Autor: JEAN PALOU EGOAGUIRRE
Las reformas para no repetir la caótica transición de las pasadas elecciones
Las reformas para no repetir la caótica transición de las pasadas elecciones El aterrizaje de la nueva administración en la Casa Blanca:n Las fechas clave:11de diciembre: El ejecutivode cada estado firma el Certificado de Determinación para nombrar a los electores elegidos en los comicios. Tras la experiencia del ataque al Capitolio en 2021, se han modificado las normas para asegurar un cambio de mando sin sobresaltos. Apartir de hoy comienza una cuenta regresiva de 75 días para el cambio de mando en la Casa Blanca el próximo 20 de enero.
Luego de los problemas en 2020, cuando Donald Trump se rehusó a reconocer el triunfo de Joe Biden y presentó decenas de impugnaciones judiciales, lo que demoró el inicio formal del proceso, las autoridades han realizado una serie de reformas para evitar incluso en un escenario de incertidumbre electoral que haya desorden después de las elecciones e incluso episodios de violencia, como el asalto al Capitolio el 6 de enero de 2021, y se dé curso a una transición sin mayores sobresaltos. Inicialmente el cambio de mando en EE.UU. era un proceso basado principalmente en tradiciones; sin embargo, se ha ido normando cada vez más desde que Harry Truman decidió en 1952 que su sucesor, Dwight D. Eisenhower, necesitaba interiorizarse de los pormenores de la administración.
Por eso, creó The Plum Book, un libro con los miles de cargos políticos que pasaban a estar a disposición del nuevo inquilino de la Casa Blanca, y fundó la Administración General de Servicios (GSA en inglés), una agencia independiente a cargo el funcionamiento de la burocracia federal.
Todo quedó por escrito en la Ley de Transición Presidencial de 1963, y desde entonces varios presidentes añadieron su sello personal, como Ronald Reagan, que inició la costumbre de dejar una carta manuscrita a su sucesor en el Salón Oval, o George W. Bush, quien entregó reportes personalmente a Barack Obama. “Estos 75 días permiten a una nueva administración prepararse para asumir el control del gobierno. Esto es un reto.
Deben preparar iniciativas de políticas para el nuevo gobierno y cooperar con las agencias gubernamentales de carrera para que los jefes de departamento y el subgabinete conozcan los problemas actuales, plazos y presupuestos de cada agencia del gobierno federal”, explica James Pfiffner, experto en transiciones presidenciales de la Universidad George Mason. “Quizás lo más importante es que deben preparar listas de personas para que el nuevo presidente las nombre.
Toma tiempo evaluar a17 de diciembre: Los elec-tores en cada estado se reúnen para nombrar al próximo presidente y vicepresidente de Estados Unidos. 3 de enero: Los nuevosmiembros del Congreso toman juramento y se elige al presidente de la Cámara de Representantes. 6 de enero: El Congreso se reúne en sesión conjunta para contar los votos electorales. 20 de enero: El Presidenteelecto presta juramento en la sesión de investidura. EFEdente electo. Comienzan las actividades de capacitación y orientación para los nombramientos presidenciales”, explica Burhart.
Los equipos ya están trabajandoEl equipo de transición de Harris está liderado por Yohannes Abraham, exembajador ante la Asean, quien también encabezó la transición de Biden en 2020, y lo componen, además, dos colaboradoras de la oficina de la vicepresidenta, Gabriela Cristóbal y Erica Songer. El equipo de Trump, por su parte, está liderado por los empresarios Howard Lutnick y Linda McMahon, y tiene como copresidentes honorarios a su compañero de fórmula J. D. Vance y a sus hijos Donald Jr. y Eric Trump. “El Proyecto 2025 y otros think tanks de Trump han estado preparando listas de personas que son leales personalmente a él. Aun así, tomará tiempo incorporarlas, especialmente si desean obtener autorizaciones de seguridad del FBI”, comenta Pfiffner. “Si Harris gana, será más fácil y podrá tomarse su tiempo. Se supone que Biden instruirá a sus designados a presentar una carta de renuncia, para que Harris pueda tener a su propio equipo. Eso no significa que aceptará todas, pero se establecerá el principio de que el personal político es su elección”. estas personas y obtener autorizaciones de seguridad. EE.UU. tiene alrededor de 4.000 cargos políticos que cubrir, más que cualquier otra democracia desarrollada, y cada presidente quiere a su propia gente en esos puestos. Y alrededor de 1.200 de estos cargos requieren confirmación del Senado, lo cual lleva semanas o meses”. Las nuevas leyes tras los bloqueos de TrumpEn 2020 cambió esta dinámica de colaboración. Trump quien en 2016 había sido recibido por Obama en la Casa Blanca solo un día después de su triunfo denunció un “fraude” y junto a colaboradores presentó más de 60 impugnaciones en varios estados.
Pese a que la agencia The Associated Press que tiene un sistema de verificación de votos y otros medios ratificaron el triunfo de Biden tres días después de los co-micios, el republicano insistió sin presentar pruebas en que le “robaron las elecciones” y retrasó en hasta 20 días la luz verde para que la GSA diera inicio a la transición, para lo cual esa agencia dispone de US$ 9,9 millones y otorga espacios físicos para que comience a instalarse el nuevo gobierno.
El caos poselectoral y la violencia del asalto al Capitolio impulsaron propuestas bipartidistas que se expresaron en la Ley de Reforma del Conteo Electoral y la Ley de Mejora de la Transición Presidencial, aprobadas en 2022.
“Las reformas de la Ley de Conteo Electoral están diseñadas para dificultar que el perdedor impugne el conteo de los votos electorales en el Congreso y para dejar en claro que el vicepresidente no tiene la discreción de determinar qué votos contar”, señala Jack Beermann, profesor de la Universidad de Boston, recordando el caso del exvicepresidenteMike Pence, quien no cedió a las presiones de Trump para no certificar el resultado del Colegio Electoral.
“Como suele ocurrir, el actual vicepresidente (Kamala Harris) es uno de los candidatos, per o e n e l p a s a d o t o d o s l o s vicepresidentes han contado los votos de manera honesta, incluido Al Gore, quien presidió la votación que lo hizo perder frente a George W. Bush”, añade.
El experto electoral Devin Burhart, presidente del Institute for Research and Education on Human Rights, señala que si bien esta reforma “establece procedimientos específicos para la certificación de la elección y las impugnaciones, es imposible predecir los métodos que utilizarán los negacionistas electorales para intentar revertir los resultados” en un escenario de desenlace estrecho. “Es una protección necesaria, aunque insuficiente. Heráclito dijo una vez no puedes cruzar dosveces el mismo río.
Pero durante los últimos cuatro años, los negacionistas electorales han ideado nuevas formas de tratar de anular resultados desfavorables”. La Ley de Mejora de la Transición Presidencial, por otro lado, busca evitar las demoras en el inicio del trabajo de la GSA.
Para ello, establece que, aun cuando no exista un ganador claro ni se haya concedido un triunfo, cinco días después de la elección la agencia comenzará a ofrecer sus servicios a los equipos de ambos candidatos.
“Mientras los resultados no estén claros, si no se determina un único candidato exitoso aparente dentro de los cinco días posteriores a las elecciones, se brinda asistencia de transición equitativa a los posibles candidatos exitosos hasta que haya un solo candidato exitoso aparente.
Una vez que el resultado es claro, se proporcionan oficinas y servicios de apoyo al presidente electo y al vicepresi-. Tras la experiencia del ataque al Capitolio en 2021, se han modificado las normas para asegurar un cambio de mando sin sobresaltos. El aterrizaje de la nueva administración en la Casa Blanca: de transición, el presidente electo debe preparar el nombramiento de cerca de 4.000 funcionarios en cargos políticos.