El espejo de una élite
El espejo de una élite Por Max Colodro Filósofo y analista político arlos Peña tiene razón: en principio, "es raro" que un gobierno quese dice de izquierda se empeñeenacentuarla creación de élites endogámicas.
Pero, en este caso, lo raro comienza a diluirse cuando se revisa la historia dela generación ahoraenel poder, uno de los grupos de interés más exitosos de las últimas décadas; ramillete dejóvenes líderes que en apenas diez años saltó desde las federaciones universitarias al Congreso y de ahí, en un breve suspiro, alos elegantes despachos de La Moneda.
Hoy, lo que el gobierno de Boric intenta conseguir con el remplazo del CAE por el FES puede parecer un error o el efecto indeseado de una política pública, pero también es muy probable queno lo sea.
Porque, en los hechos, las consecuencias de este cambio coinciden bastante con aquello que los dirigentes estudiantiles de 2011, la actual élite gobernante, demandaron e impusieron a través de sus movilizaciones a la segunda administración de Michelle Bachelet: "quitarle los patines" a la clase media, eliminar la selección, el copago y el lucro en los colegios particulares subvencionados, pero dejando que los colegios privados, en los quese educan los hijos de "otra" éliteendogámica, pudieran mantener dichas condiciones.
Así, hoy no resulta extraño que, en palabras del propio rector Peña, el remplazo del CAE tenga como consecuencia que la cantidad total de recursos disponibles en el sistema sea menor, "puesto que eximirá del pago ma sea menor, "puesto que eximirá del pago de aranceles al 90% delosestudiantes, sin un aporte de las familias de entre el séptimo y noveno decil, como ocurre hoy". Y que ello derive en un sistema más "estandarizado" y todavía más estratificado que el actual, ya que sólo las universidades que decidan quedarse fuera del nuevo diseño y, por tanto, al margen del arancel fijado por la autoridad, podrán acceder alos recursos que aporten las familias o a donaciones privadas.
En resumen, la joven élite que hoy gobierna Chile se asegura así que el sistema universitario tienda a reproducir la misma lógica de estandarización y segregación que ya impusieron en 2014 a nivel escolar, forzando una dependencia aún mayor de las casas de estudios de los recursos públicos, condonandouna parte delas deudas del CAE, pero dejando a los futuros beneficiarios del nuevo sistema, atados auna obligación tributaria que puede durar hasta veinte años.
Esees, enrealidad, el objetivo de un grupo de privilegiados que ha tenido un ascenso notable y meteórico al poder, que hoy administra los recursos públicos y aspira aseguirlo haciendo, y quesin duda ya entendió que la mejor manera de asegurar su propia endogamia es "quitándole los patines" ala mayorcantidad de gente posible. Nada mejor, entonces, para asegurar que los menos posibles puedan amenazar a los que ya están arriba, que promediar a todos los demás hacia abajo. Esla lógica de una élite que entiende bien dónde está y que, sobre todo, tiene muy claro a qué no está dispuesta a renunciar. ta a renunciar.. -