Autor: MAX COLODRO:
“Mi generación carga con una derrota y con una frustración muy grande”
“Mi generación carga con una derrota y con una frustración muy grande” Max Colodro, el doctor en Filosofía, sociólogo y profesor de la UAI se siente parte de la llamada “generación perdida” en la política, esa que transita hoy entre los 50 y los 60 años, sitúa.
Ex-PC, ex-PPD y hoy independiente, habla de esa generación como aquella que luchó en contra de la dictadura militar en los 80, que no logró derrocar a Pinochet y que tuvo que aceptar las reglas del juego de la institucionalidad. “En ese sentido, mi generación carga con una derrota y con una frustración muy grande.
Y creo que esa frustración la inhibió de alguna manera frente a la generación del 73, que es la que retoma el poder a partir del año 90, y que es la que había vivido y sufrido directamente el Golpe y a la cual nunca se atrevió a disputarle los espacios de poder”. La llamada “Generación Perdida”, dice, desaprovechó su oportunidad histórica durante la transición y finalmente vino a ser reemplazada por una nueva, que es la del movimiento estudiantil, que son los hijos de la generación del 80.
“De alguna manera los padres incentivaron aestos hijos a posiciones muy radicales, a retomar lo que habían sido las tareas que quedaron frustradas de la década de fines de los 80 o comienzos de los 90: cambiar la institucionalidad, cambiar la Constitución de Pinochet y enterrar el modelo neoliberal”. Afirma que el segundo gobierno de Bachelet fue, de alguna manera, la cristalización de ese anhelo frustrado de la generación del 80, de instalar el imperativo de cambios refundacionales, sobre todo en educación.
Ya en 2012, Colodro decía a la revista Qué Pasa que “es malo para el país que vuelva Bachelet”. Y piensa que el tiempo le dio la razón: “Sus reformas hicieron un daño profundo a la sociedad chilena.
Hubo una reforma tributaria que provocó un antes y un después en materia de inversiones y de crecimiento económico, una reforma política al sistema electoral binominal que generó atomización y fragmentación del sistema político porque pasamos de tener 7 partidos a más de 20 con representación parlamentaria; es decir, a dejar lagobernabilidad en manos de las minorías, de verdaderas pymes familiares que son estos partidos más pequeños. Y generamos inestabilidad, incertidumbre jurídica e inestabilidad institucional abriendo un proceso constituyente que terminó siendo un profundo fracaso”. Piensa que un tercer período de Bachelet sería peor incluso.
“Representaría el fracaso ya no de la generación del 80 y ya no del gobierno de la Nueva Mayoría, sino que se agrega también el fracaso de esta nueva generación política que irrumpe con el movimiento estudiantil, que hoy gobierna”. Sobre las presiones que ha recibido la expresidenta, del PS y el Frente Amplio para que sea candidata presidencial, comenta: “Detrás de lo que está ocurriendo en el oficialismo con la candidatura de Michelle Bachelet, que tiene una sumatoria de fracasos, no hay nada más que intereses electorales. No hay ninguna convicción, no hay proyecto, no hay ideas, no hay programa.
Lo que hay es el imperativo de seguir en el Gobierno bajo cualquier condición y a cualquier precio”. Sin Bachelet en el escenario, ¿tiene la generación perdida de la centroizquierda las herramientas para resucitar en las próximas elecciones presidenciales?En mi opinión, Carolina Tohá es por lejos la mejor candidata del oficialismo. ¿Tiene la fuerza social y electoral?Lamentablemente, según las encuestas, hoy no tiene esos respaldos. Creo que, iniciada una campaña con Carolina Tohá a la cabeza, tendría una mejor performance que Bachelet, que estaría condenada a tener que vivir dando explicaciones por los errores en sus reformas. Tohá intentaría defender de forma medianamente honrosa lo que ha sido la gestión de este gobierno, y presentar reformas más bien socialdemócratas que refundacionales. n¿Quién le haría un mejor gallito a Evelyn Matthei?. MAX COLODRO: