Más formalidad, más oportunidades: el camino que Tarapacá ya comenzó a recorrer
Más formalidad, más oportunidades: el camino que Tarapacá ya comenzó a recorrer IGNACIO PRIETO HENRÍQUEZ Seremi del Trabajo y Previsión Social En medio de un escenario desafiante para el empleo en la Región de Tarapacá, hay señales que invitan a la esperanza, pero, sobre todo, a una acción estratégica y comprometida. Un dato elocuente lo resume bien, según el Observatorio Laboral, 7 de cada 10 personas vuelve a trabajar en tres meses o menos. Uno de los avances más relevantes es el crecimiento sostenido de los asalariados formales, que pasaron de 103.207 en 2022 a 116.238 en 2025. Este incremento de 13.031 personas con contrato y acceso a seguridad social no es un dato menor: refleja que la formalización del empleo ha sido una tendencia constante, y una prioridad.
Simultáneamente, la ocupación informal ha disminuido considerablemente en la región, llegando al 30.3%. Esta baja se ha dado tanto en hombres como en mujeres, impactando especialmente en los trabajadores por cuenta propia y asalariados sin vínculo formal.
El informe del INE también arroja que tenemos la quinta Tasa de Ocupación más alta del país con 58.8%, por sobre la media nacional, un indicador que muestra la proporción de personas que están empleadas en relación con la población total en edad de trabajar. Estas cifras, si bien positivas, no pueden ocultar que la desocupación en Tarapacá alcanzó un 10,7% en el trimestre marzo-mayo de 2025, con una caída de los ocupados, especialmente mujeres. Desde el Gobierno, reconocemos que el aumento de la formalidad laboral no basta si no viene acompañado de empleos suficientes y de calidad. Por eso, hemos activado una agenda de medidas concretas que buscan enfrentar el alza del desempleo, pero también transformar el crecimiento en oportunidades reales que deben reflejarse en la vida cotidiana de las personas. Para ello, el Plan de Reforzamiento de Organismos Sectoriales (PROS) busca acelerar la inversión, pública y privada, resolviendo cuellos de botella y facilitando la ejecución de proyectos que generen empleo local.
Además, estamos impulsando una reforma al sistema de subsidios laborales, enfocada en mujeres, jóvenes, personas mayores de 55 años y personas con discapacidad, para que estos instrumentos de apoyo no sean solo temporales, sino efectivamente un puente hacia la contratación formal. Y en paralelo, trabajamos por una transformación estructural con la sala cuna universal, que garantice igualdad de oportunidades desde la primera infancia. Hoy más que nunca, el desafío es doble: acelerar el crecimiento económico y traducirlo en trabajo decente, con enfoque de género, inclusivo y territorial.
Y hay razones para ser optimistas: el 70 % de las personas desempleadas logran reinsertarse en el mercado laboral en tres meses o menos, una señal clara que con las condiciones adecuadas, la recuperación se acelera.
Sin embargo, este dato no es una simple estadística: es la esperanza de una madre que vuelve a trabajar, el alivio de un trabajador y trabajadora que recupera estabilidad, y el futuro de una región que no se rinde. Tarapacá ya ha demostrado que tiene la fuerza, la capacidad y el talento para salir adelante. Es tierra de esfuerzo, de historia y de futuro. Sigamos trabajando juntos, con convicción y sentido de urgencia, para que el crecimiento se transforme en bienestar compartido y en un desarrollo que no deje a nadie atrás..