“Cuando hablamos de región, tenemos que ver dos realidades distintas: Malleco es una zona, Cautín es otra”
“Cuando hablamos de región, tenemos que ver dos realidades distintas: Malleco es una zona, Cautín es otra” La máxima autoridad de la casa de estudios superiores dijo que, “cada rector o cada rectora tiene su particularidad, yen la lógica mía, obviamente, está el sello en el desarrollo de las personas, en el cuidado que tenemos tener como comunidad “Tenemos que tratar de abrirnos a poder en el fondo a que más personas que son de la comunidad y defuera de la universidad puedan participar del mundo público, del mundo privado, de organizaciones no gubernamenta1es Claudio Núñez Quezada.
El El 25 de enero, el obispo Jorge Concha y Gran Canciller de la Universidad Católica de Temuco (UCT) tomó la decisión de elegir a Marcela Momberg como la rectora de la casa de estudios superiores tras, según el sitio de la universidad, “una larga reflexión y discernimiento posterior a la entrega del informe elaborado por el Comité de Búsqueda de Rector La rectora conversó con Tiempo2 1 respecto a los desafíos que enfrenta la universidad de aquí al 2030, el rol que puede cumplir para el desarrollo de la región, entre otras materias. Momberg, es abogada de profesión y académica de la Facultad de Ciencias Jurídicas, Económicas y Administrativas, y cuenta con una trayectoria de 29 años dedicada a la academia y la gestión universitaria.
Previamente a su elección, ocupaba el cargo de Prorrectora, posición desde la cual ha liderado con éxito procesos clave como la acreditación institucional y la implementación de políticas transversales alineadas con el Plan de Desarrollo Institucional 2030. Su labor se ha enfocado especialmente en las áreas de planificación, aseguramiento de la calidad y sustentabilidad.
A lo largo de su carrera, Marcela Momberg ha desempeñado diversos roles de liderazgo dentro de la Universidad, incluyendo los de Directora de Carrera, Secretaria Académica de la Facultad de Ciencias Jurídicas y Secretaria General de la institución. ¿Cuál es el sello que usted busca instaurar o poner a diferencia de los rectores anteriores en la UCT? Yo creo que cada uno de los rectores ha tenido un sello particular, pero siempre dentro de una carta de navegación que está establecida por la propia comunidad.
Como Universidad Católica de Temuco, Hl nosotros tenemos nuestro plan de desarrollo institucional 2030, que son las metas que como comunidad decimos “vamos a alcanzar como universidad Y dentro de eso, cada rector o cada rectora tiene su particularidad, y en la lógica mía, obviamente, está el sello en el desarrollo de las personas, en el cuidado que tenemos tener como comunidad respetando el trabajo y valorando el trabajo que hacen equipos académicos, equipos administrativos y sobre todo también en las necesidades que día a día nos manifiestan nuestros estudiantes a los cuales nos debemos.
Cada año ingresan aproximadamente 2.800, 2.900 estudiantes de la Universidad Católica de Temuco, y uno lo recibe con mucha alegría, con mucho orgullo, pero a la vez con mucha responsabilidad, porque esos estudiantes han confiado en su proceso de aprendizaje en la Universidad Católica de Temuco, donde es un proceso de aprendizaje no solo desde la disciplina de origen que ellos escogen, sino que también una formación integral en lo que significa formar personas en un sello humanista y cristiano.
“NECESIDADES PROPIAS DE LA REGIÓN” ¿ Le encargó algo en especial el Gran Canciller (Obispo Concha)? Yo diría que el encargo, obviamente, va relacionado con el tema de cómo se resguarda siempre el ser una universidad católica, la Universidad Católica de Temuco que está al servicio de la región.
Somos una universidad que tiene que preocuparse de las necesidades propias de la región de La Araucanía y de poder entregar a través de nuestras distintas funciones, el servicio a La Araucanía, desde lo que significa la docencia, de lo que significa la investigación y la vinculación con el medio.
Al asumir como rectora de la UCI usted dijo lo siguiente, “la Universidad debe tener un rol clave en la transformación social y cultural de La Araucanía y para ello, trabajaremos en fortalecer nuestros vínculos con las comunidades, fomentando proyectos de impacto territorial Dada esta frase, ¿Cómo la universidad puede tener ese rol clave para el desarrollo de la región? Las cosas que hacemos en el día a día tienen que irse aterrizando. Y eso significa el trabajo que hacen los distintos equipos académicos, los equipos administrativos, pero también los estudiantes en torno a ir detectando cuáles son las necesidades de la región.
Por MARCELA MOMBERG, RECTORA DE LA UNIVERSIDAD CATÓLICA DE TEMUCO “Cuando hablamos de región, tenemos que ver dos realidades distintas: Malle co es un a zo n a, Ca u tín es o tra” r 4 y.
“Cuando hablamos de región, tenemos que ver dos realidades distintas: Malleco es una zona, Cautín es otra” ejemplo, si uno revisa ahora el informe de la Comisión de Paz y Entendimiento, la universidad tiene que abrir el espacio para conocer el informe, ver desde dónde podemos a aportar y generar estructuras de diálogo desde el punto de vista académico.
Tenemos que tratar de abrirnos a poder en el fondo a que más personas que son de la comunidad y de fuera de la universidad puedan participar del mundo público, del mundo privado, de organizaciones no gubernamentales. La idea es que todos estén presentes para conocer el informe y poder opinar sobre él y cómo podemos aportar. También lo hemos hecho con lo que significa con los conflictos arancelarios.
El conflicto arancelario uno lo ve desde muy lejos qué está sucediendo, sin embargo, de alguna u otra forma va a impactar también en lo que significa la productividad en los distintos indicadores de la región, no solo desde punto de vista económico, sino que también en los temas culturales, políticos, sociales.
Por ello, nosotros abrimos en mesas de diálogo, de conversación donde distintos actores desde sus distintas miradas y distintos puntos de vista pueden aportar y revisar cómo vamos a mejorar o cómo vamos a enfrentar esta situación en La Araucanía.
Eso significa, en el fondo, generar espacios de conversación, de diálogo, pero también a través de los proyectos que hacen nuestros investigadores o investigadoras, es decir, qué pasa con la región, cómo podemos aportar desde cada una de las facultades, desde recursos naturales, desde ingeniería, desde educación y todas las facultades, obviamente, que están al servicio de ciencias sociales, es decir, cómo en el fondo vamos viendo desde cada una de las líneas el aporte a la región. El diagnóstico con La Araucanía es muy claro.
Una región con altos índices de pobreza, socíalmente inestable dada la violencia rural constante, pero me quiero detener en la parte económica, donde un economista local dijo que “el gran talán de Aquiles de la región es la atracción de inversiones ¿ Lo considera así? ¿ Cómo puede cambiar este escenario económico para la región? O sea, yo creo que cuando hablamos de región, primero, tenemos que ver dos realidades distintas. Malleco es una zona, Cautín es otra, con indicadores distintos. Si analizamos, por ejemplo, las encuestas de opinión que ha hecho el Centro de Políticas Públicas de la IJCT, vemos que son realidades diversas con indicadores distintos.
Entonces, la idea es ver cómo vamos potenciando trabajo con empresas, pero también para ver cómo podemos mejorar esos indicadores a nivel regional, pero también a nivel de la zona que está más resacada en este momento que es Malleco. ¿Cómo valora o califica los resultados del informe final de la Comisión por la Paz y Entendimiento? Yo creo que el trabajo que han hecho es un trabajo en el cual durante más de 1 año estuvieron consultando a diversos actores, a diversas personas, para poder generar directrices o distintos lineamientos en torno a los cuales podríamos enfrentar lo que está sucediendo en La Araucanía. Este es un trabajo que se valora totalmente, pero también hay que valorar los trabajos que han hecho las comisiones anteriores. Cada una de las comisiones que han existido han hecho distintos aportes que hay que ir revisando y ver cómo se pueden aterrizar. Ahora, este es un tema que trasciende un gobierno, este es un tema al país, un tema de políticas de Estado. Por lo tanto, tenemos que ver cómo desde cada uno de nuestro rol podemos aportar a la conversación, al diálogo y a ir avanzando en este tema.
“DIALOGAR A MEDIAR O NEGOCIAR” En entrevista con este medio, Alfredo Zamudio del Centro Nansen dijo lo siguiente “Hay una falta de conocimiento sobre la diferencia de diálogo para conocerse y negociación para acordar cosas” ¿ Usted cree que esto fue lo que ocurrió en la Comisión por la Paz? No podría responder desde el punto de vista de lo que es la comisión, porque obviamente respeto el trabajo que hizo la comisión y los miembros que tuvieron en ella. Pero sí puedo tomar un poco lo que decía Alfredo Zamudio.
Entonces, tú sabes que varias de las universidades de la región han estado trabajando con el centro Nansen para la paz y el diálogo, en la lógica de que es muy distinto dialogar a mediar o negociar. Cuando yo medio o negocio, generalmente me voy a enfocar en el resultado, estoy tratando de avanzar para el resultado.
Mientras que en el diálogo me estoy enfocando en el proceso, por lo tanto, voy a tener puntos de vista que van a ser en común, puntos de vista que van a ser distintos, ideas que a lo mejor que no van a cambiar, pero siempre tratando de conocer cuáles son esos distintos puntos de vista en este proceso de diálogo.
En un documento de la Congregación para la Educación Católica, se señala que “La Universidad Católica, para cumplir su función ante la Iglesia y ante la sociedad, tiene la tarea de estudiarlos graves problemas contemporáneos y de elaborar proyectos de solución que concreticen los valores religiosos y éticos propios de una visión cristiana del hombre ¿ Cómo interpreto usted esa afirmación? Yo diría que ahí tenemos que enfocamos a lo que nos llamó el Papa Francisco que es el pacto educativo global. En el sentido de cómo vamos a encontrar, vamos a entregar una educación en la misma lógica que yo te comentaba al principio de esta entrevista.
No solo formar personas de una disciplina, no solo formar un técnico o un profesional, sino que formar personas que sean capaces de tener puntos de vista y de opinión en los distintos cambios políticos, sociales, culturales a nivel país, a nivel región, a nivel internacional, pero con una visión especial ética, valórica desde la formación humanista cristiana que permita abrirse al diálogo, a la escucha atenta y al respeto por la otra persona.
USO ÉTICO DE LA lA ¿ Qué opinión tiene usted sobre la lA y cuáles serían las implicancias, de acuerdo a su percepción, a corto y largo plazo? Se lo pregunta porque hace unos días, un estudio de la Universidad de Chile reveló que el 81% de sus estudiantes de primer año utiliza inteligencia artificial.
Yo creo que las nuevas tecnologías han venido para quedarse, pero esas nuevas tecnologías tenemos que ir evaluando y valorando desde distintos puntos de vista y creo que el principal es desde el punto de vista ético. O sea, los estudiantes utilizan inteligencia artificial, pero hay que enseñarles a usar esa inteligencia artificial. Lo mismo que los docentes y las docentes en una sala de clase también tienen que estar capacitados para ello, para interactuar con los estudiantes.
La tecnología es buena, es la medida que nosotros lo usamos ética mente correcto. ¿Pero usted no cree que puede reemplazar esta misma lA a diversos puestos de trabajo, incluso al profesorado? No, yo creo que la inteligencia artificial te puede apoyar, es una herramienta, pero la esencia está en la persona.
Finalmente ¿ Cuáles son los desafíos que la UCT deberá afrontar de cara al año 2030, más allá de que su período concluya el 2029? Yo creo que la Universidad Católica de Temuco tiene que enfrentar los desafíos del medio, lo que significa la implementación total de la ley de educación superior, las discusiones que se están dando nuevos sistemas de financiamiento, modelos de aseguramiento de la calidad, todos los nuevos criterios y estándares que establece la Comisión Nacional de Acreditación para las universidades y todos los centros de formación técnica, y también institutos profesionales, pero sin perder la esencia de lo que uno es como universidad, como UCT, que es la formación de las personas, pero dentro de cada una de las áreas de desarrollo, la docencia, la vinculación con el medio y la investigación, ser referentes en investigación en las áreas de desarrollo de la universidad, formar técnicos y profesionales que estén al servicio de su comuna y del país, y sobre todo ser una comunidad que se acompaña en los distintos estamentos. T).