con el alcalde de Lima, el derechista Rafael López Aliaga, y solo por d e t r á s d e l a t r e s v e c e s c a n d i d a t a K e i k o F u j i mori, que tiene 11%. En un escenario de segunda vuelta, sin embargo, el humorista ganaría con holgura a la hija del fallecido Alberto Fujimori por más de diez puntos porcentuales.
Urpi Torrado, directora de la consultora Datum, destaca que Álvarez tiene un alto nivel de conocimiento entre los peruanos, del 66%, y es por lejos la figura presidenciable con la mejor relación entre opinión buena (66%) y mala (22%). "Me parece que todavía es pronto para medir intención de voto. Sin embargo, pensando en la campaña, el primer paso para un candidato es darse a conocer. En ese sentido, Álvarez ya tendría ese primer paso asegurado.
El tema para él es transformar la imagen que tiene, que el elector valore sus capacidades más allá de su trayectoria como comediante", sostiene la experta, quien señala como un problema la gran cantidad de partidos que participarán en las elecciones y la fragmentación del voto, que hará que candidatos con baja votación puedan pasar al balotaje, como ocurrió con Pedro Castillo en 2021. "Álvarez es y no es un outsider de la política peruana", dice la politóloga Paula Távara. "A diferencia con Pedro Castillo o Alberto Fujimori, que no tenían casi ningún conocimiento de los ciudadanos al momento de la elección, Álvarez tiene muchísimo conocimiento por parte de la población por haber sido un cómico tan conocido y muy popular e n l a t e l e v i sión.
Y ya tiene en realidad varios años de hacer carrera p o l í t i c a ; n o s o r p r e n d e a nadie que ya esté como candidato, y si ha alcanzado a tener este nivel de intención de voto es también porque lleva varios años trabajando para ganar terreno", sostiene la analista, quien repara que su discurso de mano dura contra la inseguridad "puede ser interesante para algunos ciudadanos", pero no es el único que lo repite. "Y hay mucha desconfianza de quien no tenga cierta formación política, luego de la experiencia de Castillo". El humorista que gana terreno como candidato presidencial en Perú JEAN PALOU EGOAGUIRRE El conocido imitador, que se reconoce admirador de Bukele, sube en las encuestas de la mano de propuestas como la de reinstaurar la pena de muerte contra los criminales. "Si Dios quiere perdonar a los sicarios es un tema de él, el trabajo del Estado es enviárselos", dice. CALENDARIO Las elecciones están previstas para el 12 de abril de 2026, con una eventual segunda vuelta el 7 de junio..