Autor: Columna
¿El modelo se había agotado?
¿ El modelo se había agotado? Carlos Cantero Ojeda en Sociología Geógrafo y DoctorAarto expresando mires-p pearl pesayapensamiento de Sebastián Edwards, destacado economista chileno, radicado en EEUU, académico de la Universidad de California, quien nos trae sulibro: “El proyecto Chile. La historia de los Chicago Boys y el futuro del neoliberalismo (Ediciones Universidad Diego Portales). Me gustaríacomentar algunaidea desu libroqueme pareceorienta un diagnósticoequivoco. Alabordar el colapso derivado de la crisis sociopolítica de octubre del2019, advierte que, la derechano entendía que “el modelose había agotado”. No estoy de acuerdo con este punto que considero central.
Unos han apuntado hacia el “modelo económico”, otros hacia los cambios al “modelo político” y también hay quienes señalan el dedo acusatorio hacia cambios en al “modelo electoral”, (me recuerda el cuento de Don Otto). Propongo como. idea sustitutiva, al menoscomplementaria, que la causa basal no tiene que ver con un “modelo”, sino con las personas y grupos (económicos y políticos) que abusaron de la concentración del poder y de lariqueza.
Noffracasó el neoliberalismo, nise agotó el modelo (de Friedman o Pinochet). No es un problema de lasideas, sino de las personas, los grupos de poder, quienes traicionarondeshonestos, ímprobos, corruptos, Aquellos que actuaron conavaricia, individualismo, egoísmo, falta de solidaridad e irrespeto social.
Todos aquellos que transversalmente, enla derecha, el centro yla izquierda, terminaron “matando la gallina de los huevos deoro”. Aquellos que, desde el gobierno “No lo vieron venir”, a pesar que advertimos personal y directamente, con oportunidad y coraje, con honestidad, incluso pagando costos políticos por esa consecuencia, comolo sabe Cristián Larroulet, presentador del libro. Los Chicago Boys, hicieron historia, implementaron un modelo económico exitoso en lageneración de riqueza. Pero, no supieron gestionar el desafo ético, la defensa de principios y valores y los embates de abusivos y corruptos que semimetizaron en su entorno, conos que fueron permisivos o se coludieron. La Derecha no tuvo la coherencia y coraje para separase de mecenas abusivos y corruptos. La izquierda también se puso a disposición del podereconómico ideolóy notuvola honestidad ica, intelectual y política para reconocer las bondades del modelo.
Esas décadas cuestionadas porlaautoridades de hoy, fueron tiempos de gran éxitoeconómico que pusieron a Chile como referente global (comodice el Presidente Frei, se crecíaal6y 7% anual). Los críticos -deesos30 añoscon hipocresía reconocen que: “Otra cosa escon guitarra”. Negaron sal y agua. Pero, viven pidiendo “agilita”. Por su mala gestión la economía chilena está estancada, proceso que puede durar otra década. Esa política nosllevó a dos aventuras cons-titucionales fracasadas. Aúnme parece increíble la histórica renuncia del Congreso asu rol Constituyente (auto-castración de facultades). El problemasocial en Chile, el desconento yla frustración, están larvados, como semillas latentes. Los temas sociales se han agudizado ensalud, educación y seguridad. La violencia y delincuencia muestran la anomia fuera de control, mientras aprovechan esa debilidad los movimientos delictuales, el crimen organizado y el narcotráfico. La inmunología institucional está muy debilitada y el país cada día se hace más vulnerable a esas amenazas. Valoro el aporte de Sebastián Edwards, que esta” libre delos cargosreferidos en estetexto. Pensando en el futurovariables diacrónyi csiancsró nicas. Todo es causalidad. Hubo permisividad y lenidad de una mayoría decente (perso-nase instituciones), queactuaron deforma pusilánime, permitiendo que una minoría deshonesta, usara su poder paraabusar y traicionar la confianza de los chilenos. Es cobardía sal ideológica, i ehistórica, nosumirresponsabilidades. Para superar este trance, se requiere sentido auto-crítico y honestidad. ¡Pero, noselo pidamos al “modelo”! Eseesel deber de todos aquellos que fueron permisivos, pusilánimes, inconsecuentes, nas bases y resultados muy alentadores. Pero, una élite política y empresarios (de derecha e izquierda) fueron inconsecuentes. Lo que generó. el estallido (2019), no fue un rechazo a los empresarios, por el contrario, se valoran los buenos emprendedores e inversionistas. Fue ala debilidad del Estado para: contener los abusos, la inequidad, el minimalismo en la dignidad de las personas (salud, educación, previsión), la falta de solidaridad y de sentido social. Se rebasaron los límites éticos. Nada surge de la nada. No hay casualidades. Todo tienelos principios y abandonaron los valores fundantes.
Estos corrompieron de múltiples formas la ética que se hacia exigible, la probidad que requería el sistema. ¡No podemosresponsabilizar al “modeEl fenómeno: en mi opilo”! )n, respondea la opción por un materialismo ideológico y laimplementación de un capitalismo desbordado, con todo lo que esto conlleva, impulsado por personas (todas conocidas) y sus centros de estudio; el proceso: se caracterizó por un liberalismo limítrofe en libertinaje, la permisividad ética, la opacidad en los límites de la probidad; los eventos: son los éxitos económicos, el crecimiento del país, la alta generación y concentración de riqueza, la mala distribución de esos recursos y loscentenares de abusos, faltas a la probidad, corrupción eimpunidad, enel ejercicio de cargos y funciones, en elámbito público y privado, que terminaron en la pandemia de degradación ética (pandemética): corrupción, delincuencia y violencia, la cascada de escándalos en que aún están inmersos algunos de sus protagonistas, aunque no todos. Discrepo de esaafirmación sobre el “agotamiento del modelo”. Porel contrario, pienso que estaba en plenitud, altamente exitoso en la generación deriqueza y potencial Desarrollo Humano.
Tenía bue-próximo, espero que estasreflexiones generen convicción para construir en Chile, un nuevo contrato social y mayor. consenso político, evitando la polarización que promueven sectores radicalizados, enambas puntas. ¡Que así sea!. “Los Chicago Boys, hicieron historia, implementaron un modelo económico exitoso en la generación de riqueza. Pero, no supieron gestionar el desafío ético, la defensa de principios y valores y los embates de abusivos y corruptos que se mimetizaron en su entorno, con los que fueron permisivos o se coludieron. La Derecha no tuvo la coherencia y coraje para separase de mecenas abusivos y corruptos. La izquierda también se puso a disposición del poder económico y no tuvo la honestidad ideológica, intelectual y política para reconocer las bondades del modelo”.