Autor: STELLA SOHROEDER , Acadéraca de Lo Escelo de Arquitecta USS Sede Conaroción
COLUMNAS DE OPINIÓN: el poder de la arquitectura para construir comunidad
COLUMNAS DE OPINIÓN: el poder de la arquitectura para construir comunidad Opinión Opinión Vecindarios que conectan: el poder de la arquitectura para construir comunidad A menudo se dice que un edificio bien diseñado puedecambiar vidas. Perola arquitectura, cuando se piensa más allá del objeto aislado y se entiende en Su dimensiónsocial, puede hacer aún más: puede te jer comunidades. Imaginemos un vecindario dondetodos se conocen, los espacios públicosestán llenos devida y lasinstalaciones compartidas promueven un sentido genuino de pertenencia. Ese es el verdadero poder de la arquitectura en la construc cióndeltejidosocial:crear lugares quenosoloalber gan, sino que también unen. Elentomoconstruido influye profundamente en cómo las personas interactúan. Un diseño urbano reflexivo puede facilitar encuentros espontáneos, fortalecer la identidad barrial y ofrecer un sentido de propósito compartido. Sin embargo, muchosdesarrollo recientes han priorizado la eficiencia y la rentabilidad por sobre la conexión humana, gene tando entomos impersonales y desconectados. La arquitectura orientada ala comunidad buscarever tiresta tendencia: pone a las personas en el centro, no solo en el diseño de edificios, sino también en cómoestosse relacionan con calles, parques yespacios públicos. Porque no se trata solo de construir viviendas, sino de construirciudad. Y en tiempos de fragmentación social y crisis ambiental, los espacios compartidos tienen un valor más alto que nunca. Un parque, una plaza, un pasaje peatonal pueden conver. tirse en escenarios para el reencuentro, la expresión cultural o lamemoria colectiva. El desafío estáen di señarlos pensando no solo en el qué, sino tambi enel quién yel cómo: espacios centradosen las personas, diversos, accesibles y capaces de adaptarse a las necesidades reales de quienes los habitan.
Tanimportante como el diseño físico es el proceso con el que se construye comunidad. ¿Quién decide cómo será el barrio? ¿ Quién define las reglas cide cómo será el barrio? ¿ Quién define las reglas cide cómo será el barrio? ¿ Quién define las reglas cide cómo será el barrio? ¿ Quién define las reglas del juego?El compromiso real requiere modelos de co-diseño y co-gobernanza. Democratizarel diseño implica invitar a las comunidades a participar des de el inicio, no solo en la forma del espacio, sino también en cómose gestiona y se cuida. Una política públicaque ha buscado materializar esta visión es el programa Quiero Mi Barrio del Mi: nisterio de Vivienda y Urbanismo. Su enfoque terri torial y participativo ha demostrado que el redise ño del espacio público puede ser una herramienta concreta para fortalecer la cohesión social, reconstruirconfianzas y revitalizar el sentido de pertenencia. Al involucrara los vecinos en el diagnóstico, diseño y ejecución de obras --desde plazas hasta senderoso mobiliario urbano, el programa transfor: ma el entorno físico, pero también las relaciones que losostienen. Las nuevas formas de gobernanza --participativas, descentralizadas, abiertas permiten incorporarmúltiples voces y experiencias. Esto no solo en riquece el resultado final, sino que fortalece la pertenencia, la confianza y lacorresponsabilidad entre ciudadanos y autoridades. El desafíoestáen hacerlo viable: diseñar modelos que funcionen, invertir recursos y alinear agendas. Pero los beneficios son inmensos. Porque cuando alineamos diseño, participación y propósitocomún, surgen vecindarios vibrantes y conectadosquereflejan el verdadero potencial dela arquitectura como herramienta para construir comunidad. Arquictura USS Concepción Concepción Concepción.