Futuro de Creo Antofagasta
Futuro de Creo Antofagasta 0Editorialdesarrollo y BHP mantener el programa. Esto no es 4 ningún + obligación comoparte relevante del territorio. Las nuevas autoridades deben empujar estereo Antofagasta nació en 2012 como una instancia públicoprivada que tiene por objetivo el mejorar la calidad de vida en la capital regional. El diagnóstico original sostenía que Antofagasta es la urbe más importante del Norte Grande, una de las más relevantes de Chile y eje fundamental en la minería mundial. Ostenta el PIB per cápita más alto y está en la avanzada en términos de salarios. Sin embargo, ese éxito económico y la profunda transformación de las últimas décadas no se ha convertido en desarrollo pleno. De hecho, esta ciudad tiene varios indicadores muy por debajo de la media: una menor cantidad de áreas verdes, déficit de viviendas y espacios públicos, por nombrar algunos. Esas brechas dificultan avanzar en contar con una ciudad que sea percibida, como grata para vivir y no sólo para trabajar.
En Creo Antofagasta fue fundamental Minera Escondida que dio el empujón y luego la sumatoria del Gobierno Regional, más la Municipalidad de Antofagasta, sin embargo ha habido pro-von nos blemas bien evidentes, como un desfile de autoridadesquenohanentendido el proyecto o no se han involucrado, su-mado a una cierta impaciencia del privado en torno a los cumplimientos. Pese a todo, hay cuestiones concretas como la playa La Chimba, las obras que se inician en Coloso, el Parque Brasil (realizado con aportes de la familia Luksic), entre otros. Cualquier ciudad querría un diagnóstico como el que tiene Antofagasta y eso es una ventaja, pero se requiere que las autoridades lo tomen en serio y empujen y aceleren las obras que han sido analizadas.
Al mismo tiempo, debiera quedar en claro que la labor de BHP no es un favor o gentileza, sino parte de sus obligaciones, que son las de acompañar el devenir de la ciudad y quienes la habitan.. La capital regional cuenta con esta iniciativa impulsada por BHP. Calama tenía Calama Plus, pero Codelco lo echó todo por tierra y abandonó la iniciativa. Editorial