KATIA TRUSICH
KATIA TRUSICH Directora de empresas y presidenta de la Cámara de Centros Comerciales¿ Cuál es la peor vergüenza que ha pasado alguna vez?A los 15 años llegué con un vestido floreado, muy llamativo, a un matrimonio, y había otra invitada que tenía el mismo vestido pero a ella le quedaba muchísimo mejor. ¿Qué rechazo amoroso recuerda como el más doloroso?Soy de relaciones largas, toco madera, pero hasta aquí solo he dejado un par de corazones rotos. ¿A quiénes cree que ha defraudado?A mi perro. Siempre le digo que salimos en cinco minutos y una hora después se me hace tarde para pasearlo. ¿Qué la hace sentir insegura?Caminar por calles llenas de comercio ambulante. De todo lo dicho sobre usted, ¿qué le ha causado más gracia?En una entrevista de trabajo me preguntaron si me gustaba ir al mall, y dije que me encantaba. Parece que eso fue bien clave jaja. ¿Recuerda algún trauma de infancia?Soy hija de padres separados; cuando era chica nos vinimos a Chile con mi mamá y su marido, mi papá quedó en Uruguay.
No sé si trauma, pero ese desarraigo fue triste. ¿Cuál es su queja favorita?Cuando mis hijos me reclaman “¿ por qué los lunes tienen que ser de lentejas?”. ¿Qué no soporta de otras personas?Que no pidan postre cuando salimos a comer, necesito sacarles una cucharada. ¿Tiene algún tic o manía?Me gusta el orden, ordeno todo lo que toco. ¿Qué se ha robado alguna vez?Un corazón, pero hace más de 20 años y todavía lo atesoro. ¿Cuál es su mayor vicio?El chocolate.
Vi en un paradero que hay un Sahne-Nuss ¡ de 4 kilos! Por favor, ¿dónde se compra?¿ Quién fue su mayor influencia?Mi madre, que siempre me decía: “Llévate una chaqueta, párate derecha, sonríe, estudia, ahorra”. De niña ¿ sufrió o hizo bullying?Me hicieron bullying por mi acento (nací en Uruguay), por eso lo perdí a los pocos meses de llegada a Chile. Siempre digo que fue por instinto de supervivencia. ¿En qué momento de su vida sintió más miedo?En cada embarazo y durante el parto de mis tres hijos.
La maternidad es maravillosa, pero también asusta todo lo que implica. ¿Qué cambiaría de su físico?Echo de menos poder hacer gimnasia artística, ¡era buena! Pero mientras esté sana estoy agradecida. ¿Cuándo fue la última vez que lloró?Al ver el video de los niños quemados del INBA y la tristeza de sus seres queridos. ¿Se ha liberado de alguna creencia?Creía que ser adulto significaba tenerlo todo resuelto. Hace rato me liberé de esa idea. ¿Qué trabajo o actividad curiosa ha hecho para ganar plata?De joven criaba y entrenaba perros de exposición.
Guardando las proporciones, dan harto menos trabajo que los hijos, pero fue un buen entrenamiento. ¿Qué deuda le queda por pagar?Trabajé ocho años en el servicio público sirviendo al país, llevo el mismo tiempo en la vida gremial y en la dirección de empresas.
Pero me desvela pensar de qué forma puedo ayudar más a los niños y a la sostenibilidad desde donde estoy. ¿Cuál es la compra más innecesaria que ha realizado?La última planta, todo jardinero sabe que las plantas son un vicio, pero de los mejores para la salud. ¿Cuál es su estado de ánimo más frecuente por estos días?Ansiosa porque se acaba el año ¡ y queda tanto por hacer! Si se hiciera una película sobre su vida, ¿qué actriz le gustaría que la interpretara?Alguien dramático y cómico a la vez. Me encanta lo versátil de la Margot Robbie. No sería malo pasar a la posteridad en una versión tan regia. PUBLICIDAD.