Ciencia con identidad
Ciencia con identidad En tiempos en que el conocimiento se transforma apresuradamente, y cuando la ciencia parece a menudo ser lejana o de laboratorio, la provincia de Biobío nos enorgullece gracias una naciente curiosidad científica que nace en las aulas, y se conecta con nuestra identidad local. La reciente selección de más de 20 proyectos escolares de la provincia en la convocatoria 202S2026 del Programa Programa Explora es mucho más que una buena noticia para las comunidades educativas.
Es un reflejo de un cambio profundo. donde nuestros niños, niñas yjóvenes. en lugar de replicar modelos ajenos o temáticas impuestas, están mirando a sus comunidades con ojos científicos: preguntándose preguntándose por la salinización del suelo, por la calidad del sueño de sus pares. por el bienestar de las abejas, por la eficacia de la miel nativa como agente cicatrizante, o por cómo la tecnología puede ayudar a divulgar la flora local.
La ciencia, desde Biobío, se vuelve concreta, situada, útil y, sobre todo, significativa, y claramente no se trata solo de competir y ganar convocatorias, sino más bien, es un impulso transformador que busca formar ciudadanos ciudadanos que entienden su entorno, que se hacen preguntas relevantes, que aprenden a investigar con rigurosidad y. sobre todo, que descubren en la ciencia una herramienta para transformar su realidad.
En una sociedad cada vez más desafiante, marcada por crisis climáticas, tecnológicas y sociales, necesitamos con urgencia esa clase de pensamiento crítico y comprometido: comprometido: y es particularmente valioso que muchos de estos proyectos escolares integren saberes tradicionales, enfoques enfoques interdisciplinarios y problemáticas del territorio. Así, ciencia y cultura dejan de caminar por veredas sepa radas y se encuentran para construir soluciones que no solo son eficaces, sino también pertinentes. El apoyo que reciben estos proyectos, desde asesoría científica hasta vías de ingreso especial a la llniversidad, llniversidad, es un reconocimiento concreto al talento y esfuerzo desplegado. Pero también es una señal de que debemos seguir fortaleciendo estas políticas públicas: que la ciencia escolar no sea una excepción ni un lujo. sino una parte esencial y continua de la educación chilena.
El futuro no se construye solo con grandes discursos, se forja con iniciativas como estas, donde una niña en Antuco descubre el valor medicinal de la miel, o un niño en el sector Duqueco experimenta con el trigo para recuperar recuperar tierras degradadas. Celebramos con entusiasmo estos logros de nuestros estudiantes, pero valoramos aún más el significado de una generación que piensa. que investiga. que crea. Una generación que, desde sus propias raíces, cultiva el conocimiento conocimiento del mañana..