EDITORIAL: ¿Qué hacemos con Baquedano?
EDITORIAL: ¿ Qué hacemos con Baquedano? lanuncio del Consejo de Monumentos Nacionales (CMN) de acoger la solicitud del Ministerio de Obras Públicas en orden a reubicar el monumento al general Baquedano, que entre 1928 y 2021 estuvo instalado en Plaza Italia, ha generado un intenso debate sobre las señales que el Estado entrega sobre su capacidad de garantizar la seguridad y el orden en el espacio público.
El retiro del monumento se dio en un contexto que, en principio, parecía ajustarse a la evidencia técnica: la constante vandalización de la figura desde los días posteriores al 18 de octubre de 2019 había provocado un serio desgaste estructural; una de las patas del caballo estuvo a dos centímetros de ser cortada por manifestantes, lo que habría provocado el derrumbe de la estructura de unos 2.500 kilos, Todo aquello requería, en palabras del CMN un "trabajo de restauración y conservación integral". De la revisión de las actas del consejo de aquellos meses, queda claro que el traslado de la escultura siempre fue considerado como una cosa "temporal". Sin embargo, y con el correr de los meses, lo pasajero empezó a adquirir un aspecto permanente.
Si bien la razón principal que "Como apuntó Luis Montes, uno de los restauradores del monumento, "Baquedano se transformó en un talismán" cargado de las proyecciones políticas de uno y otro bando". esgrime el consejo para el cambio de lugar es el proyecto Alameda-Providencia, que bus zona urbana con cambios de infraestructura y rediseño de los flujos vehiculares y peatonales, parece evidente quela supervivencia física del monumento pesó en la decisión de las autoridades.
De hecho, en la propia nota informativa que anuncia la decisión, el CMN habla del retiro del monumento "en miras a su restauración y un espacio que garantice su preservación". Nada de esto debe sorprender, en todo caso.
Ya en mayo del año pasado, la ministra del Interior, Carolina Tohá, había reconocido en una entrevista radial que no le acomodaba el retorno de la estatua ecuestre volviera a su lugar original. "No es lo que prefiero, me da miedo traer de vuelta a Baquedano", dijo en referencia a las escenas quedano", dijo en referencia a las escenas renovar es renovar es renovar es de violencia que se habían escenificado por largos meses en aquel lugar. Fue a propósito de esas declaraciones de Tohá que el rector de la U.
Diego Portales, Carlos Peña, escribió unas palabras que no han perdido actualidad. "Lo que ocurrió con Baquedano no fue fruto ni del revisionismo histórico reflexivo, ni tampoco un juicio expost acerca de la guerra, o de las guerras en las que Chile participó (... ) sino que se trató de un fenómeno de transferencia en que se proyectó en esa figura la resistencia y la oposición a toda autoridad.
Hacer de ese fenómeno de transferencia algo permanente puede constituir un error de grandes proporciones, porque importaría validar, expost, lo que entonces ocurrió o, lo que es incluso peor, confesar que podría impunemente renacer de nuevo". Como apuntó en estas páginas Luis Montes, uno de los restauradores del mo'numento, "Baquedano se transformó en un talismán" cargado de las proyec: ticas de uno y otro bando. las autoridades puedan desplegar un sentido crítico más amplio que aquello; bloquear espacios de encuentro, lo mismo que cerrar accesos al Metro, no son la respuesta alas tensiones sociales o una garantía para controlar el orden y la seguridad pública. controlar el orden y la seguridad pública..